Von der Leyen se abre a crear centros de migrantes fuera de la UE copiando el modelo de Meloni con Albania

Así lo ha anunciado la presidenta de la Comisión en una carta a los líderes europeos en la que plantea un plan de acción de 10 puntos para hacer frente a la crisis migratoria. Una iniciativa que cuenta con el apoyo de todos los grandes de la UE menos España y que se discutirá en el Consejo Europeo que se celebra este jueves en Bruselas.

El Gobierno de Pedro Sánchez defiende casi en solitario que la prioridad debe ser poner en práctica el Pacto de Migración y Asilo que se cerró bajo presidencia española. Y rechaza medidas más duras para combatir la inmigración ilegal, que sí cuentan con el apoyo de Alemania, Francia, Italia o Polonia.

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"Aunque el Pacto es indudablemente un enorme logro, no hay margen para la complacencia. Impulsada por varias crisis globales interconectadas, la migración va a continuar siendo uno de los problemas más acuciantes que requiere nuestra atención urgente", asegura Von der Leyen en su misiva.

Por ello, uno de los 10 puntos de su plan de acción consiste en "trabajar en el diseño de soluciones innovadoras para contrarrestar la inmigración ilegal". "Debemos continuar explorando posibles caminos a seguir por lo que se refiere a la idea de desarrollar centros de retorno fuera de la Unión Europea, especialmente a la luz de la nueva propuesta legislativa sobre retornos. Con el inicio de las operaciones del protocolo Italia-Albania, también podremos extraer lecciones de esta experiencia en la práctica", señala la presidenta de la Comisión.

Un total de 15 Estados miembros (entre ellos Italia, Grecia, Malta, Países Bajos o Dinamarca) ya pidieron por carta a Von der Leyen el pasado mes de mayo crear campos fuera de la UE para migrantes rescatados en el mar con el fin de procesar allí las demandas de asilo, sin dejarles entrar a territorio comunitario. Después se han sumado otros países como Francia o Alemania. La idea de los centros de deportación o retorno acaba de ser planteada por la Hungría de Viktor Orbán y el objetivo es tener un sitio para expulsar a los migrantes irregulares cuyo país de origen no quiere readmitirlos.

En su carta, Von der Leyen responde también positivamente a la petición de 14 Estados miembros (entre los que están Italia, Francia y Alemania, pero no España) de endurecer la directiva de retorno. En concreto, la presidenta anuncia una nueva propuesta legislativa que permitirá sancionar penalmente a los migrantes que no colaboren en su repatriación y aplicar un procedimiento exprés a los que suponen un riesgo para la seguridad pública.

Von der Leyen plantea también ejercer más presión sobre los países de origen y tránsito para que acepten la repatriación de los migrantes irregulares. Para ello, la UE debería limitar el número de visados a los nacionales de los países que no colaboren e incluso suspender las preferencias comerciales que concede a los países menos desarrollados. Al mismo tiempo, se ampliará la lista de países considerados seguros para expulsar a migrantes irregulares.

Además, la alemana hace un guiño al primer ministro polaco, Donald Tusk, que ha sido el último en sumarse al debate migratorio con el anuncio de que pretende suspender el derecho de asilo como respuesta a la presión de Rusia y Bielorrusia en su frontera. "Es nuestro derecho y nuestro deber proteger las fronteras polacas y europeas. Su seguridad no será negociada. Con nadie. Es una tarea que no se ha completado. Y mi gobierno completará esta tarea", ha escrito Tusk en su cuenta de Twitter.

"Rusia, y Bielorrusia en calidad de proxy, no sólo están involucrados en una guerra de agresión contra Ucrania, sino que también están ejerciendo presión sobre la frontera exterior de la UE utilizando a las personas como armas, socavando la seguridad de nuestra Unión. Necesitamos una respuesta europea clara y determinada para hacer frente a estas actividades, sin permitir que Rusia y Bielorrusia utilicen nuestros valores en nuestra contra", responde Von der Leyen.

El caso de España

En su plan de acción, la presidenta del Ejecutivo comunitario propone acelerar la entrada en vigor del Pacto de Migración y Asilo, tal y como han planteado España, Alemania o Francia. En principio estaba previsto que este nuevo paquete de normas comenzara a aplicarse en 2026: Von der Leyen quiere ir más rápido pero tampoco pone sobre la mesa una nueva fecha.

Las rutas marítimas de migración hacia España son las que registran ahora mismo un mayor incremento de las llegadas: un 56% a finales de septiembre en comparación con el mismo periodo del año anterior, combinando la ruta del Mediterráneo Occidental y la ruta del Atlántico. "Debemos profundizar la asociación ya en marcha con Mauritania, y también debemos ver cómo dar incentivos a otros socios como Senegal y Mali para trabajar con nosotros en migración, pese a la complejidad más amplia de las relaciones", sostiene Von der Leyen.

De cara al futuro, la presidenta plantea mejorar la colaboración con Marruecos desplegando allí un oficial de enlace de la Guardia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) y desarrollando un plan para combatir el tráfico de personas en 2025. Con Mauritania, Bruselas profundizará el diálogo sobre migración y movilidad. Frontex está negociando un acuerdo de colaboració con la policía nacional de Senegal, aunque el Ejecutivo comunitario admite que este país no colabora en las repatriaciones, por lo que podría endurecer la política de visados. Con Gambia, la prioridad es restablecer vuelos charter para devoluciones de migrantes irregulares.