El 9-J, país por país: el PPE recuperaría el bastión ibérico, con el socialismo arrinconado en el norte

Así lo refleja una encuesta realizada por Ipsos para Euronews a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. Según el sondeo, si las formaciones de derecha radical se unieran, pasarían a ser la segunda fuerza más numerosa de la Eurocámara.

Hoy por hoy, la ultraderecha está dividida en dos grupos: Identidad y Democracia (ID) –que incluye a la formación francesa Reagrupación Nacional, la alemana Alternative für Deutschland y la italiana La Liga– y los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), al que pertenecen el partido gobernante en Italia Fratelli d’Italia, el español Vox y el polaco Ley y Justicia.

Estas dos opciones juntas se harían con 157 escaños, lo que les situaría entre las dos grandes familias políticas: el Partido Popular Europeo (PPE), que obtendría 177 asientos, y el Partido Socialista Europeo (PSE), que sumaría 136. A ese hipotético grupo de ultraderecha habría que sumarle los eurodiputados de algunos partidos aún no adscritos, como el Fidesz húngaro de Viktor Orbán. 

En un análisis país por país, el auge de la derecha radical también es representativo, aunque no podría hablarse de una nueva ola populista. Y es que los ultras sólo acariciarían la victoria en siete países. En gran parte de ellos, de hecho, los partidos antiinmigración y euroescépticos ya están instalados en el poder de un modo u otro.

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Ultras en Italia, Países Bajos y Francia

El caso más representativo es el de Hungría. Su primer ministro, el ultraconservador Viktor Orbán, lleva 14 años en el poder a través de la Federación de Jóvenes Demócratas-Alianza Cívica Húngara (Fidesz-MPSz) en asociación con el Partido Popular Cristiano Democrático (KDNP). Como era de esperar, las encuestas dan a esta coalición, que no pertenece a ningún grupo, el 47,6% de los votos.

Si las elecciones europeas se celebrasen esta misma semana, Fratelli d’Italia, que forma parte de ECR, se elegiría como la opción predilecta en Italia. En el país transalpino, esta formación ultraconservadora liderada por Giorgia Meloni ya gobierna en coalición con sus socios de la Liga y Forza Italia. Así, el partido de la primera ministra se haría con 24 de los 76 asientos con los que cuenta el país en el Europarlamento, según la encuesta. 

En contra de la corriente principal, definida por una transferencia de votos de la derecha tradicional a las opciones más radicales, muchos de los apoyos nuevos de Fratelli d’Italia procederían de la Liga de Matteo Salvini, una opción aún más escorada a la derecha e inscrita en ID, que apenas conseguiría siete eurodiputados.

En Bélgica, el nacionalista flamenco de extrema derecha y xenófobo Vlaams Belang, conocido en España por su apoyo al político independentista catalán Carles Puigdemont, lidera las encuestas con un 23,5%. A pesar de no formar parte de la coalición de siete partidos encabezada por el liberal Alexander de Croo, fue la segunda fuerza más votada en las últimas elecciones federales.

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En Países Bajos, el auge de la extrema derecha no ha logrado consolidarse (ni materializarse) en un Gobierno. Hace apenas unos días, el líder ultraderechista Geert Wilders, cuyo Partido por la Libertad (PVV) ganó las elecciones en noviembre, renunció a ser primer ministro después de cuatro meses intentando, sin éxito, encontrar socios que le apoyaran. En las elecciones europeas, sin embargo, la opción ultraconservadora seguiría siendo la más votada. Llegaría a contar con casi el 23% de los votos, según los pronósticos. 

En Austria, el partido populista FPÖ ha cogido impulso en los últimos años. Hoy sería el partido más votado en las europeas con un 28,2% de los apoyos. Lo mismo sucedería con la formación extremista letona Alianza Nacional, miembro de ECR, que se haría con el primer puesto en el país báltico. 

A pesar de que el contexto europeo parece favorable a los partidos ultraderechistas, es especialmente significativo el auge de la extrema derecha en Francia, donde podría convertirse en la fuerza más votada en las europeas, de acuerdo con el sondeo. En concreto, el partido de la ultra Marine Le Pen, Reagrupamiento Nacional, conseguiría 28 de los 81 escaños que le pertenecen al país. Desde hace tiempo, la sociedad francesa ha ido normalizando este partido de extrema derecha. 

De hecho, en las pasadas elecciones presidenciales, Le Pen llegó a la segunda vuelta. Hay quien ve el resultado de las europeas como la antesala a los comicios de 2027, a los que el candidato centrista, el actual presidente Emmanuel Macron, ya no podrá presentarse, y en los que la propuesta de Le Pen se erige como una alternativa cada vez más sólida. 

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Los populares, a la cabeza en 12 países

Líder en escaños en el Parlamento Europeo, el grupo del PPE también sería primero en 12 de los 27 Estados miembros. Se incluyen aquí países grandes como Alemania, donde los democristianos (CDU/CSU) lideran las encuestas.

En las pasadas elecciones europeas, el PSE fue la fuerza más apoyada en la península ibérica. Ahora la tendencia podría invertirse. En el caso de España, y a diferencia de la mayoría de países donde la extrema derecha crece a costa de los populares, ambas opciones, tanto Vox como PP, aumentarían sus apoyos en paralelo, siendo la formación que lidera Alberto Núñez Feijóo la favorita.

En Portugal, donde tras ocho años de gobierno del socialista António Costa la coalición de centroderecha encabezada por Luís Montenegro acaba de ganar las elecciones, los populares también se erigen como la opción más votada. Ganarían, eso sí, en porcentaje de voto, con un 31% frente al 29,6% conseguido por los socialistas. En escaños se quedarían en tablas. 

En Croacia, Grecia y Finlandia, donde los populares controlan el Gobierno, los partidos que forman parte del gran grupo conservador europeo también llevan la delantera. Sucede lo mismo en Polonia, aunque tras la salida del primer ministro ultraconservador Mateusz Morawiecki a finales del año pasado, parece que su partido, Ley y Justicia (PiS), podría perder hasta 11 escaños, según el sondeo. 

En Bulgaria, donde la excomisaria europea conservadora Mariya Gabriel llevará las riendas del Gobierno los próximos nueve meses en virtud de un acuerdo de poder compartido, los populares serían la lista más votada. Eslovenia, Estonia, Chipre y Luxemburgo seguirían esta deriva.  

Los socialistas pierden fuerza

En cuanto a número de eurodiputados, la familia de los socialistas se consolidaría como segunda fuerza política en la gran mayoría de los países miembros de la Unión Europea. Sin embargo, sólo arrasaría (o, mejor dicho, ganaría) en cuatro Estados. Ya sin el bastión socialista del sur, hasta ahora formado por Portugal y España, los integrantes del Partido Socialista Europeo cosecharían sus mejores resultados en países del norte, como Dinamarca, Suecia y Lituania, además de en Malta. 

En Rumanía, un 42,4% de las papeletas irían a la gran coalición entre el centroderecha y el centroizquierda, lo que supondría 16 de los 32 eurodiputados que le corresponden al país. Es precisamente este entendimiento entre los dos principales bloques mayoritarios el que ha dominado tradicionalmente las instituciones europeas. 

Todo apunta a que la representación de la Izquierda Europea será mínima en la Eurocámara: sólo obtendría 37 escaños de un total de 720, de acuerdo con el sondeo. Con todo, esta opción política tendría su bastión en Irlanda, único país en el que ganaría con los votos al Sinn Féin. 

Sin lugar a dudas, uno de los grandes perdedores en la renovación del Parlamento Europeo sería el grupo liberal Renew, hasta la fecha la tercera fuerza política del hemiciclo. Sólo uno de los partidos que lo forman sería primera fuerza política en un país: República Checa. Tampoco Los Verdes tendrían motivos para celebrar: perderían un número significativo de eurodiputados y no lograrían salir como opción predilecta en ningún país.