El presidente francés, Emmanuel Macron, saluda a la multitud durante su gira con el rey de Marruecos.

El presidente francés, Emmanuel Macron, saluda a la multitud durante su gira con el rey de Marruecos. Stringer

África

Marruecos y Francia escriben "un nuevo libro juntos": la visita de Macron cierra la crisis con el sacrificio del Sáhara Occidental

Rabat (Marruecos)
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Tres días han sido más que suficientes para revolucionar Marruecos. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha puesto fin a una visita oficial de tres días que termina con la reafirmación del apoyo de París al plan de autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental y con más de una veintena de acuerdos estratégicos en sectores como la industria ferroviaria o las energías renovables que ascienden hasta los 10.000 millones de euros.

Tras tres años de crisis diplomáticas, la visita de Macron a Rabat, junto a un séquito de más de 100 representantes políticos, empresarios y personalidades culturales, sella la reconciliación entre ambos socios. En un discurso ante las dos cámaras marroquíes y animados por los aplausos de los oyentes, Macron señaló el pasado martes 29 de octubre que Marruecos y Francia están decididos a “escribir un nuevo libro juntos”.

Respecto a la nueva posición de París sobre el Sáhara Occidental, Macron insistió, en el mismo discurso, que “el presente y el futuro del Sáhara Occidental se inscriben en el marco de la soberanía marroquí”.

Tanto es así que la página web del Ministerio de Exteriores galo ya ha renovado el mapa del país del norte de África y ahora la prensa marroquí se pregunta si Francia abrirá pronto un consulado en la ciudad de El Aiún, en el Sáhara Occidental. Además, el presidente galo insistió que su posición “no es hostil a nadie”, sobre todo, en alusiones a Argelia, excolonia de Francia y hogar del Frente Polisario.

Otros grandes temas

La primera visita de Macron a Marruecos en seis años también ha quedado marcada por el avance en las relaciones económicas. Sobre todo, destaca la participación de los grupos franceses Alstom y Egis en la construcción y desarrollo del segundo tramo de la línea de alta velocidad entre las ciudades de Tánger y Marrakech, así como otras líneas hacia el sur del país pendientes de construcción.

Además de la alta velocidad, Francia también ha dado un paso agigantado en su participación en sectores como el hidrógeno verde con Total Energies, en la energía eólica de la mano de EDF y en la mayora desaladora del continente africano, que quedará bajo el control de Veoila. Otro de los éxitos económicos remarcables cae en la gestión de una de las terminales del puerto de Nador. La tercera compañía del mundo en transporte de contenedores, CMA-CGM, controlará el enclave portuario.

La inmigración también ha tomado protagonismo. Durante su intervención, Macron afirmó que ambos países “deben tener una cooperación natural y fluida para obtener más resultados” en la lucha contra la inmigración ilegal.

El nuevo ministro de Interior francés, Bruno Retailleau, se reunió con su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, y abordaron varios temas, entre ellos, los procedimientos de repatriación de los ciudadanos marroquíes expulsados de Francia. Entre 2021 y 2022, París decidió reducir a la mitad el número de visados concedidos a la población de origen marroquí, lo que levantó tensiones con Rabat.

Sorpresas y estrenos

La visita también ha abarcado lo cultural, sobre todo con la inauguración del Gran Teatro de Rabat como uno de los eventos más relevantes. El edificio, que se completó hace tres años y había estado cerrado al público, ha quedado inaugurado por Brigitte Macron, esposa del presidente francés, y Lalla Hasna, hermana del rey de Marruecos. Diseñado por la arquitecta Zaha Hadid, el teatro se levantó con un presupuesto de 200 millones de euros. En la ceremonia también estuvieron presentes la ministra de Cultura marroquí, Rachida Dati, y la directora de la Unesco, Audrey Azoulay.

Entre las caras de la familia real marroquí y las personalidades políticas de ambos países, ha destacado la participación de la princesa, Lalla Khadija. De 17 años de edad e hija de Mohamed VI, se ha mostrado públicamente en un evento oficial tras cinco años de ausencia. Su última participación en un acto real fue en 2019, cuando asistió a la recepción del rey Felipe VI de España y la reina Letizia, así como a la visita del papa Francisco a Marruecos en marzo de ese mismo año.

Más allá de la política y la economía

La visita de la comitiva francesa a Rabat también ha dejado imágenes de rostros populares en otros ámbitos como el fútbol o la literatura. El lateral del PSG, Achraf Hakimi, estuvo presente el martes 29 por la noche como invitado de honor en la cena organizada en el Palacio Real de Rabat. Durante la visita, Macron mencionó en varias ocasiones la “pasión compartida” de los dos países por el fútbol y expreso la esperanza de que el Mundial de Marruecos, España y Portugal 2030 sea “un éxito”.

Entre las personalidades que han rodeado a Macron estos días, también destacan Edgar Morin, sociólogo y filósofo; Leila Slimani, reconocida escritora de origen marroquí asentada en París; el rapero y compositor Lartiste; el escritor y director Bernard-Henry Lévy; o la actriz Arielle Dombasle.