En la Nueva España diseñada por PSOE, Podemos, ERC y Bildu, la condición de hermana de una presidiaria condenada por el Tribunal Supremo por sedición y malversación de fondos públicos amerita sueldo y escaño en el Congreso de los Diputados.
No es el peor de los currículos que han caído como bíblica lluvia de ranas sobre el Hemiciclo desde que el populismo es la ideología por defecto de las democracias occidentales. Pero la sinceridad de Dolors Bassa, la hermana de la exconsejera Montse Bassa, no la puedo negar ni yo. Y es más. Hasta se la agradezco.
Tras los raquetazos de melones dialécticos de Gabriel Rufián el pasado sábado en el Congreso de los Diputados con los que abogaba por el diálogo, la fraternidad y hasta el amancebamiento con el PSOE, la tosca franqueza de Bassa confesando lo obvio, que a ERC le importa un comino la gobernabilidad de España, resultó casi cicatrizante. Revelador, también.
La conclusión es de cajón. No es que los miembros de la actual alianza de Gobierno de PSOE y Podemos padezcan una incapacidad genética para la vocalización de verdades: es que no les sale de los cojones vocalizarlas.
La catalanidad de Bassa le impidió, sin embargo, llevar hasta el final su órdago al consenso de las mentiras en el que chapotean el PSOE y sus aliados. Y Bassa añadió la coletilla "personalmente". "Personalmente, la gobernabilidad de España me importa un comino" dijo. ¡Salta la sorpresa en Las Gaunas!
El silencio que se hizo en el Congreso, durante apenas un segundo, hizo que a la propia Bassa se le dibujara el pasmo en la cara. Quizá hasta se le pasó por la cabeza la idea de que tanta sinceridad hubiera podido colmar el vaso de la paciencia del PSOE. ¡Inocente! Ese vaso es capaz de almacenar más humillaciones que todo el lecho del Océano Pacífico. Bassa también llamó "verdugos" al PSOE y amenazó con volver a declarar la independencia de su imaginaria república catalana.
En el PSOE rumiaban los insultos con tanta mansedumbre, casi espantando moscas con el rabo, que uno esperaba que de un momento a otro pasara un mercancías frente a sus escaños.
Bassa utilizó el Congreso como un lavabo de gasolinera en el que uno alivia las tensiones de la vejiga y aquí paz y después independencia. Por el PSOE no quedará, desde luego. ¿Qué van a hacer? ¿Afearle a la hermana de una condenada por un golpe contra el orden constitucional su minuto de rabia y orgullo?
Bassa declamó su comino leyendo un guion aprobado previamente por ERC. Pero hemos de creernos que Bassa hablaba a título personal, ofuscada por sus emociones, y que el partido por el que ella es diputada no sólo no comparte su opinión, sino que está profundamente interesado en la gobernabilidad de España, en el bienestar de los españoles, en las taquillas de ¡Teruel Existe!, en las naranjas de Compromís, en los trenes extremeños y hasta en las zambombas de Jerez de la Frontera. Los becarios de Newtral, desde luego, darían la interpretación por válida. ¿Por qué no?
Bassa, la hermana libre, se metió en política hace sólo nueve meses para luchar contra la "represión española" que ha encarcelado a la otra Bassa, su hermana presa. "Soy la Montse, pero en realidad a quien represento es a Dolors Bassa, mi hermana. Es ella quien debería estar aquí, y no yo. Ella está aguantando esta farsa de juicio y esta ignominia de prisión", dijo tras conocerse que sería la cabeza de lista de ERC por Gerona.
Bassa es también la fundadora de la asociación separatista Asociación Catalana por los Derechos Civiles, además de pedagoga y activista, ese título que en Cataluña se obtiene por el mero hecho de calzarte un lazo amarillo en la solapa.
La costumbre republicana de escupir en la cara del PSOE en el Congreso de los Diputados empieza a convertirse en tradición. En vista de la imposibilidad de que ERC se abstenga de tan molesta rutina, nos permitimos eso sí la libertad de pedirles que la próxima vez que lo hagan, procuren no salpicar al resto de los españoles avalando un Gobierno del receptor del escupitajo. Por higiene (democrática). Pero también por coherencia moral.