Vladímir Putin ha conseguido unir a los europeos
Si las amenazas de Vladímir Putin a Ucrania pretendían hacer reflexionar a los europeos sobre su seguridad, lo han conseguido. Y eso ha tenido como consecuencia el fortalecimiento de la unión de los estados miembros de la Unión Europea.
La crisis entre Rusia y Ucrania puede convertirse en un punto de inflexión en la manera de entender nuestra seguridad.
Buena parte de la opinión política europea había visto hasta la fecha a los Gobiernos europeos como divididos, débiles y ausentes ante las agresiones de Rusia y su presidente, Vladímir Putin. Pero, como revela un sondeo realizado en siete países de la Unión Europea (UE), hay un consenso sorprendente entre ciudadanos del norte, del sur, del este y del oeste del continente en que Rusia invadirá Ucrania en algún momento de 2022, y que Europa tiene el deber de defender Ucrania si aspira a preservar el orden liberal posterior a la Guerra Fría.
En 2020, al comienzo de la pandemia, muchos Gobiernos europeos tildaron la lucha contra el virus de "guerra". Ahora, ante la posibilidad de una agresión en la frontera ruso-ucraniana, existe el temor a que una guerra real asole Europa. Lo que indica que, para los europeos, la tesis de que la guerra es "inimaginable" ya no es válida. Como muestra una encuesta del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), en casi todos los países sondeados existe una mayoría de ciudadanos que piensa que Rusia invadirá Ucrania a lo largo del año.
A diferencia del conflicto ruso-ucraniano de 2014, la crisis actual es vista por los europeos como un asunto que les incumbe. El 73% de los polacos, por ejemplo, ven la invasión rusa como probable. Este patrón se repite con el 64% de los rumanos, el 56% de los suecos, el 52% de los alemanes e italianos, el 51% de los franceses y el 44% de los finlandeses. Todo apunta a una recalibración. Putin no esperaba que hubiese tanta unanimidad en la opinión pública. Que la mitad de los europeos comprenda que la postura rusa sobre Ucrania representa una amenaza para la seguridad de sus propios países puede cambiar las tornas en la crisis.
"Casi todos los países implicados en la encuesta ven a la UE y la OTAN como las organizaciones mejor posicionadas para defender Ucrania"
Durante largo tiempo, muchos europeos creyeron que la futura Guerra Fría se libraría entre Estados Unidos y Rusia o entre Estados Unidos y China. Los europeos, en esta lógica, serían espectadores en lugar de participantes. De hecho, cuando comenzó la acumulación de tropas rusas en la frontera con Ucrania, en verano de 2020, muchos medios especularon con la idea de que el asunto no le importaría demasiado a los europeos, que ni por asomo estarían dispuestos a defender Ucrania.
El estudio de ECFR descarta esta idea, incluso cuando es muy probable que una mayoría de europeos vea Ucrania como un país caótico y disfuncional. La opinión que prevalece es la de su defensa ante las acometidas de Rusia.
La pregunta es quién debería dar el primer paso.
En este sentido, hemos descubierto que casi todos los países implicados en la encuesta ven a la Unión Europea y la OTAN como las organizaciones mejor posicionadas para defender Ucrania. Cabe destacar que en Polonia hay más personas que menos abogando por que sea la UE y no la OTAN la que salvaguarde la soberanía de Ucrania. Esto desafía el pensamiento esperable de que, cuando se trata de seguridad, los países de Europa del Este desconfían de la UE y ven a Estados Unidos como único socio fiable.
Cuando se trata de en quién confiar para la protección de sus intereses, la UE no está dividida entre quienes consideran que ese papel le corresponde a la OTAN y quienes creen que le corresponde a la propia UE. Los encuestados de Polonia, Rumanía e Italia priorizan la OTAN. Pero alrededor del 60% de ellos cree que es la UE la que debe salvaguardar sus intereses en caso de conflicto. Del mismo modo, si bien suecos y finlandeses confían en la UE, la mayoría confía más en la OTAN.
"En Polonia, la inmensa mayoría de los seguidores de todos los partidos quiere que su gobierno defienda Ucrania"
Las diferencias políticas dentro de los países consultados son también reveladoras. Alemania, por ejemplo, desafía los estereotipos. Los partidarios de los partidos gobernantes de centroizquierda (SDP, FDP y Los Verdes) superan a los votantes de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en su disposición a defender Ucrania. Si bien la CDU ha sido la más clara sobre la defensa alemana de Ucrania, nuestra encuesta halló que sus votantes están divididos, casi por igual, sobre la cuestión.
En Francia, los partidarios del presidente Emmanuel Macron y su rival de centroderecha, Valérie Pécresse, son los que más apoyan la defensa activa de Ucrania, mientras que los de extrema derecha están divididos. Lo mismo ocurre en Italia, donde existe consenso entre los centristas, pero división entre los seguidores de La Lega, el partido de extrema derecha de Matteo Salvini.
Mientras tanto, en Polonia, la inmensa mayoría de los seguidores de todos los partidos quiere que su gobierno defienda Ucrania. Pero no todos confían en la capacidad del partido gobernante, Ley y Justicia (PiS), para hacerlo.
"Las próximas semanas pondrán a prueba la resiliencia y resistencia de los europeos para preservar su forma de vida"
También existe cierta alarma sobre el impacto potencial de la intervención de Europa. Estas diferencias pueden resumirse con la frase "recuerda lo que te hizo el Kremlin la última vez".
Por ejemplo, más allá de la amenaza de una posible acción militar rusa contra su propio país, encontramos preocupaciones en Polonia sobre las presiones migratorias que se pueden derivar de esa intervención. También existe temor en Alemania, Finlandia, Italia y Rumanía sobre la posibilidad de que Rusia corte sus suministros de energía. En Francia y Suecia existe inquietud por los ciberataques.
De lo que no cabe duda es de que, si las amenazas de Putin a Ucrania pretendían hacer reflexionar a los europeos sobre su espacio de seguridad, lo han conseguido. Y eso ha fortalecido la unión de los estados miembros de la UE.
Las próximas semanas aclararán si los europeos pueden hacer la transición desde un mundo moldeado por el poder blando a uno definido por la resiliencia y la resistencia al dolor con el fin de preservar sus valores y su forma de vida. Lo que está claro es que la idea de que la guerra es "inimaginable" en Europa ha desaparecido.
*** Ivan Krastev es presidente del Centro de Estrategias Liberales de Sofía y miembro permanente del Instituto IWM de Ciencias Humanas de Viena.
*** Mark Leonard es director y fundador del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR).