Pablo Iglesias, candidato de Unidas Podemos en las elecciones del 4-M, en la Cadena SER.

Pablo Iglesias, candidato de Unidas Podemos en las elecciones del 4-M, en la Cadena SER.

LA LISTA DEL SÉPTIMO DÍA

Las 17 barbaridades de esta campaña (que no se deberían volver a repetir)

La campaña electoral más crispada en cuarenta años de democracia deja una idea clara entre la ciudadanía: no todo debería valer en política para ganar unas elecciones. 

2 mayo, 2021 01:34

1. Las cartas amenazantes

Isabel Díaz Ayuso, Pablo Iglesias, Reyes Maroto, María Gámez, José Luis Rodríguez Zapatero y Fernando Grande-Marlaska han recibido cartas amenazantes durante esta campaña electoral. Algunas de ellas han llegado a su destino, merced a incomprensibles fallos de los protocolos de seguridad. Otras han sido interceptadas a tiempo antes de que llegaran a su destinatario. 

2. La utilización política de esas cartas

Esta campaña electoral ha sido la primera de la historia de la democracia en la que algunos de los candidatos han usado como arma electoral contra sus rivales las amenazas recibidas por correo. Esos candidatos han roto así una regla no escrita de la política: la que dice que esas amenazas no se publicitan jamás. En primer lugar, para no entorpecer la investigación. En segundo lugar, para no provocar un efecto llamada. 

3. El paripé de las condenas de la violencia

Las condenas de la violencia se han convertido ya en un lugar común de la política cuyo objetivo no es el que se finge frente a las cámaras, sino dejar en evidencia al candidato interpelado. El recurso de condenar "todas las violencias" para no condenar una en concreto también es ya habitual. Recurso, por cierto, utilizado de forma recurrente por los distintos brazos políticos de ETA y que ahora utilizan Vox y Podemos. 

4. El CIS

A pesar de la prohibición de publicar encuestas, el CIS sigue realizando sondeos entre los ciudadanos. El PP sospecha que el PSOE podría estar beneficiándose de la información que ofrecen esos sondeos, pagados con dinero público, y por ello ha reclamado a la Junta Electoral que José Félix Tezanos ponga a su disposición sus resultados. Algo a lo que, efectivamente, está obligado por la ley. 

5. El cartel de Vox

Si estas elecciones no pasan a la historia como "las de las cartas" lo harán como "las del cartel de Vox". Ese en el que el partido liderado por Santiago Abascal compara el coste que supone el mantenimiento de un mena con la pensión que cobra una jubilada española. El cartel, legal pero cuyos datos son incomparables o lisa y llanamente falsos, ha sido acusado de racista y provocado la repulsa del resto de partidos.

6. Las sospechas sobre el voto por correo

Sospechas propagadas por Vox de acuerdo a las tácticas del trumpismo y que han llevado a Abascal a animar a votar presencialmente para anular el voto realizado por correo. Abascal ha rectificado después de ser informado de que el voto presencial no anula el realizado por correo, pero el mal ya estaba hecho. Miles de españoles creen ahora, sin prueba alguna, que su voto será manipulado por los carteros de Correos.

7. La crispación como estrategia electoral

Los madrileños se han desayunado cada día de la campaña con un nuevo exabrupto, generalmente a cargo de Podemos, cuyo objetivo no era otro que centrar el foco de la atención en Pablo Iglesias y cambiar el rumbo de unas elecciones muy complicadas para la izquierda. Así, el líder de Podemos ha llegado a afear a la Casa Real la "no condena" de las amenazas recibidas y a criticar a la Policía por contar con "ultras infiltrados".

8. El señalamiento de periodistas

Durante una entrevista en la SER, Pablo Iglesias acusó a la presentadora de Telecinco Ana Rosa Quintana de ser "la portavoz mediática de la ultraderecha". Quintana respondió en su programa diciendo que el fascista es, precisamente, quien señala a periodistas mientras circula protegido por docenas de escoltas. Iglesias amenazó luego con querellarse contra la presentadora por acusarle de ser el responsable de las residencias de ancianos (y, por tanto, de las muertes ocurridas en ellas).  

9. El teatro 

Las escenificaciones son habituales en política, y más aún durante una campaña electoral, pero aquí se han superado todos los parámetros razonables. Ejemplo de ello son los sollozos de Yolanda Díaz en televisión cuando fue informada de la carta recibida por Reyes Maroto o tantas y tantas muestras de indignación fingida contra la amenaza fascista que hemos podido a lo largo de los últimos días. 

10. La violencia de Vallecas

Una violencia jaleada (ahora se dice blanqueada) por Podemos cuando acusó a Vox de haber acudido al barrio de Vallecas "para provocar". La violencia de radicales de extrema izquierda afines a Podemos acabó con varios heridos y detenidos, y sirvió para que el foco mediático de la campaña se centrara en los dos partidos más extremistas de los que se presentan a la presidencia de la Comunidad

11. Sin debates por los cordones ideológicos

Como ha explicado en EL ESPAÑOL el exdelegado del Gobierno en el País Vasco Javier de Andrés, en este país se han celebrado debates en los que han estado presentes los distintos brazos políticos de ETA, los partidos nacionalistas que se alzaron contra la democracia en 2017 e incluso Podemos, un partido que ha justificado sin rodeos las dictaduras cubana y venezolana. ¿Qué diferencia a Vox de esos partidos?

12. Las barbaridades

"El PP es una organización criminal". "Los demócratas estamos amenazados de muerte si no paramos a Vox en las urnas". "El riesgo de morir por Covid en Madrid es un 54% superior". "Madrid no es seguro para gais y mujeres". Son algunas de las barbaridades que la izquierda ha propagado durante una campaña en la que las propuestas en positivo han quedado sepultadas bajo una montaña de desatinos más propios de un panfleto. 

13. Los eslóganes maniqueos

"Fascismo o democracia". "Comunismo o libertad". Hasta en las películas de superhéroes de la Marvel el enfrentamiento entre el héroe y el supervillano ofrece más complejidad psicológica que los eslóganes de esta campaña electoral. Edmundo Bal ha sido el único candidato que se ha mostrado contrario a ese maniqueísmo.

14. El debate de la SER

Viendo que las encuestas eran pésimas para Podemos, Pablo Iglesias llegó al debate de la SER decidido a escenificar una espantada tras realizar un cálculo muy elemental: el líder de Podemos ganaba más reventando el debate que quedándose en él. Lo que no podía imaginar Iglesias es que Monasterio le daría no sólo un pretexto, sino también un motivo, cuando le invitó a marcharse con viento fresco del estudio.

15. Tezanos se posiciona

José Félix Tezanos entró en campaña con un artículo en el que acusa a PP y Vox de estar realizando "esfuerzos recurrentes por radicalizar y bipolarizar el debate público". Es la primera vez que un director del CIS se posiciona durante unas elecciones en contra de algunos de los partidos que se presentan a ellas. Si todavía quedaba alguna sospecha de imparcialidad en el CIS, ese día fue finiquitada por todo lo alto.

16. La cancelación de un acto de Leopoldo López

La Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid anuló un acto del opositor a la dictadura venezolana Leopoldo López convocado por la Asociación Universitaria Libertad Sin Ira con el título Venezuela: ¿democracia o dictadura? La censura a López se produjo pocos días después de que la misma facultad permitiera el acto de celebración del centenario del Partido Comunista de España. 

17. El BOE de partido

El preámbulo de la Ley Orgánica 5/2021 de 22 de abril incluye una auténtica diatriba contra el PP impropia del BOE: "Desde la llegada al Gobierno del PP en diciembre de 2011 se inició un proceso constante y sistemático de desmantelamiento de las libertades y especialmente de aquellas que afectan a la manifestación pública del desacuerdo con las políticas económicas del Gobierno". Es la primera vez que el BOE es utilizado por el Gobierno para atacar a la oposición en plena campaña electoral

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Ilustración: Javier Muñoz.

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