El 'Obama del Sena': Karim Bouamrane se cuela en las quinielas como primer ministro de Francia

Hijo de padres inmigrantes marroquíes y nacido en la comuna francesa Saint-Ouen. Con un máster en economía y derecho europeo, el alcalde políglota comenzó su carrera política en 1995, al ser elegido concejal municipal de su ciudad natal, Saint-Ouen. Al principio se afilió al Partido Comunista, pero más tarde se unió a los socialistas, convirtiéndose en su portavoz local. 

Bouamrane ha sido alcalde socialista desde 2020 de Saint-Ouen, en el departamento de Sena-San Denis. Desde 2022 preside el Consejo de Supervisión de 'la Société du Grand Paris'.

Entre los objetivos políticos que se marcó para su localidad, quien ahora suena como primer ministro se comprometió a construir nuevos colegios, mejorar las infraestructuras y, en general, ofrecer más oportunidades a la comuna. En el departamento, el 28,6% de los habitantes viven por debajo del índice de pobreza. Prometió construir 'un camino' hacia "la adopción de las medidas necesarias en favor de los salarios bajos, los servicios públicos, la sanidad, la vivienda y la seguridad".

El presidente Emmanuel Macron, se ha reunido en varias ocasiones con Bouamrane  en los últimos años, ya que Saint-Ouen ha sido uno de los lugares que ha recibido a los atletas olímpicos durante los Juegos celebrados en julio y agosto.

Su estrategia era utilizar los Juegos Olímpicos como arma política "para concienciar y empoderar a toda una generación", señala The New York Times. En el evento deportivo Bouamrane obtuvo una 'explosión mediática' con la que dejó su huella mediante la aplicación de políticas de transformación urbana y la defensa de valores progresistas. "Hubo Los Ángeles, Barcelona, Pekín, Londres, Sydney, y ahora, está Saint-Ouen". 

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Ronda de consultas

En una entrevista de La Voix du Nord, publicada esta semana, Bouamrane negó que  se estuviese postulando como candidato del partido a primer ministro, y mostró su apoyo a Lucie Castets. Otros nombres que potencialmente podrían asumir el cargo son Bernard Cazeneuve, Xavier Bertrand, Jean-Louis Borloo, Valérie Pécresse y Michel Bernier. 

Macron comenzó este viernes las reuniones con los partidos políticos para elegir a un nuevo primer ministro, con la recepción, en primer lugar, de los representantes de la coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP).

Los líderes de todos los partidos de la alianza -formada por el Partido Socialista, Los Ecologistas, el Partido Comunista Francés y La Francia Insumisa- y sus jefes de grupo en las cámaras legislativas llegaron al Elíseo juntos, para dar imagen de unidad, y aseguraron que "no hay plan B a Lucie Castets", cerrando la puerta a otros posibles candidatos propuestos por su formación.

"Hemos venido a recordar al presidente la importancia de respetar el resultado de las urnas", indicó Castets, antes de recordar que la coalición de izquierdas es la única que tiene tanto un programa como una candidata. "Si el presidente de la República tomara otra decisión, estaría enviando la señal de que no ha escuchado la exigencia del pueblo francés de un cambio de rumbo y de método", completó.

La coalición de izquierdas era el primer partido en la agenda de reuniones de Macron por ser el bloque con más diputados en la Asamblea Nacional que salió de las elecciones del 7 de julio pasado.

Sin embargo, sus 193 diputados (contando a sus socios) están muy lejos de la mayoría absoluta para gobernar en solitario (289 escaños) y el resto de grandes bloques amenazan con tumbar cualquier gobierno que integre figuras de la radical La Francia Insumisa.

Macron, por su parte, ha insistido en que antes de nombrar un primer ministro los partidos debían dialogar para construir mayorías estables que garanticen la gobernabilidad.

Tras el NFP, Macron recibirá a los representantes de su propio partido y a los conservadores de La Derecha Republicana, además de otras formaciones minoritarias.

El lunes será el turno de la extrema derecha de Marine Le Pen, que apuntaba a la victoria en las elecciones de julio pasado pero se tuvo que conformar con la posición de tercera fuerza en la Asamblea Nacional debido al cordón sanitario organizado por el resto de partidos.