Militares ucranianos disparan un proyectil desde un obús M777 en una línea del frente en la región de Jarkov, Ucrania.

Militares ucranianos disparan un proyectil desde un obús M777 en una línea del frente en la región de Jarkov, Ucrania. Reuters

Europa

Zelenski ofrece de nuevo sus minerales a Trump para cerrar un pacto, pero llama a la calma: "Hay armas para seis meses"

El Kremlin celebra la decisión del mandatario estadounidense de retirar la ayuda militar a Kiev, clave para el rumbo de la guerra, como "la mejor contribución a la paz".

Más información: Trump ordena cortar la ayuda militar de EEUU a Ucrania para forzar a Zelenski a claudicar ante Putin y firmar la paz

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Ucrania enfrenta con más confianza que pánico ante un posible derrumbe del frente la decisión de Donald Trump de congelar la ayuda militar para seguir frenando el avance de las tropas de Vladímir Putin. La respuesta repetida desde Kiev en las horas posteriores a que se filtrase la orden del mandatario estadounidense, que cerró el grifo del envío de armas hasta que Volodímir Zelenski claudique a sus demandas sobre cómo abordar las negociaciones de paz, ha sido bastante comedida. Las autoridades ucranianas han recordado que no es la primera vez que se enfrentan a una coyuntura similar y han abogado por hacer todo lo posible para mantener las relaciones con Washington.

"Continuaremos trabajando con EEUU a través de todos los canales disponibles y de una forma tranquila", ha prometido Denís Shmihal, el primer ministro de Ucrania, en una rueda de prensa celebrada este martes, desvelando que el acuerdo por los minerales críticos, que no se pudo ratificar tras la explosiva discusión entre Zelenski, Trump y el vicepresidente JD Vance en el Despacho Oval, está listo para firmarse.

Shmihal no ha vacilado sobre la capacidad de resistencia de Kiev, asegurando que cuentan con las armas y la liquidez suficientes para seguir defendiéndose, pero sin precisar por cuánto tiempo. Un diputado ucraniano, citando informes de inteligencia, ha explicado a la agencia RBC que Ucrania tiene reservas de armamento suficientes para "resistir aproximadamente medio año", aunque "será mucho más difícil". "Confiamos en proporcionar a nuestro Ejército todo lo necesario sean cuales sean las circunstancias", ha añadido el primer ministro, recordando que prevén incrementar la producción propia de material bélico en un 50%.

Memorial en Kiev en horno de los soldados muertos en la guerra.

Memorial en Kiev en horno de los soldados muertos en la guerra. Reuters

Zelenski, que soportó estoicamente el ataque de Trump el pasado viernes, unos días después de que su homólogo le tildase de "dictador sin elecciones" y le responsabilizase del estallido de la guerra, ya se ha manifestado al respecto. "Nadie desea la paz más que los ucranianos", ha tuiteado. "Mi equipo y yo estamos listos para trabajar bajo el fuerte liderazgo del presidente Trump para lograr una paz duradera".

"Estamos dispuestos a trabajar rápidamente para poner fin a la guerra, y los primeros pasos podrían ser la liberación de prisioneros, un alto el fuego inmediato en los cielos: una prohibición de misiles, drones de largo alcance, bombardeos de energía y otras infraestructuras civiles, y un alto el fuego inmediato en el mar si Rusia hace lo mismo", ha propuesto. "Luego queremos pasar por todas las siguientes etapas muy rápidamente y, junto con EEUU, acordar un acuerdo final sólido".

Zelenski ha reconocido que la reunión en Washington "no salió según lo planeado", y que le gustaría que "existiera una mayor cooperación y comunicación constructiva". Y en relación al acuerdo sobre "minerales y seguridad", se ha abierto a firmarlo "en cualquier momento y en cualquier formato conveniente", pues es "un paso hacia el fortalecimiento de la seguridad y de garantías de seguridad fiables".  Este martes, por otra parte, ha hablado con el futuro canciller alemán Friedrich Merz y le ha agradecido el apoyo de Berlín a través de activos financieros y de sistemas de defensa aérea.

Alegría en el Kremlin

Precisamente uno de los elementos clave en los paquetes de ayuda de EEUU a Kiev son los misiles de los Patriot, las defensas antiaéreas más precisas contra los misiles balísticos rusos. Shmihal ha reconocido que "hay riesgo de escasez suministro" y ha recordado a Washington que su armamento "es crítico para salvar miles de vida".

El último movimiento de Trump ha provocado un nuevo giro en la guerra de Ucrania que fuerza a los aliados europeos de Kiev a actuar rápidamente y a destinar más fondos para garantizar su defensa tras tres años de guerra. Alemania o Polonia han reclamado este martes ayuda militar y financiera adicional ante "una situación muy grave". Reino Unido ha reiterado su compromiso para lograr un alto el fuego duradero -Keir Starmer habló el lunes por teléfono con Trump- y Francia ha denunciado que la congelación del envío de armas "aleja aún más la paz".

Todo lo contrario se defiende desde Moscú, donde se ha celebrado el nuevo regalo de Trump. Dmitri Peskov, el jefe de prensa de Putin, ha asegurado en su rueda de prensa diaria que la orden del mandatario republicano es "la mejor contribución a la paz". "Si esto es verdad, es una decisión que puede empujar al régimen de Kiev a un proceso de paz", ha afirmando, subrayando que EEUU es el país que más asistencia militar ha proporcionado a Kiev desde el comienzo de la invasión.

Denís Shmihal, primer ministro ucraniano, durante la rueda de prensa.

Denís Shmihal, primer ministro ucraniano, durante la rueda de prensa. Alina Smutko Reuters

Vía libre para Putin

Algunos expertos militares afirman, según Reuters, que podría llevar tiempo que la falta de ayuda estadounidense se sienta directamente en el campo de batalla. Cuando el año pasado los republicanos congelaron en el Senado un paquete de ayuda de 61.000 millones de dólares -a Ucrania todavía le faltaban por recibir 3.850 millones de este envío- durante varios meses, el efecto inicial más notable fue la escasez de defensas aéreas para derribar los misiles y drones rusos. Más tarde, las fuerzas ucranianas en el este se quejaron de la falta de municiones, incluida la artillería, lo que contribuyó a que los rusos capturasen la ciudad de Adiivka.

Kiev depende hoy en día menos de la asistencia estadounidense, sobre todo gracias al desarrollo de dones, que se han convertido en un arma imprescindible para la guerra moderna. Según datos manejados por el comité de Seguridad Nacional del Parlamento de Ucrania, el 65% de los soldados rusos murieron o resultaron heridos a causa de estos aparatos. La artillería, por el contrario, solo causó el 10% de las bajas enemigas. Sin embargo, quedarse sin los proyectiles de 155mm de los howitzer sí será un problema importante. Más interrogantes hay sobre si Trump cerrará, y hasta dónde, el grifo de la inteligencia militar facilitada por el Pentágono.

Zelenski, con un sistema de defensa antiaérea Patriot al fondo, durante una visita a Alemania.

Zelenski, con un sistema de defensa antiaérea Patriot al fondo, durante una visita a Alemania. Jens Buttner Reuters

El Instituto de Estudios de la Guerra (ISW), un think tank con base en Washington, ha detallado en un informe que el movimiento de Trump socavará directamente su objetivo de conseguir una paz sostenible: "La suspensión de la actual asistencia militar estadounidense a Ucrania alentaría al presidente ruso, Vladímir Putin, a seguir aumentando sus demandas y su convicción de que puede lograr una victoria total a través de la guerra". Dejar a Kiev sin medios para defenderse brindaría a Moscú ventajas en el campo de batalla y aumentaría sus posibilidades de seguir conquistando territorio.

Por el momento, Ucrania ha optado por mantener la calma y tratar de reconducir la relación con EEUU. La voz más crítica ha sido la del presidente de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento, Oleksandr Merezhko, que ha acusado a Trump de empujar a los ucranianos a una "capitulación" frente a Rusia ante semejante "golpe político y psicológico": "Esto es peor que Múnich, porque al menos entonces no intentaron pintar a Checoslovaquia como el agresor, pero ahora intentan acusar de agresión a la víctima. Eso es extremadamente peligroso", ha dicho sobre el pacto de 1938 con el que Hitler logró la anexión de los Sudetes.