23 lujos cotidianos que los políticos prohibirán en la España de 2030

1. Mirar a las personas menstruantes

Cualquier contacto visual con miembros del sexo femenino (personas menstruantes en 2030) será considerado un insulto, como si todas ellas fueran el emperador Haile Selassie. Lo correcto será fingir cifosis y caminar contando los chicles de las baldosas, con la mirada fija en el asfalto. Nos reconoceremos los unos a los otros por los tobillos. 

2. El sexo biológico

Los niños serán reasignados quirúrgicamente al sexo opuesto al suyo biológico nada más nacer. Por si acaso. 

3. El baile masculino blanco heterosexual

Etílico, atávico y generador de un hipnótico horror cósmico. Comportará pena de cárcel si el danzarín lleva traje y corbata. En general, cualquier comportamiento espontáneo de una persona blanca, heterosexual y de sexo masculino que demuestre felicidad o comodidad con su rol en el planeta Tierra será considerada delito de odio. 

4. La carne

Qué les voy a contar. 

5. La monogamia

El Gobierno obligará a los ciudadanos a cambiar de satysfier cada tres meses para evitar que se enamoren románticamente de él y acaben manteniendo una relación monógama con el cacharro. 

6. El amor romántico

Sólo estará permitido si su destinatario es el líder del partido.

7. La hortojrafia

Ssera kon siderada helitista. los hespanyoles, Haprenderemo ha hescrivir kon; faltas d hortojrafia.  para hesKibar a la polizia jramatikal . 

8. Viajar fuera de tu localidad natal

A los vascos y a los catalanes les ha salido bien, al menos desde un punto de vista estrictamente financiero, eso de no salir mentalmente de su pueblo. ¿Así que por qué no hacer obligatoria la boina, la endogamia y el cantonalismo hasta que todos los españoles acaben hablando en un idioma bucéfalo con sólo tres consonantes y más apropiado para invocar a Satán que para comunicarse con el prójimo? 

9. Hablar claro

El lenguaje recto, corto y claro será prohibido a propuesta del sanedrín de rectores de universidades públicas españolas. Universidades donde no entrará nadie con un cociente intelectual superior a 50 ni tampoco nadie que haya aprobado una o más asignaturas. El Gobierno determinará la frecuencia con la que determinados términos considerados de interés nacional (resiliencia, diálogo, tolerancia, inclusividad, diversidad) deben aparecer en los medios. "De cada cien palabras, una debe ser monitoraje; de cada doscientas, una debe ser transversalidad; de cada trescientas, una debe ser talante". 

10. El cine 

Sólo se podrán rodar películas protagonizadas por actores pertenecientes a una minoría oprimida que represente a menos de un 0,000018% de la población y siempre y cuando ese actor actúe de sí mismo. La representación de vidas ajenas será considerada apropiacionismo cultural porque todes les persones seremos considerades une culture en nosotres mismes. 

11. El sexo carnal

El sexo entre seres humanos sin el permiso del partido estará estrictamente prohibido. El resto será pautado por una cartilla de racionamiento gubernamental que sólo poseerán los miembros del partido. Totalmente prohibido si eres blanco heterosexual. En el caso del resto de razas y orientaciones sexuales, se estará a lo dispuesto por la cartilla. Los cupones alcanzarán precios astronómicos en el mercado negro. Una hora con el satisfyer del vecino se pagará en el mercado a precio de solomillo de unicornio. 

12. El alcohol

Es heteropatriarcal, desinhibe a los hombres (sobre todo al tuyo) y a Irene Montero no le gusta por ambas razones. Prohibido. 

13. El turismo

El peor de los pecados posibles, salvo para los miembros del partido, que seguirán viajando a Cuba a gastos y otras cosas pagadas. En cualquier caso, en 2030 todos los países parecerán el mismo (Cuba), así que para qué vas a querer viajar.

14. El porno

Probablemente la única cosa en la que están de acuerdo Carmen Calvo e Irene Montero. Prohibido no: lo siguiente. 

15. El azúcar

Será como la pimienta para los europeos del siglo II a. C. Un lujo para reyes. Mejor dicho, para (ya saben) miembros del partido. 

16. El voto

Un algoritmo de Google determinará a qué partido estás deseando votar en función de tu historial de navegación. Casualmente, ese partido será siempre el mismo partido progresista, resiliente y sostenible. Salvo que seas murciano. En ese caso, ese partido será Vox. Porque toda Eurasia necesita su Oceanía. 

17. Las vacas

En Galicia, el concurso de Miss Vaca Fermosa lo harán con mapaches. Que tienen la ventaja de que no producen tanto metano y de que no son aptos para el consumo humano. 

18. El humor

Concretemos: el humor que no se ría de la derecha, de los católicos, de la monarquía, de los judíos o de las víctimas del terrorismo. El resto será admisible, pero sólo en los términos acordados por el partido. 

19. Pensarse las cosas

El Gobierno concederá un margen máximo de 7 segundos a todos los ciudadanos para tomar decisiones trascendentales para su vida. ¿Abortar? Un segundo. "Pim, pam, decide, la oferta caduca". ¿Eutanasia? Dos segundos. "Venga, no tenemos todo el día, el de la jeringuilla ha quedado para unas cervezas con sus colegas". ¿Divorciarte? Cuatro segundos. "Dale, dale, ¿quieres custodia o no quieres custodia?". ¿Cambiar de sexo? Siete segundos si tienes menos de doce años. Cinco si tienes entre doce y catorce. Tres si tienes entre catorce y dieciséis. 

20. La democracia

Para 2030, todas las urnas habrán sido recicladas como peceras. Cuando Isabel Díaz Ayuso exija elecciones libres desde su celda en la prisión que habrán construido sobre los cimientos del Zendal, la acusarán de estar abriendo las puertas al fascismo. 

21. Hablar en el idioma oficial de tu país

El Gobierno convertirá en lengua obligatoria, tanto en la Administración como en el ámbito privado, la menos hablada en la región. Más aún si se trata de una lengua muerta que no hablan ya ni los cabreros. O sea, como ahora en Cataluña y el País Vasco. 

22. La belleza

Un vicio burgués de boomers. El feísmo será la religión oficial del Estado. El urbanismo gallego será canon hasta en las escuelas de gastronomía y de ganchillo.  

23. La familia

Y, en general, todo lo que Ana Iris Simón considere merecedor de ser conservado: casa propia, hijos, trabajo, la alegría de vivir, tu país… Ya saben, superfluosidades.