Lo prioritario es recuperar la unidad y acordar una hoja de ruta compartida para el futuro de la Unión tras el trauma del brexit. Es el mensaje que han repetido todos los jefes de Estado y de Gobierno a su llegada al castillo de Bratislava, donde celebran este viernes su segunda cumbre sin Reino Unido. La canciller alemana, Angela Merkel, ha admitido que la UE se encuentra en una "situación crítica" y ha rebajado las expectativas: la crisis no puede arreglarse en una sola reunión.
"No hay que esperar una solución a los problemas de Europa en una sola cumbre. Estamos en una situación crítica. De lo que se trata es de mostrar a través de medidas que podemos ser mejores en las áreas de seguridad interior y exterior, lucha antiterrorista o cooperación en defensa", ha subrayado Merkel.
Para el presidente francés, François Hollande, la Unión Europea se encuentra en una encrucijada tras el brexit. Las alternativas son "la disolución" o "la voluntad común de dar un proyecto a Europa, un nuevo impulso". Hollande ha puesto el acento en la seguridad, la economía y los jóvenes. Y ha insistido en que la UE necesita más cooperación militar.
"Si Estados Unidos decide alejarse, la Unión debe ser capaz de defenderse por sí misma", ha resaltado Hollande. Se refería sin citarlo a las declaraciones del candidato republicano, Donald Trump, que ha puesto en duda el compromiso norteamericano de acudir en defensa de sus aliados en la OTAN.
Rebajar la tensión
Los líderes europeos han puesto el énfasis en la necesidad de rebajar la tensión y los enfrentamientos de las últimas semanas, causados sobre todo por la crisis de refugiados. El primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, ha desautorizado a su ministro de Exteriores, Jean-Asselborn, que esta semana pidió expulsar a Hungría de la UE por maltratar a los inmigrantes. "No es la posición oficial de Luxemburgo", ha dicho.
La cumbre de Bratislava debe servir para "mostrar unidad" y dejar claro que la UE seguirá adelante sin Reino Unido, ha afirmado el primer ministro eslovaco, Robert Fico, que ejerce de anfitrión porque su país ocupa la presidencia de turno de la Unión. "Es hora de lograr progresos en los problemas reales: migración, seguridad y bienestar social", ha apuntado el canciller austríaco, Christian Kern.
Para el primer ministro griego, Alexis Tsipras, la UE "no puede seguir caminando sonámbula en la mala dirección". Se necesita una "agenda de cambio" centrada en el crecimiento y la inversión, ha reclamado.
La única voz disonante en esta exhibición de unidad ha sido la del primer ministro holandés, Mark Rutte, que se ha quejado de que no se haya invitado a Bratislava a la primera ministra británica, Theresa May. Reino Unido sigue siendo un estado miembro de la UE, ha protestado.
Agenda de la cumbre
La cumbre empieza con una primera sesión de trabajo en la que los 27 tienen previsto hacer un diagnóstico sobre el estado de la Unión. Durante el almuerzo discutirán brevemente sobre el brexit y repetirán que no habrá negociaciones hasta que Londres no active la cláusula de divorcio, el artículo 50 del Tratado. Finalmente, la sesión de la tarde se dedicará a trazar una hoja de ruta de prioridades para los próximos meses en torno a tres ejes: inmigración, lucha contra el terrorismo y economía. Está previsto que la reunión concluya alrededor de las 18:30 horas.