
Donald Trump y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en su reunión del pasado martes en Washington. Reuters
"O se libera a los 9 rehenes vivos o se desatará un infierno": Trump presiona a Hamás ante el posible fin de tregua en Gaza
Apoyado por EEUU, Netanyahu aprieta la cuerda contra Hamás y amenaza con reanudar la guerra si este sábado no salen todos los rehenes israelíes que quedan.
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El alto el fuego en Gaza está al borde del precipicio. El anuncio de Hamás el lunes de que no liberará a los rehenes israelíes acordados hasta nuevo aviso por las “violaciones” del gobierno de Benjamín Netanyahu al acuerdo de alto el fuego vino de perlas a Donald Trump. El presidente de EEUU sugirió entonces que Israel lanzara un ultimátum: “La liberación de todos los rehenes o el infierno”.
Y así ha sido. Este martes, Netanyahu ha apretado la cuerda contra Hamás y ha amenazado con reanudar la “lucha intensa” si este sábado no salen de Gaza los nueve rehenes israelíes que quedan vivos en la Franja, según declaró el propio primer ministro la noche del martes tras una reunión de su gabinete de seguridad.
A esta escalada mediada por Washington, Hamás ha respondido modulando el tono de principios de semana. El grupo armado palestino lanzó un comunicado tras el anuncio de Netanyahu en el que reiteraba su “compromiso” con el acuerdo de alto el fuego en Gaza y responsabiliza a Israel de cualquier “complicación o retraso”.
Pero, en palabras de Trump, ahora “all bets are off” y, llegados a este punto, puede pasar cualquier cosa. Por ahora, Israel está igual de escéptico de la tregua que Trump. El Ejército ha reforzado sus tropas del Mando Sur “con intensidad” y está llamando a los reservistas “en preparación de varios escenarios”, cuentan fuentes de las Fuerzas de Defensa Israelíes al Times of Israel.
Es más, la incendiaria amenaza del republicano de convertir Gaza en “el infierno” ha avivado la llama de la extrema derecha israelí, que en los últimos días había revalidado su apoyo a Netanyahu por secundar el plan de Trump de enviar a los dos millones de personas que viven en la Franja a países vecinos y convertir el territorio en un foco de inversiones inmobiliarias.
Ahora, los ultras exigen al primer ministro “dar la orden”, según tuiteó el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, que ha amenazado con retirarse de la coalición si Israel lleva el acuerdo hasta su plena aplicación en lugar de reanudar la guerra. ¿Qué orden? “O todos los rehenes son liberados el sábado o se abren las puertas del infierno para ellos: no tendrán electricidad, ni agua, ni combustible, ni ayuda humanitaria, solo el fuego y el azufre de nuestros aviones [...] Habrá una ocupación completa de la Franja de Gaza. Se expulsará a la población completa como continuación del plan del presidente Trump, se tomará el territorio y se impondrá la soberanía sobre él porque ese es el precio que nuestro enemigo entiende”, tuiteó Smotrich la tarde del martes.
מלכתחילה אמרתי שאסור לנהל משא ומתן עם השטן. והנה חתמנו על עסקה רעה והשטן מהתל בנו ומודיע שהוא מסרב לשחרר את החטופים בפעימה הקרובה בשבת. חמאס לא רק מאיים. חמאס עושה מניפולציות אכזריות על משפחות החטופים, על ליבם השבור, עושה מניפולציות על החברה הישראלית וקורע אותה מבפנים.
— בצלאל סמוטריץ' (@bezalelsm) February 11, 2025
אדוני… pic.twitter.com/Xds3h2l9IK
El colono Itamar ben Gvir, exministro de Seguridad Nacional hasta que abandonó el cargo el mes pasado en protesta por la firma del alto el fuego, ha ido un paso más allá. Califica de “desgracia” que Netanyahu no se haya adherido por completo al plan de EEUU. “El presidente Trump le está dando al gobierno luz verde para llover fuego y el infierno sobre Gaza si todos nuestros rehenes no son liberados, y el gobierno prefiere continuar por el camino imprudente”, escribió en X tras la reunión del gabinete de seguridad de Netanyahu.

REUTERS Rafah
Mientras el gobierno israelí habla de volver a la lucha y las facciones radicales empujan a Netanyahu a romper el acuerdo de tregua en Gaza, Hamás muestra signos de no querer retomar las armas. Tras el ultimátum de Israel la noche del martes, el grupo armado palestino emitió un comunicado en el que renovaba su compromiso con el alto el fuego y acusaba a Israel de ponerlo en peligro.
El texto reconocía que “lo que la ocupación no consiguió con agresiones y masacres, no lo conseguirá con planes de liquidación y desplazamiento”. Sus aliados, los hutíes de Yemen, que lideraron una campaña de misiles y drones contra Israel y un bloqueo del mar Rojo hasta la entrada en vigor del alto el fuego en Gaza, han dicho que están preparados para reanudar los ataques a Israel si vuelve la guerra.
El plan de Trump sigue firme
La idea del presidente estadounidense de trasladar permanentemente a dos millones y medio de gazatíes a países colindantes y convertir la Franja en una ‘riviera’ mediterránea está, sorprendentemente, consiguiendo avances.
Con el mundo entero perplejo y más del 70% de los estadounidenses en contra del plan, Trump ha aprovechado cada oportunidad en las últimas semanas para insistir en que su proyecto va en serio. “Vamos a coger [la tierra]. Vamos a cuidarla, vamos a darle cariño. Vamos a ponerlo en marcha”, dijo este martes en la Casa Blanca mientras recibía al rey de Jordania, Abdala II.
La obstinación en que Egipto y Jordania absorban a cientos de miles de gazatíes, que se antojaba desorbitada hace unas semanas, hoy es una idea bien presente en la mesa de negociaciones. Pese a las acusaciones de limpieza étnica, Abdala II ha aceptado en su visita a Washington acoger a 2.000 niños gazatíes enfermos. “Un gesto verdaderamente hermoso”, en palabras de Trump, pero que no da ni para arrancar el ambicioso plan.
Trump ha declarado que “no necesita amenazar” con cortar la ayuda a Jordania y Egipto, de la que Ammán y El Cairo dependen encarecidamente, para conseguir sus objetivos. La negativa se hace cada vez menos rotunda, por ahora en el caso de Jordania, que tiene los 1.450 millones de dólares de ayuda exterior de EEUU, congelados durante 90 días como resultado de una medida inaugural de Trump que se ha aplicado a todos los países menos a Israel y Egipto.
En las últimas horas, Abdelfatah el Sisi, el presidente egipcio, ha cancelado su viaje a Washington, donde tenía previsto reunirse con Trump en la Casa Blanca el próximo 18 de febrero. Altos funcionarios egipcios que hablaron con el medio saudí Al Arabiya han descrito que las relaciones entre El Cairo y Washington son ahora “las más tensas en décadas”.