El 'tour' de Trump en su vuelta a casa: del "bienvenido" de Biden al baño de masas republicanas con Musk en el Capitolio
- El próximo presidente de EEUU acudió al Congreso para dar instrucciones a su nueva mayoría acompañado del hombre más rico del mundo.
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“Bienvenido de nuevo. La transición será tan fluida como pueda ser”. Con esas palabras, el presidente saliente de estados unidos, el demócrata Joe Biden, saludó en el Despacho Oval al ganador de las elecciones de EEUU y futuro mandatario del país por segunda vez, Donald Trump. El regreso del nuevo presidente electo a la capital del país, un Washington DC que desde enero contará con mayorías “trumpistas” en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, incluyó también una reunión a puerta cerrada con los congresistas republicanos de la Cámara de Representantes, que en el próximo mandato deberán decidir políticas tan decisivas como frenar o seguir con los envíos de armas a Ucrania o la promesa de reformar el gobierno federal para reducir “gastos innecesarios”.
Asimismo, tras la llegada de Trump los senadores republicanos -que también han recuperado la mayoría- eligieron al moderado John Thune como su nuevo líder en la Cámara Alta, una de las posiciones con más poder de negociación en Estados Unidos y a la que aspiraban otros candidatos más extremistas. Mike Johnson, por su parte, también ganó por unanimidad la nominación para continuar como presidente de la Cámara Baja, aunque esta deberá ser confirmada en enero.
La elección de Thune y Johnson, dos perfiles moderados del ala republicana con cierta oposición en la escisión más extremista, estuvo acompañada de dos nombramientos también confinados en la capital estadounidense: Marco Rubio, hasta ahora senador por Florida, como secretario de Estado y el congresista Matt Gaetz, también de Florida, como nuevo fiscal general a pesar de su historial de polémicas.
Un encuentro esperado
Sin embargo, la atención mediática estuvo puesta en el encuentro de Trump con Biden en la Casa Blanca, retransmitido en directo por todas las televisiones nacionales del país. Sobre el coloquio privado entre los dos mandatarios, Trump indicó en declaraciones al New York Post que abordaron la invasión rusa de Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás.
“Quería saber su opinión sobre dónde estamos y qué piensa. Y me la dio, fue muy amable”, dijo Trump al diario.
Posteriormente, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, señaló que el republicano llegó con una lista de cuestiones sobre asuntos de actualidad pero no dio más detalles.
A su llegada al Despacho Oval, los mandatarios posaron para la prensa gráfica e intercambiaron unas palabras de cortesía antes de que sus dos equipos se reunieran sin la presencia de periodistas.
“La política es difícil, y en muchos casos no es un mundo muy agradable, pero hoy es un mundo agradable y lo aprecio mucho”, respondió Trump a la promesa de Biden de “garantizar una transición pacífica”. El republicano no tomará posesión hasta la semana del 20 de enero, tal y como ordena el protocolo estadounidense.
La última vez que los estadounidenses vieron un encuentro formal entre un presidente saliente y otro entrante fue en 2016, cuando Barack Obama invitó Trump a un coloquio de 90 minutos que ambos describieron como “cordial”.
En 2020, Trump se negó a recibir a Biden y a seguir los protocolos de transición de poder por no reconocer su derrota, culminando con el asalto al Capitolio del 6 de enero, pero sí dejó escrita una carta a Biden en el despacho oval el día de su inauguración, a la que tampoco acudió. El contenido de ese mensaje nunca se publicó, por voluntad de ambos lados, pero Biden dijo a los periodistas que fue un mensaje “generoso”. Cuatro años antes, Trump quedó tan impresionado por la carta que le dejó Obama que le contactó para agradecérselo, según filtró la CNN.
Por su parte, Melania Trump -quien se ha mantenido ajena durante la práctica totalidad de la campaña de su marido-, declinó la invitación de la actual primera dama, Jill Biden, quien no obstante entregó a Trump una carta dirigida a Melania.
Moderados al frente del Congreso
Antes de acudir a la Casa Blanca, el presidente electo se reunió con los congresistas republicanos de la Cámara de Representantes, quienes aspiran a recuperar el control del hemiciclo a falta de que se confirme su victoria en una decena de distritos donde el recuento va más lento que en el resto del país.
“Ganamos en todos los sentidos, los siete estados indecisos, por mucho", celebró Trump al ser recibido con un solemne aplauso en el Capitolio estadounidense.
El líder republicano aprovechó esa visita para mostrar su apoyo al actual presidente de la Cámara, el también republicano Mike Johnson, quien aspira a la reelección a pesar de que la escisión más conservadora del grupo republicano tiene reticencias hacia su liderazgo pragmático, pues ha firmado acuerdos con los demócratas durante el mandato de Biden. "Estoy con él todo", dijo Trump, pidiendo implícitamente el apoyo unánime.
Por su parte, el grupo republicano que a partir de enero ostentará la mayoría del Senado -hasta ahora en manos de los demócratas- eligió en segunda ronda de votación a John Thune, senador por Dakota del Sur, como su nuevo líder.
“Tenemos un mandato del pueblo estadounidense, un mandato no solo para limpiar el desorden dejado por la agenda de Biden, Kamala Harris y Chuck Schumer, sino también para cumplir con las prioridades del presidente Trump”, indicó tras resultar elegido para un cargo que desde 2007 ostentaba Mitch McConell, quien se retirará a sus 82 años.
Thune ha conseguido oponerse, no obstante, a los senadores John Cornyn, de Texas, y Rick Scott, de Florida, este último mucho más alineados con la escisión más extremista y conservadora del Partido Republicano.
Límite en el mandato
Aunque la mayor parte del encuentro de Trump con los congresistas fue a puerta cerrada, la prensa estadounidense destacó que en un momento el liderazgo republicano ironizó con la posibilidad de extender su estancia en la Casa Blanca, limitada a dos mandatos por presidente según la Constitución estadounidense.
“Sospecho que no volveré a una campaña electoral a menos que digan: 'Es tan bueno que tenemos que pensar en algo'”, indicó el presidente electo.
De acuerdo con el New York Times, en esa reunión el actual presidente de la Cámara Baja prometió a la congresista Marjorie Taylor Greene que no se enviaría más dinero a Ucrania, un punto que de momento no ha confirmado el equipo de Trump, pero que ha dominado su campaña.
Presencia de Elon Musk
La multitudinaria reunión sirvió también para exponer el cambio de ciclo en el que entrará la capital estadounidense a partir del año que viene. De hecho, Trump estuvo acompañado del magnate Elon Musk, a quien ha pedido que dirija un nuevo “departamento de eficiencia pública” para reformar la administración y recortar gasto público. Por el momento, ese organismo no está contemplado en el Gobierno estadounidense y servirá solo como órgano consultivo a pesar de su nombre.
De acuerdo con los presentes en las reuniones, Musk no intervino y se limitó a acompañar a Trump y charlas con algunos congresistas.
Polémico nombramiento
El presidente electo, está dando a conocer a gran velocidad los nombramientos de su próxima Administración. Sin embargo, el anuncio de nominar al congresista Matt Gaetz para el cargo de fiscal general ha despertado suspicacias también entre algunos republicanos.
“Pasamos de algunas selecciones sólidas, a algunos comodines interesantes, a algunos que son más que controvertidos, a los que de ninguna manera son confirmables”, apuntó al diario Político el estratega republicano Matthew Bartlett.
Gaetz, quien ya ha dimitido como congresista para someterse al proceso de nominación, tenía pendiente una investigación abierta en el comité ético del Congreso por conducta sexual, abuso de sustancias y otras acusaciones relacionadas con su conducta. Es, además, uno de los políticos más polémicos e incendiarios del Partido Republicano y su confirmación por parte de las dos cámaras del Congreso se plantea como la más complicada de todas.
Las cámaras de la CNN, de hecho, captaron la confusión de algunas de las voces más prominentes del partido tras el sorprendente anuncio: “No lo sé. Voy a tener que pensar en eso”, acertó a decir el congresista Lindsey Graham, miembro de alto rango del Comité Judicial del Senado, que tendrá que entrevistar a Gaetz antes de votar su nombramiento.