Donald Trump estrecha la mano a Robert F. Kennedy Jr., durante un acto de campaña en  Glendale (Arizona).

Donald Trump estrecha la mano a Robert F. Kennedy Jr., durante un acto de campaña en Glendale (Arizona). Reuters

EEUU

RFK Jr., de negacionista antivacunas a ofrecerse a Trump como peor postor

El controvertido integrante de los Kennedy retira su candidatura independiente y ofrece su apoyo a Donald Trump con repercusiones impredecibles.

24 agosto, 2024 03:56
Nueva York

Robert Francis Kennedy Jr., conocido por sus siglas RFK Jr., ha culminado un trayecto ideológico que empezó el año pasado, cuando abandonó el Partido Demócrata y continuó con una candidatura independiente a la Casa Blanca hasta integrarse finalmente en el círculo del republicano Donald Trump, a quien ha ofrecido su apoyo tras tantear sin éxito a la aspirante demócrata, Kamala Harris.

“Tres grandes causas me llevaron a lanzar mi campaña en primer lugar, y son las mismas por las que dejé el Partido Demócrata para postularme como independiente, y ahora a dar mi apoyo al presidente Trump”, indicó durante una rueda de prensa en Phoenix, Arizona, cuyas repercusiones pueden alterar el juego en los estados decisivos.

Kennedy Jr., miembro de uno de los linajes más poderosos de Estados Unidos, rompió así con la tradición progresista de su familia.

De hecho, cuando aún seguía hablando, hasta cinco de los hermanos Kennedy publicaron inmediatamente una declaración conjunta en Instagram diciendo que su decisión de respaldar a Trump era “una traición a los valores que nuestro padre y nuestra familia más quisieran".

Su ruptura definitiva llega tras unos años de exposición mediática en los que ha demostrado ser un verso suelto con posiciones controvertidas ante todo tipo de asuntos, cercano incluso a las teorías de conspiración y al movimiento negacionista antivacunas.

“Con el respaldo del presidente Trump voy a dotar de personal a las agencias con científicos honestos. (…) Vamos a reformar todo el sistema alimentario", dijo, implicando que recibirá en contrapartida una posición en la administración de Trump si gana las elecciones.

Asimismo, afirmó seguir en la lucha contra "grandes productores de alimentos, las grandes farmacéuticas y las grandes empresas agrícolas”. "Dentro de cuatro años, Estados Unidos será un país saludable. No voy a fallar en hacer esto".

Los efectos de la retirada de su candidatura se notarán en los sondeos que se realicen la próxima semana, pues muchas de las encuestadoras lo incluían como tercera opción al preguntar a los ciudadanos sobre sus intenciones de voto.

Antes de la retirada de Joe Biden, algunos estudios le daban en el 10% y el 15% de apoyos, imposible para resultar competitivo en un sistema tan bipartidista como el estadounidense pero sí lo suficientemente fuerte como para restar sufragios a las candidaturas de Harris y Trump en los estados clave.

Caída de apoyo

Sin embargo, su poder de atracción se ha enfriado conforme se va a acercando la fecha de los comicios: en el último sondeo elaborado por la televisión y radio públicas de EEUU (NPR/PBS News/Marist) apenas lograba el 5% de los apoyos.

Lo que nunca ha estado claro es a quién podría haber perjudicado una fuga de votos hacia su candidatura de seguir adelante como independiente.

Por un lado, sus posiciones conspiratorias sobre la pandemia del coronavirus y su lenguaje provocativo lo acercaban a los seguidores de Trump. Si estos, en los estados más ajustados, se hubieran decantado por su papeleta haría resultado en una importante merma de apoyos para el candidato republicano.

Por el otro, Kennedy Jr. también apelaba a los demócratas. El año pasado inició una candidatura alternativa a la de Biden y Harris en las primarias de su partido que no prosperó. Y su trabajo anterior como abogado activista contra el cambio climático podía resultar atractivo para algunos votantes descontentos con el liderazgo de Biden.

Un indicio del apoyo que estaba congregando entre algunos votantes demócratas lo da el hecho de que su intención de voto cayó del 10% al 5% inmediatamente después de que Harris sustituyera al Biden como candidata presidencial, según el agregado de sondeos elaborado por FiveThirtyEight.

En cambio, aún resulta la primera opción para el 7% de los votantes indecisos o independientes, que ahora le verán hacer campaña por Trump.

En estados como Arizona o Pensilvania, donde ambos candidatos tienen empate técnico, el voto de esa masa de ciudadanos es decisivo para llevarse todos los delegados, pues siguen un sistema de circunscripción única.

Tanteó a Kamala

Esos votantes tendrán que dirimir también si el apoyo a Trump es orgánico o se debe que ha sido el único postor dispuesto a recibirle en un momento especialmente difícil para sus aspiraciones presidenciales.

Según el Washington Post, Kennedy Jr. pidió una reunión la semana pasada con Harris para negociar un puesto en su futura administración si resultaba ganadora, a cambio de ofrecerle su apoyo.

El equipo de Harris no mostró interés en la propuesta, según señalaron personas cercanas a las conversaciones.

Con la otra opción, su integración en el trumpismo, Kennedy Jr. se libra así de una campaña que se estaba poniendo cuesta arriba e iba a agotar sus fondos.

Las normas electorales de Estados Unidos ponen muy difícil la presencia de candidatos independientes en las papeletas de los estados para preservar un sistema bipartidista forjado durante décadas.

A principios de esta semana, su campaña estaba sólo confirmada en las papeletas de 19 estados, incluidos los indecisos de Michigan y Carolina del Norte, y había presentado solicitudes en decenas de territorios, algunas apeladas en los tribunales por los propios demócratas.

De hecho, esta semana retiró su candidatura de Arizona, otro lugar clave en los comicios, ya que las 110.000 firmas que había reunido para poder figurar en la papeleta estatal no se recabaron de acuerdo las normas del estado.

Repudiado por los Kennedy

Kennedy Jr. es el integrante del clan que más dudas ha expresado acerca de la muerte de sus familiares. Nacido en 1954 (70 años) en Washington DC, vivió la muerte de su padre, el fiscal general y senador Robert F. Kennedy, tras ser disparado en un hotel de Los Ángeles en 1968 cuando acababa de ganar las primarias de California y se perfilaba como futuro candidato a la presidencia.

Su tío, el carismático John F. Kennedy, fue asesinado en Texas en 1963 cuando ejercía como uno de los presidentes más populares del país.

Ambos crímenes parecen haber forjado en él una actitud desconfiada y crítica hacia las versiones oficiales: “Me preocupa que la persona equivocada pueda haber sido condenada por matar a mi padre”, dijo hace unos años al Washington Post tras reunirse en prisión con el hombre condenado por matar a su padre.

Aunque siempre fue un personaje público vinculado al activismo medioambiental (apoyó fervientemente la campaña presidencial de Al Gore en 2000) y cuenta con una dilatada carrera en bufetes de abogados tras educarse en Harvard y la London School of Economics, el nombre de Kennedy Jr. saltó a la primera línea de la palestra mediática durante la pandemia del coronavirus de 2020.

Los medios de comunicación no dejaron escapar un titular tan jugoso como que un integrante de los Kennedy se alineara con las confabulaciones nacidas en las profundidades de Internet que hasta entonces sólo habían encontrado altavoz en los círculos trumpistas’más radicales.

En su largo historial de maquinaciones, Kennedy Jr. describió sin fundamentos científicos a la Covid-19 como un “arma biológica” diseñada para “atacar a las personas caucásicas y negras” y comparó las restricciones de movimiento impuestas durante la pandemia con la Alemania Nazi durante una manifestación antivacunas en Washington DC.

Su cruzada contra las autoridades sanitarias fue de tal magnitud que en 2022 publicó un libro en el que acusa al exasesor médico de la Casa Blanca, Anthony Fauci, de conspirar con el fundador de Microsoft, Bill Gates, y otras compañías farmacéuticas en investigaciones médicas desde hace décadas.

Muchos años antes, desde mediados de los años 2000, ya inició una campaña plagada de inexactitudes contra las vacunas y sus supuestos efectos secundarios en menores.

El resto de los Kennedy, por su parte, apoyan férreamente a Harris y estuvieron presentes en la Convención Demócrata celebrada esta semana en Chicago.