Witkoff, Rubio y Waltz, ante los periodistas al cierre de las conversaciones en Riad.

Witkoff, Rubio y Waltz, ante los periodistas al cierre de las conversaciones en Riad. Evelyn Hockstein Reuters

Oriente Próximo

EEUU y Rusia cierran cinco horas de cumbre en Riad con la paz para Ucrania "lejana" y sin fecha para la cita Trump-Putin

Las dos delegaciones formarán equipos para negociar un alto el fuego que todavía excluye al equipo de Zelenski y los europeos de las conversaciones.

Más información: Trump devuelve a Rusia la condición de superpotencia con una reunión bilateral en Riad y con Ucrania de telón de fondo

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El primer encuentro entre los equipos diplomáticos de Estados Unidos y Rusia en Riad, la capital de Arabia Saudí, ha concluido después de cuatro horas y media de conversaciones dedicadas al deshielo de sus relaciones bilaterales, mínimas desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, con la filtración de que todavía están "lejos" en sus posiciones sobre la solución para esta guerra. Pero las delegaciones, lideradas por el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, y el ministro de Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, se han felicitado por el tono conciliador —"¡no podíamos imaginar una reunión mejor!", dice Washington; "no ha ido mal", dice Moscú—, para inquietud europea: sin excepción de Kyiv. 

Lo cierto es que muchos políticos y diplomáticos se malician que Estados Unidos y Rusia persiguen un acuerdo —o, al menos, una pausa— a gusto de Vladímir Putin. Rubio, acompañado por Mike Waltz [asesor de Seguridad Nacional] y Steve Witkoff [enviado especial para Oriente Próximo], ha tratado de contener los malos augurios. "Trump es el único líder del mundo que puede acabar con esta guerra, y para que acabe tienen que aceptarlo todos los miembros", ha explicado Rubio en un encuentro con los periodistas en Riad. "Este ha sido el primer paso para normalizar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, y es el primer paso de muchos, porque no queremos encontrarnos dentro de dos o tres años con este conflicto de nuevo".

"Para que cualquier conflicto acabe", ha continuado, "todas las partes tienen que hacer concesiones", sin especificar cuáles. "Pero el objetivo", ha insistido, "es acabar con este conflicto de una forma justa, duradera y aceptable para todos".

La posición de Moscú es, en cualquier caso, la misma que antes de la reunión. "Nuestro propósito principal es conseguir todos nuestros objetivos en Ucrania", ha declarado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, a la agencia nacional RIA Novosti. "A elegir, pacíficamente". Tampoco están por la labor, los rusos, de compartir mesa con unos europeos escarmentados de los fracasos de los acuerdos de Minsk y de la inclinación natural de Moscú a aprovechar los compromisos con Occidente para ganar tiempo, primero, e incumplirlos a conveniencia, después.

Waltz, al tanto de la inquietud de sus aliados por verse fuera de las discusiones, ha negado la mayor. "Después de la llamada a Putin, Trump llamó a Zelenski", ha argumentado. "Ayer Trump habló con Macron [presidente francés], estamos hablando con los aliados casi a diario, y Starmer [primer ministro británico] va a visitar Estados Unidos". "El mundo", ha seguido Rubio, "debería estar agradecido a Trump, y aún queda muchísimo trabajo por hacer, es sentido común: si quieres que se junten las dos partes, tienes que convencer a las dos partes".

Uno de los anuncios más esperados tras la cumbre era la fecha para la cita entre Trump y Putin, a la vista de su fructífera llamada telefónica de la semana pasada. No hay nada oficial al respecto. La agencia Bloomberg, sin embargo, especula que puede darse la próxima semana. Lo que se conoce, de momento, es que el proceso avanza a toda velocidad. Que pronto estarán cerrados los equipos negociadores de los rusos y los estadounidenses. Que Zelenski, sugiere el Kremlin, está invitado. Que los europeos, si depende de los rusos, no figurarán.

Y los europeos, por su parte, se preparan para cualquier escenario. Ayer, en París, Macron reunió a varios líderes para discutir las inversiones de Defensa necesarias para disuadir a los rusos y para garantizar la seguridad de Ucrania, incluso con el despliegue de tropas de paz, en caso de alto el fuego. Pero es demasiado pronto para aventurar una fractura definitiva entre Washington y Bruselas. "Seguiremos hablando del tema", ha ampliado Waltz, "y vemos con buenos ojos una garantía de seguridad liderada por los europeos". "Pero es inaceptable que un tercio de los aliados ni siquiera llegue al 2% del PIB", ha protestado. "En junio tendremos la cumbre de la OTAN y esperamos que, ante la intensidad de esta guerra, todos cumplan con el esfuerzo común, no sólo EEUU. Tiene que ser de doble dirección".