Desde este lunes hasta el jueves, los jueces de la Corte Suprema de Reino Unido escucharán argumentos a favor y en contra de que el Gobierno de Theresa May pueda invocar el artículo de divorcio con la Unión Europea sin contar con el Parlamento. (El juicio puede verse en directo aquí).
En noviembre, el Ejecutivo conservador sufrió un duro golpe después de que el Tribunal Superior británico dictaminara que se requiere aprobación parlamentaria para activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa e iniciar las negociaciones de salida de la UE. El Gobierno ha recurrido la decisión y espera ahora que la Corte Suprema falle a su favor.
Éstas son las claves para entender el caso y sus posibles consecuencias:
¿CÓMO COMENZÓ EL CASO Y QUÉ DICEN LAS PARTES?
Los principales demandantes son la emprendedora Gina Miller, nacida en Guyana, y el peluquero Deir Dos Santos. Cuentan con el apoyo de una coalición de ciudadanos de diversas partes del Reino Unido, expatriados e incluso un gibraltareño.
Los demandantes cuestionan que el Gobierno tenga el poder para invocar por su cuenta el artículo 50 del Tratado de Lisboa y sacar a Reino Unido de la UE. Argumentan que, sin consentimiento del Legislativo, el Ejecutivo no puede quitar derechos a los ciudadanos conferidos a través de la Ley de Comunidades Europeas de 1972, que permite la aplicación de la legislación comunitaria en Reino Unido.
El Tribunal Superior les dio la razón, pero el Gobierno de May insiste en que sí tiene poder ejecutivo para activar el artículo 50, del mismo modo que firma tratados internacionales. Al inicio de la sesión este lunes, el fiscal general de Reino Unido, Jeremy Wright, ha afirmado que el Parlamento pudo haber limitado los poderes del Gobierno en múltiples ocasiones.
También están representados en el proceso los Gobiernos de Gales, Escocia e Irlanda del Norte, que no quieren que May vaya por su cuenta.
¿QUÉ ESTÁ EN JUEGO?
Como analizó EL ESPAÑOL, en principio, los parlamentarios no bloquearían la salida de la UE. Los británicos aprobaron en el referendo la salida de la Unión Europea y es difícil que los legisladores procedan contra sus electores. El Partido Laborista de Jeremy Corbyn ha dicho que no se opondrá al brexit.
Sin embargo, los planes de May de iniciar el divorcio antes del final de marzo podrían verse frustrados. También podría afectar a cómo se produce la salida: si se lleva a cabo un “brexit duro”, como parece que quieren los conservadores, o una ruptura más suave. Los laboristas reclaman un “brexit que funcione para Reino Unido” intentando mantener acceso al mercado único europeo.
Hay quien opina que, de perder ante la Corte, May podría convocar elecciones para reforzar su mandato y su proyecto para sacar a Reino Unido de los Veintiocho.
Con todo, no se espera que la decisión de los jueces supremos llegue hasta el año nuevo.
¿QUIÉNES TOMARÁN LA DECISIÓN?
Son once jueces, todos hombres salvo una mujer. Gina Miller, la demandante principal, ha asegurado que se está demonizando la figura de los jueces, como individuos enfrentados a la voluntad popular.
Ya cuando el Tribunal Superior falló a favor de los demandantes, las críticas llovieron sobre los jueces.
Este lunes, los miembros de la Corte Suprema han afirmado que no tomarán decisiones políticas y que sólo decidirán cuestiones de ley. Según la prensa británica, es probable que la Corte ratifique la decisión del Tribunal Superior, lo que desencadenaría un terremoto en Reino Unido.
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