Videoanálisis de Alberto D. Prieto: "El fin de la historia acabó en Ucrania"

ASUNTOS INTERNOS (DESDE BRUSELAS)

El fin de la historia acabó en Ucrania

China abandonó la pobreza, Rusia recuperó el imperialismo y Occidente defiende su hegemonía. El fin de la historia que auguró Fukuyama está aquí.

24 febrero, 2023 02:34

Los que somos cuarentones nos acordamos de aquel Nuevo Orden Mundial proclamado por George Bush padre, tras heredar de ReaganThatcher y Juan Pablo II la caída del comunismo Occidente inauguraba un poder aparentemente omnímodo sobre las reglas para regir el planeta cuando acabó la Guerra Fría. La política de bloques dejaba de existir con la caída del Muro de Berlín y el desmoronamiento de la URSS. Se desvanecía el Telón de Acero mientras una decena de repúblicas, o bien exsoviéticas o bien sometidas a su bota totalitaria, llamaban a las puertas de la Europa próspera, democrática, liberal y atlantista.

China era enorme, pero pobre, y también vivió su pequeña primavera en Tiananmen. En Europa, hasta la izquierda dejó el discurso antimilitarista, porque hasta la OTAN nos parecía clínicamente muerta. Algunos incluso ondearon las banderas del fin de la historia, basándose en el título de un artículo de Francis Fukuyama, publicado en 1989.

Con los encuentros de Sánchez y Zelenski. Con el viaje de Xi Jinping a Moscú. Con la visita de Biden y Meloni a Kiev. Con la reafirmación de Polonia como nuevo puente de Occidente entre el atlantismo y el flanco este de la OTAN. Con el ensayo (fallido) del misil hipersonico Satán II por parte de Vladímir Putin. Y con su anuncio de que revoca el reconocimiento de Rusia sobre la soberanía de Moldavia. Con todo eso, nos reunimos para acodarnos de que se cumple un año desde el fin del mundo, al menos tal como lo conocíamos.

Ahora Borrell trata de armar una política común en Europa a partir de la única competencia que ninguno de los Estados miembros está dispuesta a ceder: la seguridad común. La autonomía estratégica de Europa. Que en términos militares no existe, en un planeta que vuelve a la dialéctica del poder, los bloques y las reglas impuestas a sangre, fuego y manipulación de todo recurso como arma. Desde la energía hasta el hambre y las migraciones masivas forzadas.

Hace 34 años que el pobre Fukuyama lamenta que nadie le pareció leer más allá del título. No hace falta leer el artículo entero para entender que nunca dijo lo que se le atribuye. Basta con el último párrafo: "El fin de la historia será un momento muy triste. La voluntad de arriesgar la vida por una meta común será sustituida por la satisfacción de los intereses del consumidor masivo. Lo que siento dentro de mí es una fuerte nostalgia de la época en que existía la historia".

Tal vez esta misma perspectiva de siglos de aburrimiento al final de la historia servirá para que la historia nuevamente se ponga en marcha.

Mónica García en la Asamblea de Madrid.

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