El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, muestra la orden ejecutiva sobre los aranceles recíprocos, flanqueado por su nominado a secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, en el Despacho Oval de la Casa Blanca. Reuters
Trump pone en marcha los "aranceles recíprocos" a la UE como respuesta al IVA: "Este sistema traerá de nuevo justicia"
Afirma que los afectados pueden reducir sus aranceles o eliminarlos y que no aceptará envíos de mercancías desde terceros países para evitar su pago.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva para imponer "aranceles recíprocos" a todos los países que gravan productos estadounidenses con el fin de igualar las tarifas que esas naciones aplican a las exportaciones estadounidenses. En el caso de la Unión Europea, uno de los principales damnificados por esta medida, Trump ha subrayado que se trata de una respuesta al impuesto sobre el valor añadido (IVA) que califica como "un arancel encubierto", además de criticar las multas con las que la Comisión Europea sanciona a tecnológicas estadounidenses.
"Este sistema de aranceles recíprocos traerá de nuevo la justicia", clamó Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca, en la que subrayó que los países afectados por esta medida pueden reducir sus aranceles o eliminarlos y que además EEUU no aceptará envíos de mercancías desde terceros países para evitar su pago.
Esta nueva andanada de aranceles llega horas antes de recibir en la Casa Blanca al primer ministro indio, Narendra Modi, cuyo país ha denunciado el republicano cuenta con elevados aranceles que bloquean las importaciones estadounidenses. Otras naciones afectadas son China, Japón o Corea del Sur.
Estos aranceles no entrarán en vigor este jueves, sino que podrían comenzar a imponerse dentro de unas semanas o meses, mientras el equipo comercial y económico de Trump estudia las relaciones comerciales y arancelarias bilaterales, y los primeros en ser castigados serán aquellos con un mayor déficit comercial con Estados Unidos, según explicó un alto funcionario antes de la firma del memorando.
Según Bloomberg, el nominado por Trump para la Secretaría de Comercio, Howard Lutnick, habría informado a la prensa de que el estudio de las medidas a tomar debería estar listo para el 1 de abril, tras lo cual Trump tomará las riendas.
"Todo el mundo se ha aprovechado de EEUU y hemos pagado un precio alto por ello. Estados Unidos ha ayudado a muchos países a lo largo de los años con un gran coste financiero. Ahora es el momento de que esos países recuerden lo que hemos hecho por ellos y nos traten de manera justa", subrayó el republicano.
El documento firmado por Trump se centra en dos aspectos que, según él, han generado un trato "injusto" para EEUU en el comercio internacional: los aranceles impuestos por otros países a las exportaciones estadounidenses y las llamadas "barreras no arancelarias", que van desde regulaciones hasta tasas por el cambio de moneda.
De esta forma cada nación enfrentará aranceles personalizados. No se aplicará una tarifa uniforme del 10 % o 25 %, sino que la Administración establecerá tasas específicas en función de los aranceles y "barreras" comerciales que cada nación impone a EEUU.
Trump, que durante la campaña prometió reducir los precios al consumidor, reconoció este jueves que los precios en EEUU podrían subir en el corto plazo como resultado de sus medidas. "Los aranceles son geniales", apostilló.
Uno de los sectores más afectados podría ser el de la automoción que podría experimentar un aumento significativo en sus tarifas. Actualmente, Washington aplica un arancel del 2,5 % a los vehículos importados, pero esta cifra podría elevarse hasta el 27 %.
En la actualidad, la UE impone un arancel del 10 % a los automóviles importados, además del IVA comunitario, que es mínimo del 17%. Por tanto, con la nueva política, EEUU aplicaría una tarifa equivalente, sumando un 10 % de arancel y el porcentaje correspondiente del IVA, lo que podría elevar la tasa total hasta el 27 %.
Los aranceles como herramienta de presión
Desde su regreso a la Casa Blanca el republicano ha usado las amenazas arancelarias como herramienta de presión contra otros países, a pesar de que muchos economistas advierten de que este tipo de medidas podría generar una subida de precios dentro de Estados Unidos.
Trump inició el 1 de febrero la guerra comercial. Ese sábado anunció aranceles del 25 % para México y Canadá, sus vecinos y principales socios comerciales de EEUU, para el 4 de febrero, aunque dos días después suspendió un mes su imposición después de que ambos países accedieran a aumentar el control fronterizo para reducir el tráfico de fentanilo y la llegada de migrantes a territorio estadounidense.
En cambio, el magnate sí cumplió la imposición de un arancel adicional del 10 % para China, que fue respondido por gravámenes similares por parte del gigante asiático.
Este lunes firmó además otras dos órdenes ejecutivas para imponer gravámenes arancelarios del 25 % a todas las importaciones de aluminio y acero, que entrarán en vigor a partir del próximo 12 de marzo.
