A Sánchez lo recordamos morituri la noche de los cuchillos por octubre, cuando salió en coche del subterráneo de Ferraz con ojeras: diez años envejecidos en un día. Era aquel PSOE que se trastabillaba entre la autofagia, la nada, y con los cataplines del susanismo encima de la mesa y vistos en directo. Pdr se rehizo, revivió en un lago artificial de Dos Hermanas, pateó España con sus gentes desencantadas, y descubrió que la vida es más que el running y un pantalón ajustado y una mochila a la chepa.
Después de su muerte civil, Pdr fue como muy suavito a que Évole le diese jabón y entrevista en una cafetería setentera de Argüelles. Y más tarde el perfil bajo en Cataluña donde otros han quedado retratados. Es Pdr un líder pegado a su Begoña y a una militancia -la conozco- que es de mucho alborotorar y de mirarse poco los programas en el caso de tenerlos. Hubo un mítin en que sacó un banderón de España en formato JPG, y se abrazó a su Begoña, insisto, y tuvo que sentirse levemente Kennedy. Que no es no y sí es sí, pero Pdr va viendo que los maximalismos no casan bien con una España lacia, y que las contradicciones de Iceta hay que dejarlas como en sordina para que a un votante de Cádiz, felipista sin carnet, se le olviden estas mendicidades del icetismo.
Pdr ya ha asumido la cana en el flequillo y que hay Historia en las siglas de su partido, y así lo vemos en domingo y en Alemania defender nuestro modelo de convivencia en un país -Alemania- que ha dejado de ser serio desde que Low copió el tikitaka y desde que Merkel pace en los verdes jardines de una socialdemocracia muy suya.
Después hay que analizar la imagen de Pdr en Alemania, vendiendo la Constitución mientras en su país el ministro bocachanclas no dimite y rompe España. Ya habrá tiempo para que arregle la caraja inarrreglable de la FSM, para que cuente qué país viene teniendo en la cabeza. Acaso hoy lo importante es que Pedro Sánchez ha europeizado/voceado que España tiene gangrena por la parte de Cataluña, y que ese mal puede brotar en Baviera y la Padania y Normandia.
A Pdr aún le retumba aquella pregunta de Patxi López sobre los fundamentos de una nación -"¿Pedro, qué es una nación?"- aunque, visto a la distancia, lo de Sánchez en Alemania es lo más cerca que el bipartidismo de hoy ha hecho por la patria. Lo fundamental es que Pdr se nos ha hecho prócer al tiempo, y bendito sea en cualquier caso. Porque cuando el oportunismo es salud, ahí andará Sánchez Castejón con su conciencia, y con su Bego, y con una Constitución que no era tan mala. Ni tan vieja.