Las incógnitas del ‘caso Chloe’, la modelo británica secuestrada en Italia
Las autoridades dudaron de la veracidad de la historia y el abogado de la joven pide no caer en sugerencias "desafortunadas".
9 agosto, 2017 03:01Chloe Ayling es una modelo británica de 20 años. Como otros tantos jóvenes, es una apasionada de las redes sociales. Allí lo comparte todo: sus fotos, sus momentos, qué hace, qué come, quién la acompaña o a dónde va. De esta manera la joven reduce voluntariamente su intimidad a la mínima expresión. Secuestrada el mes pasado en Italia, sus raptores pudieron rastrearla en todo momento hasta dar con ella. Y lo consiguieron.
Engañada, la joven acudió a Milán para hacerse una supuesta sesión de fotos que nunca se produjo. En cambio, Ayling fue raptada por Lukasz Herba, cuyo objetivo, según la versión oficial, era venderla como esclava sexual en Oriente Próximo a través de la ‘web profunda’, un espacio en Internet al cual no se puede acceder a través de los principales navegadores y motores de búsqueda.
Herba tenía en mente subastarla por más de 230.000 euros o bien que el agente de la modelo pagase la cantidad por el rescate. No obstante, el secuestrador que dice pertenecer a “Black Death Group”, una supuesta banda criminal dedicada al tráfico internacional de drogas, armas, explosivos y esclavos sexuales, la liberó después de seis días al enterarse de que Ayling era la madre de un niño de apenas un año.
El secuestrador la llevó al Consulado Británico en Milán, a pesar de que el rescate no fue pagado, según ha podido saber la policía. Ni el principio ni el final de esta historia encajaron a las autoridades italianas, encargadas de investigar este misterioso suceso con varias incógnitas por resolver.
Cómo se produjo el secuestro
Chloe Ayling acudió al punto de encuentro que le indicaron en la ciudad italiana, pero jamás escuchó el sonido del obturador que inmortalizaría sus poses. Lo que le esperaba era un secuestro.
Dos hombres se le abalanzaron encima, según ha relatado la joven. Uno de ellos la tapó la boca con cinta adhesiva para que no pudiera gritar, mientras que el otro le inyectaba una dosis de ketamina, una potente sustancia que se utiliza para anestesiar caballos.
Tras recuperar la conciencia, Ayling se dió cuenta que tenía las piernas y los brazos amordazados. “Cuando me desperté estaba vestida con un body rosa", según contó este lunes a los medios. En ese momento la joven se encontraba en el maletero de un coche, “dentro de una maleta” y donde “sólo era capaz de respirar a través de un pequeño agujero".
Las condiciones de su cautiverio
La modelo habría permanecido casi una semana encerrada en una casa las afueras de la ciudad de Turín, la cual habría sido alquilada para tal cometido. Allí estuvo atada a una cómoda de madera de la cama a la espera de ser subastada.
Su abogado, Francesco Pesce, ha dicho que la advirtieron que estaba siendo vigilada y que la matarían si trataba de huir, por lo que Ayling se vio obligada a colaborar con los raptores. La modelo testificó a la policía que había desarrollado una relación de confianza con su secuestrador y que incluso compartió una cama con él. Herba no llegó a atacar sexualmente a la modelo, pero sí le ofreció chocolate y ropa interior, según The Telegraph.
Tras seis días de cautiverio, Lukasz Herba entregó Ayling en el consulado británico. Según la versión oficial, desistió de cobrar un rescate al enterarse de que la británica era madre.
Las sospechas de la policía
La policía ha tenido dos motivos para sospechar de que todo se trataba de un montaje. El primero de ellos tiene que ver con cómo se produjo su liberación. A los agentes les resultó un tanto extraño que el raptor, a sabiendas de estar cometiendo un delito, se presentará en el consulado británico con su rehén. Como era de esperar, las fuerzas de seguridad detuvieron a Herba poco después.
En segundo lugar, y según lo que la propia Ayling ha contado a la policía, un día durante su cautiverio fue con Herba a comprar zapatos a un pueblo cercano del sitio donde estaba apresada, pues los había perdido durante el secuestro. En ningún momento trató de escapar, pues decía estar aterrada y temía ser asesinada sin emprendía una escapada.
Su abogado ha lamentado que escuchar a la gente "dudar de ella” porque su “escapada parece demasiado fácil” supone hacer sugerencias “desafortunadas”. "Sufrió una terrible experiencia", ha aseverado en la radio de la BBC, aunque también ha admitido que “entiende que la policía tenga dudas” sobre cómo ha sido el secuestro.
“Es una ingenua”
La modelo y agente Carla Belluci, amiga cercana de Chloe Ayling, defiende que no se trata de un montaje: "Sólo creo que es una buena chica, aunque un poco ingenua. ¿Podría haber sido engañada? Bueno, sólo quiero decir que es honesta y admitiría que la engañaron”, ha comentado en una entrevista en la televisión pública británica.
Lukasz Herba: ¿secuestrador o fanático?
En un primer momento el responsable de este suceso aseguró a la policía italiana que era un “asesino a sueldo” de “Black Death Group”. No obstante, Europol ha subrayado que sólo tiene una mención de esta banda en su base de datos, lo que no necesariamente implica que la misma exista.
Por otra parte, la policía italiana ha quitado hierro al asunto y considera que Lukasz Herba no es más que un “fanático” seguidor de Chloe Ayling. Sin embargo, el fiscal adjunto de Milán, Paolo Storari, ha dicho que “fanático o no, lo que está claro es que es un hombre muy peligroso que drogó a su víctima tan pronto como fue secuestrada y la puso dentro de una gran bolsa de viaje en el maletero de un coche”.
Asimismo, Herba también ha llegado a decir a la policía que tiene leucemia y, desesperado por dinero, entró en contacto con un grupo de rumanos en Birmingham que le presionaron para que se involucrara en el secuestro. "Su versión de los acontecimientos es apenas creíble, pero claramente no niega que estaba con ella durante los seis días de secuestro", ha señalado Storari.
También engañó a su novia
La pareja de Herba, Natalia, ha explicado al Daily Mail que él era un exitoso hombre de negocios que viajaba a Estados Unidos para conocer a nuevos clientes para su firma internacional, que produce pienso para pollos. Ambos estuvieron hablando y mandandose fotos como si él realmente estuviera en norteamérica, hasta que un amigo de ella le mandó una foto del secuestro. Entonces se dió cuenta de que su novio la estaba engañando y cometiendo un delito.
La supuesta demencia de Herba, sin embargo, no se queda ahí. Durante el secuestro, contactó con The Daily Mirror ofreciendo vender la historia de una "modelo británica secuestrado por la mafia rusa", junto con fotos de la Sra. Ayling.