Evgenia, la 'novia de Ucrania', de joyera a francotiradora: "Dicen que soy la 'genia de la guerra'"
Cuando era pequeña su padre le enseñó a disparar. Y al estallar la guerra decidió combatir en el frente: "Me dijeron que me necesitaban".
18 noviembre, 2022 03:19Evgenia Emerald es una mujer ucraniana de 31 años que vivía una vida tranquila en Kiev como diseñadora de joyas. Sin embargo, cuando el 24 de febrero Putin tomó la decisión de invadir Ucrania no lo dudó un instante y, en lugar de huir con su familia o de mirar hacia otro lado, decidió quedarse en su país y combatir en el frente. Y es que Evgenia, antes de utilizar las herramientas de un taller de joyas, empezó manejando armas.
Cuando era muy pequeña, apenas una niña, su padre le enseñó a disparar. Creció entre pistolas y rifles prácticamente desde la cuna. Y cuando fue creciendo y alcanzó la mayoría de edad empezó a tener su propia colección de armas. "Son mis juguetes", explica medio en broma medio en serio en una entrevista concedida al canal de noticias Newsy. Y es que Evgenia Emerald (no es su verdadero nombre) es francotiradora de las Fuerzas Armadas ucranianas.
El citado medio estuvo con ella en el campo de batalla y la acompañó durante unos días para ver cómo era su rutina en el Ejército. Allí aparecen imágenes en las que se ven drones rusos sobrevolando su cabeza: "Tratan de localizarnos", dice.
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Ella conoce perfectamente el sonido de los drones, del fuego de artillería y de las explosiones. En el reportaje de Newsy cuentan que Emerald vive en un barrio de Kiev que se encuentra completamente a oscuras por los apagones masivos que sufre todo el país, después de que los bombardeos rusos hayan destruido la mayor parte de las infraestructuras ucranianas. En su casa es habitual que no haya electricidad.
Emerald cuenta que es la única mujer en el escuadrón de hombres en el que combate. "Los hombres del escuadrón me respetan y dicen que soy una genia de la guerra". La han apodado la 'Juana de Arco' ucraniana, por su mirada brillante y su pelo largo y pelirrojo. Lleva hasta un parche identificativo en el uniforme que hace referencia al apodo. "Tuve mi primer arma entre las manos cuando era una niña, me la dio mi padre" señala.
Así empezó todo. Pasó años entrenando con su padre y después entró en un programa militar del ROTC (Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales en la Reserva) cuando estaba estudiando en la Universidad. Al terminar sus estudios y graduarse eligió la vida civil. Y abrió su propio negocio de joyas, que lleva por nombre Evgenia Emerald, el apodo que ella utiliza.
En cuanto se produjo la invasión, el Ejército la llamó a filas. "Me dijeron que me necesitaban". Y cuando alguien intenta averiguar a cuántas personas ha matado como francotiradora durante la guerra, replica con rapidez: "Nunca respondo a esa pregunta".
Su mejor y su peor día
Al hablar de sus días buenos y de sus días malos desde que estalló la guerra prefiere no hablar de cuál fue su mejor día, pero no tiene problema en recordar algunos de sus peores momentos. Ocurrió la primavera pasada, cuando las tropas rusas rodearon a su unidad en un pueblo del norte de Járkov y mataron a algunos de sus mejores amigos.
"No pude ayudarles de ninguna manera", se lamenta. "Les vi morir a través de la mira telescópica y un camarada que estaba a mi lado también murió", añade. "Además, mi mentor murió ese mismo día, él fue quien me enseñó a ser francotiradora", cuenta entre lágrimas. Y rememora cómo lloró "cada día durante dos meses después de aquello". Sin embargo, se repuso y pudo combatir una vez superado el duelo: "Estaba sedienta de venganza".
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Venganza, matar, morir, los demonios de la guerra están por todas partes, pero para Emerald esta guerra es algo más: "Yo siempre he dicho que la guerra tiene que ver con la vida". Y es que, combatiendo en el campo de batalla contra las tropas rusas, ha encontrado el amor.
Boda en el frente
Se comprometió con su pareja este verano, el oficial Henley, al que conoció a través de Instagram. Se conectaba a la Red gracias a Starlink, la empresa de Elon Musk que brinda conexión de Internet de banda ancha a través de satélites. Henley, que combatía en otra área del país, se escribía con ella hasta que pudieron conocerse en persona. Estuvieron sólo tres días juntos y se comprometieron. "Supe que era el hombre de mi vida. Le vi y comprendí que aquel hombre sería mi marido". Una semana después, Henley fue al puesto de Zaporiyia para proponerle matrimonio.
Y el pasado mes de octubre Emerald fue hasta la posición de Henley, en el norte de Járkov, y se produjo lo más parecido a una boda de cuento de hadas en medio del campo de batalla. Por si a esta historia le faltaba algún otro ingrediente, aún queda un detalle por desvelar: en el momento en que hicieron oficial su compromiso y se convirtieron en marido y mujer, ya eran una familia sin saberlo. "Estuve un tiempo combatiendo en el frente embarazada, como un soldado más", relata Emerald a Newsy.
"Al principio no lo sabía nadie, sólo lo sabía yo. Y ahí estaba, en medio de las bombas y de la artillería. Y de pronto tuve el antojo de comer pizza. Y ahí empecé a sospechar que estaba embarazada", confiesa.
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"Claro que quería quedarme embarazada. Y mi marido también. Es un regalo. Y tengo muchos amigos que me dicen que este bebé me ha salvado la vida, y les creo". Dice eso porque unos días después de dejar su unidad murieron dos hombres con los que combatía codo con codo.
Emerald está ahora de vuelta en Kiev y de momento no tiene planes de volver al frente. Pero su marido continúa combatiendo. Y su madre está junto a ella. Y le está ayudando con los preparativos para la nueva familia que va a formar Emerald, a pesar de la guerra.
Cuando piensa en las historias que le contará a su hijo o a su hija sobre la guerra, y sobre cómo se conocieron sus padres, hasta ella misma se sorprende. "Mírame, era francotiradora". Ni siquiera Emerald se lo puede creer.