El primer ministro canadiense, Mark Carney, atiende a los medios este domingo.

El primer ministro canadiense, Mark Carney, atiende a los medios este domingo. Reuters Reuters

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Canadá adelanta sus elecciones generales al 28 de abril: Mark Carney, el favorito para hacer frente a la amenaza de Trump

El primer ministro, recién llegado al cargo, ha oficializado el esperado adelanto electoral y los canadienses acudirán a las urnas para definir la respuesta a las amenazas de Washington

Más información: Mark Carney, un solvente economista para que Canadá sobreviva a la tormenta arancelaria de Donald Trump

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El nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney, ha anunciado este domingo la esperada convocatoria de elecciones anticipadas. Los canadienses irán a las urnas el 28 de abril para definir el rumbo del país ante la amenaza soberanista y arancelaria del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.

Carney, recientemente elegido como sucesor de Trudeau al frente del Partido Liberal, que gobierna en minoría, es el gran favorito para vencer en los comicios gracias a su creciente popularidad y a un perfil técnico con el que mostrarse ante el electorado como un economista de prestigio capaz de enfrentarse a los desafíos planteados por Trump.

Aunque las elecciones estaban estipuladas para el 20 de octubre, era un secreto a voces que el partido liberal quería explotar su crecimiento en las encuestas desde enero, coincidiendo con la salida de Trudeau y las crecientes amenazas que llegan desde Washington.

La llamada a las urnas llega en un momento crucial para Canadá, cuya soberanía está amenazada por un Donald Trump que llegó a afirmar que el país norteamericano debería convertirse en el estado número 51 de EEUU a su llegada al poder.

Trump impuso un arancel del 25% a las importaciones canadienses desde el pasado 4 de marzo, aunque dos días después suspendió las tarifas sobre los principales bienes incluidos en el tratado T-MEC hasta el 2 de abril y los efectos de su entrada en vigor están por ver de cara a las elecciones, agendadas unas semanas después.

Canadá ha ido respondiendo con aranceles similares y amenazó con crear un nuevo impuesto del 25% sobre la electricidad que vende a Washington. Esto llevó a Trump a anunciar que elevaría del 25% al 50% el pasado martes los aranceles existentes.

Ontario cedió y retiró su amenaza sobre la electricidad, y Trump deshizo su aumento. Ante este contexto de inestabilidad y batalla dialéctica constante, Mark Carney busca encontrar la victoria erigiéndose como el mesías capaz de mantener la economía canadiense a flote.

Sistema electoral

El sistema electoral canadiense permite a sus ciudadanos elegir los 338 miembros de la Cámara de los Comunes (parlamento), otorgando un escaño a cada uno de los 338 distritos electorales por mayoría simple, al igual que sucede en Reino Unido y Estados Unidos.

De los más de 40 millones de habitantes canadienses, casi 28 millones de personas tienen derecho a voto, fijado en los 18 años.

En la pasada legislatura, los liberales han contado con un gobierno en minoría de 157 escaños, por debajo de los 172 que marcan la mayoría absoluta, pero ligeramente por encima de los 121 de los conservadores.

Aunque llegaron a encadenar resultados muy a la baja en las encuestas, el cambio en su liderazgo ha relanzado al partido y por ello, Carney ha llamado a las urnas.

Un análisis de la media de encuestas elaborado por el analista Éric Grenier y publicado este domingo en CBC News, refleja que los liberales son favoritos para alcanzar la mayoría y perdurar en el gobierno con 174 escaños potenciales.

Por debajo, el partido conservador se queda en 134, muy por delante de los nacionalistas de Québec (26), los socialdemócratas del Nuevo Partido Democrático (7) y el Partido Verde (2).

Aunque los liberales se imponen en el número de escaños, las cifras de intención de voto son muy parejas.

Los liberales tienen una ligera ventaja (37,5%) sobre los conservadores (37,1%) que no se refleja en el reparto de sillas.

Por debajo, los socialdemócratas (11,6%), verdes (3,8%) y el recién creado partido popular (2,2%) y otros partidos minoritarios (1,4%), que en cualquier caso no obtendrían representación parlamentaria según este estudio estadístico.

El gran rival de Mark Carney será Pierre Poilievre, miembro del partido conservador pero arrastrado en ciertos discursos por el fenómeno Trump.

El resto de candidatos son Yves-François Blanchet, representando a los nacionalistas de Québec (Bloc québécois), el socialdemócrata Jagmeet Singh (Nuevo Partido Democrático) y la líder del Partido Verde, Elizabeth May.

Mark Carney, favorito

Recoger el testigo de Justin Trudeau tras nueve años de estabilidad truncada y hacer frente a la amenaza de guerra comercial con Estados Unidos es un reto mayúsculo.

Sin experiencia política, sus años como gobernador del Banco de Canadá (2008-2013) y el de Inglaterra (2013-2018) le han valido para granjearse el apoyo de la militancia por delante de Chrystia Freeland, candidata continuista y figura clave del gobierno de Trudeau hasta su dimisión.

De vocación centrista, rígido en su disciplina de gasto y con la promesa de revitalizar la maltrecha economía canadiense y la dificultad de acceso a la vivienda en el país, Carney deberá lidiar con Donald Trump y potenciar su popularidad de cara a las elecciones federales que Canadá ha de celebrar, como mucho, en los próximos meses.

Carney cuenta con una brillante trayectoria académica en las universidades de Harvard y Oxford, donde se especializó en economía. También trabajó trece años en diversas sedes de Goldman Sachs, como Tokio, Londres o Nueva York.

En 2008 fue nombrado gobernador del Banco de Canadá, donde desempeñó un destacado papel durante la crisis financiera que sacudió al mundo durante años. En 2013, su buena gestión le valió para convertirse en el primer gobernador extranjero del Banco de Inglaterra, donde permaneció hasta 2018.

Durante su etapa en un Reino Unido sumido en el debate del brexit, advirtió sobre los riesgos de salir de la UE y provocó las críticas de los conservadores británicos, que lo acusaron de "politizar" una institución independiente como la banca estatal. No obstante, tras la victoria del "sí" en el referéndum del brexit, las decisiones de Carney fueron clave para evitar que la economía británica entrase en recesión durante los meses inmediatos a la salida del espacio comunitario.

Su experiencia a la hora de gestionar crisis y sus conocimientos económicos le valieron el apodo de "estrella de rock de la banca" y son hoy sus principales argumentos políticos, sobre todo si se tiene en cuenta que su llegada al poder coincide con un contexto en el que Canadá se enfrenta a la amenaza de una guerra comercial con EEUU.