La portavoz del PSOE, Pilar Alegría, durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE.
El PSOE llamará a su puerta
Cuando los ciudadanos ya están cansados de las noticias y las redes sociales no calan tanto, Pedro Sánchez ha recuperado el viejo método del puerta a puerta como estrategia para captar el voto en una campaña que será interminable.
No se extrañe si durante las semanas venideras una pareja de jóvenes afiliados al PSOE llaman a su puerta para ofrecerle la panacea para el otoño aciago previsto. Puede que le ofrezcan un folleto explicativo con los remedios del partido, pegatinas o un imán para la nevera.
En estas semanas de fulgor regresivo hacia el siglo XX, el método para captar el voto de esta campaña que aparenta interminable recupera el puerta a puerta como estrategia estrella.
Pedro Sánchez en Pino Montano (Sevilla), el pasado sábado.
No es nuevo. Año 1978. El PSOE tira la casa por la ventana bajo el lema “Tu derecho es votar. Vota libremente”. Cincuenta millones de pesetas gastadas en 6.230 vallas de publicidad exterior, 100 cuñas publicitarias, 10 spots en televisión, 1.118 anuncios en 103 diarios, 56 inserciones en color en 103 diarios, 56 inserciones en 35 revistas, tres millones de carteles, cincuenta millones de octavillas, dos y medio de pegatinas y 200.000 chapas.
Entonces el PSOE pedía el sí al referéndum constitucional, con especial ahínco en País Vasco y Cataluña. Pero la principal novedad, lo que ayudaría sí o sí a Felipe González sería la llamada “campaña puerta a puerta”. Hasta seis millones de votantes recibirían la visita de 100.000 visitantes que les explicarían las razones del sí socialista a la Constitución. El responsable político de la campaña, Guillermo Galeote, explicó a Cambio 16 que sus esperanzas estaban puestas en los “contactos personales, sobre todo de cara a la rentabilidad que pueda tener para el partido”.
El presente siglo ha agotado todos los cartuchos de la modernidad y recurre en muchos de sus aspectos a los antiguos, y los que no lo son tanto, para recurrir a aquello que predica que cualquier pasado fue mejor.
Los tuits ya no calan tanto en Twitter. Las redes sociales se han convertido en un coladero de información vertida que debe pasar por el aro del algoritmo y ni siquiera la promoción pagada parece suficiente para lograr el voto de la gente hastiada de la modernidad.
"Es tan antiguo como cuando en 1978 el PSOE decidió repartir en los centros de formación profesional 2 millones de ejemplares de un tebeo que explicaba la importancia de tener una Constitución"
Si hubo una época en la que las enciclopedias vendidas a domicilio pasaron a formar parte del paisaje doméstico español, las ideas promulgadas por el PSOE podrían llegar a serlo en los próximos meses, para que en la campaña de las elecciones de 2023 el trabajo ya esté hecho.
–Buenos días, ¿qué océano baña las aguas de Sri Lanka?
El señor no sabe que contestar y ante el desconcierto compra la enciclopedia porque se da cuenta de que, aunque pensaba que sí, no lo sabe todo.
–Buenos días, ¿sabe cómo puede recuperar todo el dinero que ha gastado en pagar las facturas de la luz en los últimos meses?
[Pedro Sánchez cambia a los empresarios por ciudadanos de a pie para abrir el curso político]
Podría ser la pregunta de un comercial de una compañía eléctrica, pero también la de un afiliado del PSOE que por fin ha captado su atención porque las noticias ya ni las ve.
Es lo que los politólogos llaman audiencia ultrasegmentada y que es tan antiguo como cuando en 1978 el PSOE decidió repartir en los centros de formación profesional y en los de EGB dos millones de ejemplares de un tebeo de 28 páginas que explicaba la importancia de tener una Constitución en España y los temas más importantes del proyecto socialista.
"Hay que recuperar el voto perdido y Andalucía ha sido la elegida para el pistoletazo de salida, donde más ha dolido el coladero"
Ahora que los partidos habían abandonado los mítines y el cuerpo a cuerpo por el plasma y los tuits, Pedro Sánchez tira de hemeroteca y arranca su road show bajo el título “El Gobierno de la gente” con 30 mítines preparados para dar a conocer las medidas del Gobierno a pie de calle.
Los dirigentes del PSOE en las estaciones de tren recuerdan a los viajeros que tienen el bono-transporte de cercanías gratuito. Hay quien ya estará pensando en recurrir al viejo truco de simular una llamada telefónica según se acecha el locutor.
La pandemia ha terminado y es tiempo de desplegar en toda España el carisma de Weber como encarnación del demos para expresar la voluntad general. Con los debates en televisión quemados, los focos se trasladan a la calle y a la furgoneta ya le están echando la gasolina, aunque esté a dos euros el litro –¿quién lo pagará?–, pero hay que recuperar el voto perdido y Andalucía ha sido la elegida para el pistoletazo de salida, donde más ha dolido el coladero.
“Recuerda que eres humano”, le advertían los acompañantes a los triunfantes de la antigua Roma. Afirma Frédéric Lordon en Los afectos de la política que “el buen gobierno de los hombres consiste en mirar de frente a los gobernados, en dejarse afectar miméticamente por sus afectos”. Pedro Sánchez venderá las enciclopedias que hagan falta para encarnar al Felipe González que refundó el PSOE y lo alzó al poder.
*** Marta García Bruno es periodista, profesora en la facultad de Comunicación de la Universidad Francisco de Vitoria y doctoranda en Comunicación Política.
