¿De dónde sacan los astronautas el oxígeno para respirar en el espacio? Algunos astronautas pueden llegar a pasar meses o incluso años en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés o EEI por sus siglas en español). Y, como es obvio, no se puede almacenar tanta cantidad de oxígeno (el tamaño es reducido), igual que tampoco se puede estar constantemente llevándolo (esto supondría que lo astronautas estarían respirando un oxígeno que tendría un valor de 500 000 dólares diarios.
De hecho, esta es una de las grandes incógnitas de los proyectos que tratan de llevarnos a Marte: ¿de dónde sacaremos el oxígeno (el agua no habrá más remedio de extraerla in situ)? Pero, de hecho, la respuesta es bastante sencilla, pues como podremos comprobar, ningún astronauta se ha muerto o ha estado en peligro por falta de oxígeno (o no al menos porque no hubiera suficiente) hasta la fecha.
Hasta 2006 no se había encontrado solución a este problema, por lo que eventualmente se enviaba oxígeno en las misiones que llevaban suministros de forma periódica. También eran menos astronautas. Con el sistema actual, y debido a que se tiene acceso a más oxígeno, la plantilla de la ISS ha aumentado hasta las 6 personas, por lo que adicionalmente se pueden realizar más experimentos científicos al mismo tiempo.
La solución está en un sistema diseñado por la NASA y que fue enviado en 2007. Este sistema recibe el nombre de Oxygen Generation System (OGS por sus siglas en inglés), que en español significa Sistema Generador de Oxígeno y consiste básicamente en una máquina que mediante procesos químicos convierte agua que ya no es útil en la ISS en el tan preciado oxígeno.
Un aparato que genera oxígeno
Y con agua que ya no es útil nos referimos, por supuesto, a la orina, el agua de la vasija del baño y adicionalmente también de la condensación. Estas aguas (aproximadamente de forma diaria se usan unos 23 litros), por medio de la electrólisis (un proceso químico en el que se inyecta electricidad proveniente, en este caso, de las energías renovables de la estación; concretamente se inyectan 50 A), se separan en Oxígeno (O2) e Hidrógeno (H2). Para que el proceso sea más efectivo, se usa Hidróxido de potasio en una proporción de 30%.
Posteriormente el oxígeno se libera a la atmósfera para que sea respirado por los astronautas y el hidrógeno (que es nocivo para los humanos, además de altamente inflamable) no se libera al espacio, como mucha gente piensa, sino que, mediante otra reacción química, la reacción de sabatier, y junto con CO2, se produce agua (H2O) y metano (CH4). El agua entra de nuevo en el circuito de la OGS y el metano sí que se ‘flota’ al espacio.
El sistema genera entre 2,3 y 9 kg de oxígeno diarios, lo que es suficiente para mantener a los 6 astronautas que viven allí de forma semipermanente. Diariamente se consume 5 kg de oxígeno (unos 840 gramos por persona por día), por lo que en ocasiones se produce un excedente. De esta forma, los astronautas son capaces de vivir allí sin la necesidad de estar preocupándose por el oxígeno y por cuándo llegará más (además de que sería carísimo recibir oxígeno regularmente).