Una juez federal bloquea la orden de Trump de congelar los préstamos y subvenciones que afectaría a millones de personas
La Casa Blanca defiende que el uso de recursos federales para políticas contrarias a la agenda del presidente "es un desperdicio de dinero".
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Un juez federal ha bloqueado temporalmente la orden de la Casa Blanca que a partir de este martes pausaba todas las subvenciones y préstamos desembolsados por el gobierno federal, una medida radical que, según defendió, es necesaria para alinear los programas con las prioridades del presidente Donald Trump.
La decisión, cuyo alcance aún se desconoce, podría afectar a numerosos programas de educación y atención médica, asistencia para vivienda, ayuda en caso de desastres y una serie de otras iniciativas que dependen de miles de millones de dólares federales.
En una audiencia en un tribunal federal de Washington, la jueza de distrito Loren AliKhan ha ordenado a la administración Trump que no bloquee las "adjudicaciones abiertas", o fondos que ya están programados para ser desembolsados, hasta al menos el 3 de febrero.
Ha afirmado que este fallo es temporal y tiene la intención de "mantener el status quo", pero no impide que la administración Trump congele la financiación de nuevos programas, ni le exige que reinicie la financiación que ya ha terminado.
En el memorándum de la medida de Trump difundido el lunes a las agencias federales, Matthew Vaeth, el jefe interino de la Oficina de Administración y Presupuesto, que supervisa el presupuesto federal, se establece que esta pausa no afectaría los pagos de la Seguridad Social o Medicare ni la "asistencia brindada directamente a las personas". Por ello se supone que quedarían fuera de esta pausa la ayuda alimentaria para los pobres y los pagos por discapacidad, aunque no queda claro si se verían afectados los programas de atención médica para veteranos y personas de bajos ingresos.
Vaeth señaló que el uso de recursos federales para políticas contrarias a la agenda del presidente "es un desperdicio de dinero de los contribuyentes que no mejora la vida cotidiana de aquellos a quienes servimos".
El memorándum señala que esta pausa incluía cualquier dinero destinado "a la ayuda extranjera" y a "organizaciones no gubernamentales", entre otras categorías.
En una tormenta de órdenes ejecutivas la semana pasada, Trump cerró todos los programas de diversidad, impuso una congelación de contrataciones, envió a los funcionarios de seguridad nacional a casa, ordenó una pausa en la ayuda exterior y buscó quitarles las protecciones laborales a miles de funcionarios públicos.
Las ONG, alarmadas
El Gobierno federal proporciona dinero a un amplio grupo de organizaciones sin ánimo de lucro, muchas de las cuales reaccionaron con consternación.
Por ello, tres grupos que representan a organizaciones sin ánimo de lucro, profesionales de la salud pública y pequeñas empresas presentaron el martes una demanda en un tribunal federal en Washington contra la directiva del gobierno de Trump.
"Esta orden es un incendio para las organizaciones sin ánimo de lucro y las personas y comunidades a las que sirven", denunció Diane Yentel, presidenta y directora ejecutiva del Consejo Nacional de Organizaciones sin Fines de Lucro, en un comunicado. "Desde la pausa en la investigación sobre curas para el cáncer infantil hasta la suspensión de la asistencia alimentaria, la lucha contra la violencia doméstica y el cierre de líneas telefónicas de ayuda para suicidas, el impacto de incluso una breve pausa en la financiación podría ser devastador y costar vidas".
Los demócratas, por su parte, calificaron esta medida de la Administración Trump de "ilegal" y "peligrosa".
En una carta a Vaeth enviada el lunes por la noche, la senadora estadounidense Patty Murray y la representante estadounidense Rose DeLauro, las demócratas de mayor rango en los comités de asignaciones del Congreso, dijeron que esta orden "sin precedentes" tendrá "consecuencias devastadoras en todo el país".
"Le escribimos hoy para instarle en los términos más enérgicos posibles a que defienda la ley y la Constitución y garantice que todos los recursos federales se entreguen de acuerdo con la ley", reclamaron los demócratas.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, dijo que la administración no tenía la autoridad para detener el gasto que había sido aprobado por el Congreso y que la orden, si se implementaba, perjudicaría a millones de estadounidenses.
"Significará la pérdida de nóminas y pagos de alquiler y todo lo demás: caos para todo, desde universidades hasta organizaciones benéficas sin fines de lucro, asistencia estatal en caso de desastre, fuerzas de seguridad locales, ayuda a los ancianos y comida para los necesitados", dijo Schumer en una publicación en X el lunes por la noche.
El representante estadounidense Tom Emmer, el tercer republicano en la Cámara de Representantes, defendió que Trump simplemente estaba cumpliendo sus promesas de campaña.
"Hay que entender que fue elegido para cambiar el status quo. Eso es lo que va a hacer. No va a ser como siempre", dijo Emmer a los periodistas en un encuentro político republicano en Miami.