Finalmente, Pablo Casado ha optado por elegir a Isabel Díaz Ayuso como candidata a la Comunidad de Madrid y a José Luis Martínez-Almeida como aspirante a la alcaldía de la capital. Ambos son poco conocidos para el electorado, un riesgo que se multiplica exponencialmente por dos razones: la envergadura de la plaza y el nivel de sus contrincantes.
Son personas de la plena confianza del presidente del partido y su perfil conservador puede ayudar al PP para cortar la sangría de votos hacia Vox. Díaz Ayuso es experta en Comunicación y se ha fogueado en los platós televisivos. Martínez-Almeida, menos mediático, es un profundo conocedor de la ciudad de Madrid.
Decepción
Ahora bien, las expectativas tanto dentro como fuera del PP eran mayores. En las quinielas se barajaban independientes y candidaturas de fuste. De ahí que la noticia haya caído como un jarro de agua fría y haya recibido críticas incluso entre cuadros dirigentes del partido.
La batalla en Madrid se antoja muy complicada, y el resto de los partidos presenta a pesos pesados. El PSOE tiene al exministro Ángel Gabilondo; Podemos, a Íñigo Errejón. Pero entran en liza también Manuela Carmena, Begoña Villacís... y ya se habla entre los socialistas del ministro Grande-Marlaska.
Cs, la amenaza
No debe pasarse por alto que Cs está ahora por delante del PP en intención de voto en Madrid, según revelaba hace unos días la encuesta de SocioMétrica publicada por EL ESPAÑOL. De ahí la importancia y la trascendencia de la selección de candidatos. El sorpasso haría mucho daño a los populares.
Que Casado no haya fichado a galácticos puede facilitar al presidente del PP el enroque sobre los principios fundacionales del partido, los mismos con los que ganó las primarias. Ahora bien, no deja de revelar falta de capacidad de atracción, algo que se ha puesto de manifiesto en otro punto electoralmente clave como la Comunidad Valenciana. Allí, también con la amenaza de la sombra de Cs, será candidata a la Generalitat Isabel Bonig -que ni siquiera apoyó a Casado en las primarias-, y la exconsejera María José Catalá pugnará por la alcaldía. Nombres en principio poco ilusionantes para un proyecto que debe salir a ganar.