Top 10 de las personalidades de la ciencia del año 2013 para la revista "Nature" (II)
6. Viktor Grokhovsky. El 15 de Febrero cayó en la superficie de nuestro planeta un meteorito procedente de un lugar del espacio que es inaccesible a nuestros telescopios. El meteorito causó un gran impacto en la ciudad de Chelyabinsk y Viktor, un metalúrgico de la Universidad de Ural en Ekaterimburgo (Rusia) que lleva estudiando meteoritos desde hace 30 años, supo que no se trataba de un impacto normal.
En los días posteriores, Gorhovsky calculó la trayectoria del meteorito y predijo los lugares en los que los fragmentos podrían haber aterrizado. Gracias a ello, se rescataron más de 700 piezas distintas con un peso total de 5,5 Kg. Pero la gran sorpresa aún estaba esperando en un lago al oeste de la ciudad del que sacaron una roca de 570 Kg de peso.
7. Hualan Chen. A primeros de Abril las alarmas saltaron en China por un brote del virus de la gripe aviar (H7N9) que contagiaba a los seres humanos a partir de aves de corral infectadas, causando enfermedad severa y finalmente la muerte. El director del Laboratorio Nacional de Referencia de Influenza Aviar en China, Hualan Chen y su equipo, encontraron la forma de contener este poderoso brote de gripe aviar.
Los investigadores pudieron estudiar a fondo el virus H7N9 y concluir que pasa más fácilmente a los humanos que el famoso y mortal virus H5N1. Aunque hasta el momento no hay pruebas de que el serotipo H7N9 pueda transmitirse de persona a persona, Chen opina que puede tener este potencial.
8. Shoukhrat Mitalipov. Este biólogo de la reproducción afincado en la Oregon Health & Science University en Portland tenía la ambición de crear células capaces de curar cualquier enfermedad. Las células madre serían obtenidas específicamente de cada paciente a partir de embriones clonados procedentes de células de la piel.
Las dificultades que el proyecto entrañaba eran muchas pero, aún más complicado que las dificultades técnicas, fue toda la burocracia que conlleva plantear un proyecto de esta índole. Su Universidad tuvo que construirle un laboratorio aparte porque, por ley, las células no podían derivar del laboratorio original.
Finalmente, en Octubre su laboratorio logró clonar con éxito cuatro líneas celulares mediante la transferencia de núcleos en óvulos de donantes.
9. Kathryn Clancy. Esta antropóloga de la Universidad Illinois en Urbana-Champaign ha descubierto que existe una tendencia preocupante a las agresiones sexuales por parte de los propios colegas en las disciplinas que incluyen trabajos de campo y sospecha que es sólo la punta del iceberg.
El mejor recuerdo que guarda Kathryn sobre un día de recogida de muestras fue la tarde que compartió con sus compañeras de trabajo jugando a juegos de mesa y escuchando música. Pero años más tarde se enteró de que no todos los antropólogos tenían un recuerdo agradable de su trabajo.
Mediante una encuesta vía web organizada por ella y otros colegas antropólogos se pidió que se compartieran las experiencias de campo. El 59% de los 124 encuestados reportaron haber recibido comentarios sexuales inapropiados y un 18% informó de acoso físico o asalto durante el trabajo de campo.
El abuso era sistemático y mayoritariamente cometido por el personal de la universidad que incluye a postdoctorados y profesores, no a los trabajadores locales que trabajan en la universidad. Las víctimas solían ser estudiantes femeninas graduadas jóvenes y los autores hombres mayores que ellas. Al ampliar la encuesta a 666 encuestados de todas las disciplinas que incluyen trabajos de campo, los resultados fueron esencialmente los mismos.
10. Henry Snaith. Este físico de 35 años de la Universidad de Oxford siempre soñó con ser inventor y este 2013 ha hecho realidad su sueño. Lo que ha conseguido es aumentar enormemente la eficiencia de las células solares fabricadas con perovskita, un material que absorbe muy bien la luz y que nunca había sido utilizado para este fin.
La perovskita, aparte de ser más eficiente, también es más barata que el silicio, el material que se utiliza de manera convencional.
Fuente: Nature