Ucrania ha conseguido resistir envite tras envite a un ejército ruso que está basando su invasión en la artillería. Este tipo de carros de combate, de herencia soviética en muchos casos, acumulan más de 3 décadas de servicio y se han posicionado incluso como blancos fáciles para el armamento anticarro que países como España han enviado. Casi como un efecto dominó, esas columnas de tanques, camiones y resto de vehículos se han ido deteniendo como consecuencia directa de las bajas. Entre ellos, el vehículo de infantería BMP-2 y el tanque T-72 serían los modelos más destruidos en lo que va de contienda, según los reportes de inteligencia de fuentes abiertas.
En total, se han contabilizado 134 bajas de BMP-2 y 235 T-72 entre vehículos destruidos por ataque, abandonados o capturados por el ejército ucraniano, tal y como recoge Oryx, que recopila fotografías de todo el material de guerra ruso perdido desde que comenzó la invasión el pasado 24 de febrero. En total, se calculan que a día 1 de abril un total de 2.315 vehículos —fotografiados y documentados— habrían causado baja en las filas rusas.
En una situación muy diferente estarían las tropas de Ucrania que, a pesar de haber perdido un número importante de material militar, el recuento puede incluso haberles salido en positivo con las capturas de máquinas rusas. Lo que sí parece claro en esta guerra de cifras es que hay modelos de blindados y carros de combate con más representación que otros en el número de bajas y una de las razones puede ser la escasa protección y resistencia del material desarrollado en la Unión Soviética.
A lo que se añade el empleo de los sistemas lanzamisiles especialmente desarrollados para actuar contra este tipo de carros de combate blindados y que han estado llegando a Ucrania desde antes incluso del comienzo de la invasión. Modelos como el NLAW de Reino Unido o los Javein estadounidenses están haciendo mella en las tropas rusas que han tenido que proteger sus vehículos con troncos y sacos de arena.
Así es el BMP-2
El vehículo de infantería anfibio BMP-2 es un reemplazo directo del BMP-1 que el ejército soviético introdujo allá por los años 60 y que todavía hoy sigue operativo, prueba de ello son las 23 bajas confirmadas que acumula este modelo más antiguo. Por su parte, el BMP-2 comenzó su desarrollo en 1974 tras demostrarse algunos puntos débiles de la primera versión y entró oficialmente en servicio en 1980.
Los ingenieros soviéticos decidieron aplicar al BMP-2 un diseño exterior muy similar BMP-1 y utilizar el mismo chasis. Relegándose las mejoras y novedades al terreno puramente armamentístico con una torreta ampliada con capacidad para dos personas y una tripulación que descendió de 8 a 7.
El arma principal está representado por un cañón de 30 milímetros con una cadencia de entre 200 y 300 disparos por minuto. Según indica WeaponSystems, cuenta con un alcance de 1,5 kilómetros contra vehículos y hasta 2,5 kilómetros contra otros objetivos menos resistentes como helicópteros volando a baja cota.
El BMP-2 incorpora un lanzamisiles en la parte superior del vehículo desde donde puede disparar munición 9M113 Konkurs (AT-5 Spanrel, en designación OTAN) y 9M111 Fagot (AT-4 Spigot) especialmente indicada para atacar a carros de combate. Ambos son misiles guiados que reciben información sobre el objetivo mediante un cable que los une con el sistema de lanzamiento y pueden alcanzar hasta los 4 kilómetros. También dispone de una ametralladora de 7,62 milímetros como arma complementaria.
También el blindaje fue mejorado sensiblemente con un sistema de armaduras situadas en la parte frontal —para resistir impactos de 12,7 milímetros— y protección contra fuego de armas pequeñas en los laterales y parte trasera. En posteriores actualizaciones, algunas unidades de BMP-2 equiparon blindajes adicionales, así como equipos contra contaminación NBQ y lanzadores de granadas de humo.
Este vehículo de infantería dispone de un motor de 300 caballos que también es el encargado de proporcionar empuje cuando está en modo acuático, para lo que usa sus propias orugas como aletas. La velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora en carretera y hasta 7 kilómetros por hora en el agua. Todo ello en un vehículo de 14,3 toneladas de masa en orden de combate.
T-72
El segundo en número de bajas rusas lo compone el modelo de carro de combate T-72 en sus numerosos modelos y submodelos. Este tanque es coetáneo al BMP-2 y entró en servicio en 1973, tan solo un año antes, y ha recibido numerosas actualizaciones a lo largo de su dilatada vida. Se calcula que alrededor de 203 unidades de todos tipos han sido destruidas, abandonadas o capturadas por el ejército ucraniano.
Esta plataforma corresponde con uno de las grandes éxitos de la Unión Soviética con decenas de variantes y adaptaciones de diversos países donde opera, entre ellos Ucrania.
Sus 41,5 toneladas junto con una longitud de menos de 10 metros —contando el cañón— y 3,59 de ancho lo convierten en uno de los más pequeños de su clase. Esto le permite operar en lugares donde otros tanques no pueden y le ha permitido servir de base a otros vehículos como los encargados de disparar bombas termobáricas.
Dispone de blindaje con armadura reactiva y un arma principal de 125 milímetros capaz de disparar misiles antitanque guiados así como municiones explosivas y de dardo. También dispone de ametralladoras como armas secundarias y un motor de 780 caballos que le permiten circular a 60 kilómetros por hora.
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