'El diario secreto de John F. Kennedy': un joven de EEUU por Europa antes de la II Guerra Mundial
La editorial Vegueta publica por primera vez en español las memorias del expresidente en su viaje de 1937, 26 años antes del "ich bin ein Berliner".
17 mayo, 2024 11:40En el verano de 1937, John F. Kennedy, junto con su amigo Kirk LeMoyne 'Lem' Billings, realizó un viaje por Europa. Esta travesía, que lo llevó de Italia a Inglaterra, pasando por Francia, Alemania y Austria, le permitió observar de primera mano el clima político y social del continente en un período previo a la Segunda Guerra Mundial.
Los diarios estudiantiles de Kennedy conforman una imagen fiel del punto de vista de un futuro presidente de EEUU durante un viaje que resultó clave para formular sus ideas posteriores sobre la democracia y liderar la Guerra Fría. Hasta ahora escondidos en la Biblioteca Presidencial de John F. Kennedy en Boston, acaban de ser publicados por la editorial Vegueta a modo de diario personal y bajo el título El diario secreto de John F. Kennedy.
Este jueves, la edición española fue presentada en la sede de la Real Academia Española. La directora de Vegueta, Eva Moll, dio la palabra al director de la RAE, Santiago Muñoz Machado; al editor y autor del epílogo, el filólogo alemán Oliver Lubrich; y a la embajadora de Estados Unidos en España, Julissa Reynoso. La edición de Vegueta contiene numerosas fotografías de archivo, una introducción de Muñoz Machado y un epílogo de Lubrich.
[Kennedy, diario de un viaje a la Europa que encendió la II Guerra Mundial]
El libro ofrece un relato sin adulterar de los pensamientos y sentimientos de JFK. Superficialmente, presenta una imagen de dos jóvenes disfrutando de su verano, haciendo turismo, yendo al cine, a bares y clubes nocturnos. "Su amigo ['Lem'] era homosexual, y aquello no impidió nada. Además, uno puede ver en el diario que Kennedy tenía muchas novias", dijo la embajadora estadounidense en la presentación.
Pero detrás de esto encontramos, en las observaciones y encuentros políticos de Kennedy, la alargada sombra del nazismo. En retrospectiva hay puntos ciegos y errores de juicio, como una reflexión en la que el futuro presidente de EEUU afirma que las razas nórdicas "son superiores a las del sur de Europa". Encontramos así el "proceso de entendimiento" del propio joven, que acababa de cumplir los 20 años, afirma Lubrich.
Pero El diario secreto de John F. Kennedy también contiene ideas de gran actualidad, por ejemplo sobre el populismo y la propaganda y sus potentes efectos. En este viaje y durante sus posteriores viajes por Alemania, Kennedy se enfrentó a las cuestiones cruciales de su posterior presidencia: ¿Cómo funciona una dictadura? ¿Cómo se puede contrarrestar un concepto alternativo de sociedad? ¿Y cómo se puede evitar una guerra inminente? Las políticas europea y rusa de Kennedy y también su famoso discurso de Berlín de 1963 ("Ich bin ein Berliner") deben entenderse en este contexto.
Desde ciudades como Múnich, Núremberg, Colonia y Ámsterdam, Kennedy relata sus impresiones. "Llegamos a Múnich sobre las ocho y fuimos a la cervecería Hofbräuhaus, que fue muy interesante. Aquí, Hitler parece ser tan popular como Mussolini en Italia, aunque la propaganda parece ser su mayor arma", anota. El diario concluye en Londres, donde Kennedy plantea cuatro preguntas introspectivas que la historia se ha encargado de responder.
En aquel momento, la España de la Guerra Civil se escapaba de la ruta del futuro presidente estadounidense. Kennedy llegó hasta la frontera francesa con España, en San Juan de Luz, donde describe con horror una corrida de toros. "Muy interesante, pero muy cruel, sobre todo cuando el toro embistió al caballo", escribe. Le sorprende y espanta la diversión que el público parece encontrar en ver al caballo correr con las entrañas colgando. También menciona la Guerra Civil española desde Irún: "Un Gobierno demasiado dividido como para unir a España. Inglaterra se inclina un poco hacia Franco".
La embajadora Reynoso, que inauguró su ponencia con un emocionante "nunca me imaginé que iba a estar aquí", expuso: "Kennedy y yo estudiamos en el mismo lugar, en Harvard. Eso sí, bajo distintas circunstancias. Después de nuestros estudios, yo tuve la suerte de llegar a España, algo que fue imposible para el presidente en 1937".