Uno de los peores momentos para cualquier creador es aquel en el que se decide el precio justo al que vender una película, una canción, un videojuego o cualquier otra obra. En el caso de creadores independientes, estos no tienen acceso a la gran cantidad de estudios que encargan las multinacionales, por lo que es incluso mas difícil; pero incluso estas grandes productoras están teniendo serios problemas a la hora de poner precio a sus productos.

El problema es que lo que el comprador considera “justo” depende de muchos factores, y un precio demasiado alto en esas circunstancias puede hacer que opte por la piratería. Ahora Jeffrey Katzenberg, CEO de Dreamworks Animation, ha presentado una idea interesante que pone diferentes precios a sus películas dependiendo del tamaño de la pantalla en la que se reproduzcan. Así, por ejemplo, la misma película en una pantalla de cine puede costar 15 dólares, en un televisor de 75 pulgadas 4 dólares, y en un smartphone 1.99 dólares.

El precio justo para cada pantalla

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Esto puede sonar como un sinsentido, ya que en realidad se trata de exactamente la misma cinta y solo varía el medio que la reproduce, pero en realidad esa puede ser la clave para conectar con el usuario. A este no le importa el presupuesto que ha tenido la película ni las cuentas que tendrá que hacer la productora, solo la experiencia que él está disfrutando. Y no se consigue la misma experiencia con un smartphone que con un televisor, aunque sea por factores externos a la película.

¿Será esto lo que necesita la industria? Es posible que un cambio tan pequeño sea la chispa, aunque también hay que tener en cuenta otros problemas como la disponibilidad de películas dependiendo del mercado.

Fuente | Variety