Un juez ha decretado una pena de cárcel para un piloto de drones que estaba usando estos aparatos para pasar drogas a criminales en prisión.

No lo dudes ni por un momento, cada vez que nace una nueva tecnología habrá alguien que se pregunte cómo puede usarla para cometer un delito. Es algo que ya parece innato en el ser humano, y los drones no podían ser una excepción.

Ojo, es cierto que la adopción masiva de estos aparatos ha pillado por sorpresa a los legisladores, y que por eso aún hay muchos países que no tienen leyes específicas para drones o simplemente aplican las mismas que las de los aviones a radiocontrol. En esos casos, es normal que los primeros usuarios de drones hayan caído técnicamente en la ilegalidad.

El contrabando de drogas en las cárceles, un problema real

El caso que se ha dado en el Reino Unido es completamente diferente. En un acto de picaresca, un hombre ha conseguido introducir drogas en varias prisiones del país usando un dron, saltándose toda la seguridad y los controles de los guardias. Es un caso excepcional por muchas razones, aunque cabe preguntarse cómo es posible que los guardias no consiguiesen parar las transacciones.

spice droga

Los cargamentos eran de “especia”, una sustancia psicoactiva que empezó a tener éxito entre los jóvenes en el 2009. En la actualidad se calcula que un 1,1% de los jóvenes españoles toman esta droga, que ya ha provocado serios casos de psicosis catatónica y problemas del aparato locomotor. Además, también se incluía tabaco, todo un clásico del contrabando en cárceles.

Cárcel para un piloto de drones

Según la policía, el condenado consiguió saltarse en cuatro ocasiones la seguridad de tres cárceles diferentes entre los días 17 y 25 de abril de 2015. Ese último día, en cuanto terminó el transporte del paquete, fue corriendo a su coche, que estaba aparcado cerca de la cárcel, y salió disparado. Unos agentes que estaban patrullando sospecharon de este comportamiento extraño, y decidieron seguirlo y pararlo.

drone carcel 1

Lo que descubrieron en el maletero del coche fue un drone pintado completamente de color negro, probablemente con pintura de aerosol; además, las luces que llevaba habían sido tapadas. Ahora está claro que estas modificaciones fueron realizadas para dificultar que los guardias viesen el aparato.

drone carcel 2

La policía consideró este acto de contrabando como una ofensa muy seria, ya que mostraba una “falta de respeto por el sistema jurídico”. Tanto la especia como el tabaco pueden alcanzar precios astronómicos dentro de la cárcel, y esto puede generar más violencia y problemas, asegura el detective detrás del caso. El juez está de acuerdo, y por eso ha condenado al hombre a 14 meses de cárcel.

Por supuesto, el contrabando de drogas en las cárceles no es un tema nuevo, y los extremos a los que han llegado los presos incluso han sido merecedores de películas. No sabemos si este caso también se convertirá en un blockbuster, pero lo que está claro es que el condenado tenía mucho ingenio.