Permitan un primer párrafo de flirteo con el tópico. Contextualizar y tal.
La cosa es que en los últimos tiempos se ha impuesto un argumento muy entrado en razón. El año empieza formalmente el uno de enero. Como instrumento contable es una herramienta utilísima que ahora no vamos a derribar.
Pero cunde la sensación de que el verdadero cambio de ciclo anual no se experimenta hasta el momento en que uno se reincorpora a sus obligaciones tras el parón veraniego. Día arriba, día abajo, el uno de septiembre. (Cuando toca trabajar en agosto, se produce la extraña sensación de empezar el curso dos veces. Pero eso, otro día). El contador a cero huele más a caja de Alpinos que a uvas, cava y turrón con Mecano de fondo.
Da la impresión de que el tiempo pasa muy deprisa. (Pero, ¿no habíamos quedado en que los tópicos se quedaban en el primer párrafo? Ya vamos al meollo, paciencia). Eso es verdad pero, aunque sea a esa velocidad vertiginosa, los acontecimientos se acumulan. De modo que es mucho lo que cambia en un año. Vean, si no, lo que EL ESPAÑOL les estaba contando el uno de septiembre de 2021.
Aquella fue una de esas jornadas muy del estilo de la moda de entonces: Pedro Sánchez se rodeaba en Casa de América de los mismos empresarios a los que ahora señala como “poderes oscuros”. Se trataba de garantizar una “recuperación justa”.
En el auditorio estaba Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdola. Quedan alrededor de once meses para que el jefe del Ejecutivo considere la protesta del gestor un indicador de que sus políticas van en la buena dirección.
Alberto D. Prieto daba cuenta del nombramiento de Héctor Gómez como nuevo portavoz del PSOE en el Congreso. Quizá les suene el nombre. Es el mismo que fue liberado de esas mismas funciones hace poco más de un mes para ser sustituido por Patxi López. Los socialistas se referían entonces a Gómez como “un valor en alza”.
España optaba por seguir la recomendación del Centro de Control para la Prevención de Enfermedades y no administrar la tercera dosis de la vacuna contra el COVID que acabaríamos recibiendo unos meses después. La Comunidad de Madrid decidía esperar a final de mes para relajar las restricciones en el ocio nocturno. (Bailar con mascarillas y respetando la distancia).
Existía un ministro llamado Manuel Castells.
Pablo Casado se veía en la Moncloa. Tanto es así que decidió ir configurando un gobierno. “En la sombra” de la mejor tradición de la oposición británica. Contaba Daniel Ramírez que el entonces secretario general del PP, Teodoro García Egea, había lanzado una instrucción clara a todos los equipos, especialmente los relacionados con la comunicación: “Estamos preparados para gobernar”. Entre sus integrantes figuraba Juan Bravo, hoy vicesecretario de Economía den la nueva dirección popular. Félix Bolaños arremetía contra la vieja por no avenirse a renovar el CGPJ si no era con un cambio en el sistema de elección.
Una crónica de Marcos Ondarra contaba la decisión del ayuntamiento madrileño de Batres (2.000 habitantes) no de no pagar los recibos de “la luz más cara de la Historia”. Un reportaje de Elena Carrasco nos advertía: habrá alimentos básicos de la cesta de la compra que se encarecerían ese mismo invierno un 20% por la subida del coste de producción derivado del alza de la luz.
José Luis Llorente se preguntaba qué iba a ser del Real Madrid sin Mbappé pero terminaba su artículo mostrándose seguro de que el equipo blanco ganaría la última batalla por el fichaje del jugador. Quién sabe.
Las noticias de hoy causarán una sensación parecida dentro de 365 días. De momento, sólo queda sentir un cierto vértigo ante todo lo que nos pueda deparar un nuevo curso. ¿Qué color de los Alpino sobrevivirá a la siguiente apertura de piscinas, todo punta sobre un tronco escuálido?
Feliz año.