En Chile, Latinoamérica, hay una montaña en la que reposan los telescopios más grandes del mundo. Estos telescopios tienen una ardua tarea; encontrar agujeros negros en el espacio. El sitio elegido para estos telescopios está pensado para que la contaminación lumínica no afecte a las búsquedas y además la altura favorece que dicho telescopio pueda encontrar los agujeros.

¿Cómo buscan estos telescopios los agujeros negros? Aunque suene propio de un cómic de Marvel, los telescopios Antu, Kueyen, Melipal y Yepun usan unos láseres gigantes que se pueden ver en el vídeo que os dejamos a continuación.

Los telescopios que buscan agujeros negros con láseres inmensos

Dichos telescopios son básicamente los aparatos ópticos más avanzados del mundo. El sistema consta de cuatro telescopios unitarios con espejos principales de 8,2 m de diámetro y cuatro telescopios auxiliares móviles de 1,8 m de diámetro. Juntos conforman lo que se conoce como “interférometro” gigante, que permite a los astrónomos ver detalles hasta 25 veces más finos que con los telescopios individuales.

Los haces de luz se combinan en el sistema mediante un complejo sistema de espejos en túneles subterráneos donde las trayectorias de luz deben mantenerse a distancias inferiores a 1/1000 milímetros, en un radio de cien metros. Con este tipo de precisión, dicho sistema puede reconstruir imágenes con una resolución angular de miliarcsegundos, equivalente a distinguir los dos faros de un automóvil a la distancia de la Luna.

Los considerados telescopios más grandes del mundo también pueden trabajar individualmente. Con uno de estos telescopios, se pueden obtener imágenes de objetos celestes tan débiles como la magnitud 30 en una exposición de una hora. Esto corresponde a ver objetos que son cuatro mil millones de veces veces más débiles que lo que se puede ver a simple vista. El sistema, llamado VLT (Very Large Telescope) es considerado el sistema óptico más avanzado.

El sitio, un monte alejado de Chile es el paraíso de los astrónomos. De los 365 días del año, 331 son noches sin contaminación lumínica y el aire apenas contiene humedad que de otra manera bloquearía ciertas longitudes de onda de la luz. Por lo cuál en el vídeo podemos ver un cielo estrellado dónde podemos incluso distinguir a la omnipotente Vía Láctea, convirtiendo a la noche en un espectáculo de luces. Gracias a este vídeo time lapse podemos ver más de cerca la tecnología detrás del mundo de la astronomía.

Vídeo: Enrico Sacchetti and Riccardo Poggi.