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Empezar la escuela infantil, empezar un nuevo deporte o cualquier actividad extraescolar, llegar por primera vez a un lugar nuevo, donde todo es desconocido, y sobretodo, que esto suponga el separarse de mamá y papá da autentico pánico a los pequeños de la casa. Lo cierto es que, a pesar de que en algunos casos al principio la separación le resultará dolorosa y un proceso difícil, el niño lo irá asimilando poco a poco con la ayuda de mamá y papá y de la institución, y gracias a esta separación el niño incrementará su autonomía personal además de adquirir nuevos hábitos. Las conductas más frecuentes son los llantos en muchas ocasiones “desesperantes”, pataletas, no quieren comer ni en el cole ni en casa, no quieren dormir, pegan, insultan, o por lo contrario conductas tales como alejarse y no hablar con nadie y mostrar tristeza. Lo cierto es que este periodo puede ser más o menos largo, dependerá de varios factores, sobretodo hasta que el niño adquiera confianza en la nueva situación. Hoy os contamos algunos consejos para que este periodo sea un poco menos difícil.

Algunos consejos para el periodo de adaptación

1. Hablar de forma muy positiva: Antes de que el niño empiece la actividad o a asistir al nuevo centro de aprendizaje es importante hablar del mismo, tenemos que hacerlo con palabras positivas, pasar por delante del sitio unos días antes y comunicarle al niño todas las cosas agradables que podrá hacer allí y lo divertido que será, incluso es recomendable hacer el camino de casa al cole varios días antes para que se vaya adaptando y fijarse en detalles agradables y que el niño recuerde “el árbol con mandarinas que hay de camino al cole” “el perrito blanco que vemos en el camino” etc.

2. Una sola figura: Es recomendable que sea siempre la misma persona que acompañe y recoja al niño en el periodo de adaptación, que no vayan a acompañar hermanos o primos, sino será aún más difícil para el niño la situación de separación de sus seres queridos.

3. Dar mensajes cortos y concretos: En el momento de dejar al niño en el centro dar mensajes precisos, muchas veces damos largas explicaciones pensando que les tranquilizaremos y todo lo contrario, el niño deja de oír, o vamos dando diferentes explicaciones probando a ver si alguna le convence, lo más importante es dar mensajes cortos, “mamá vendrá pronto” por ejemplo. Y sobretodo, no prolongar las despedidas.

4. Que sea el único cambio: Tenemos que intentar que el cambio en su vida de empezar la guardería no coincida con otro cambio, por ejemplo con una mudanza o con el paso de la cuna a la cama,

5. Presencia corporal pero no participativa: Si el centro pide que el padre o madre permanezca en la sala para dar seguridad y confianza al niño, no debéis participar en la actividad, es importante que no se interfiera en la tarea del niño, ellos se sentirán seguros al veros.

6. Objeto de seguridad:  Es importante que el niño pueda llevar durante todo este proceso su objeto de seguridad, un peluche, un pañito, cualquier cosa que le recuerde al hogar familiar y que le de tranquilidad.

7. No dudar: Lo más importante es trasmitir seguridad y serenidad al niño, si el niño ve que dudamos en si dejarle o no, si no estamos seguros si queremos que esté allí o no, menos querrá permanecer en el sitio. El niño no tiene que pensar que si protesta más no le dejaran en el sitio, por lo tanto el padre o madre tiene que marchar de forma rápida.

8. Confiar en el equipo: Si habéis elegido esa guardería, si habéis elegido esa actividad deportiva o esa escuela de verano, es importante que sobretodo confiéis en el que el equipo lo hará todo lo mejor posible, eso ayudará también a llevar mejor la adaptación de los padres a separaros de los hijos.

9. No alarmarse en exceso: La ansiedad se trasmite, por lo tanto, no hay que alarmarse por todas aquellas dificultades que vayan apareciendo, estamos ante un proceso normal que no será fácil. El niño se está adaptando a un proceso diferente.

Poco a poco el niño irá admitiendo la separación con sus padres, se irá adaptando a las nuevas rutinas, familiarizándose con los materiales, estableciendo vínculos con educadoras y compañeros. Cada niño junto a sus familias y a su vez junto al grupo llevará a cabo el camino propio hacia la integración y la autonomía,aceptando los progresos y frustraciones, y todas aquellas positivas que irán llegando y favoreciendo al desarrollo.