75 años no es nada, Israel
Israel cumple 75 años como la única democracia plena de la región y habiendo superado decenas de conflictos internos que habrían desgarrado a cualquier otra nación.
Danny Danon, antiguo embajador de Israel en las Naciones Unidas, ha invitado a los israelíes a celebrar el 75º aniversario de su nación reflexionando sobre las cosas que tienen en común, ahora que el país vive horas de conflicto.
En sólo 75 años de vida, esta heterogénea nación ha tenido 37 gobiernos (los israelíes han sido llamados a elecciones cada dos años), ha vivido siete guerras y ha aumentado su población multiplicándola por doce desde su creación en 1948 por crecimiento natural y también por su condición de país refugio para cualquier judío que quiera emigrar desde Rusia, Etiopía, Irán, Ucrania, Francia, Venezuela, Marruecos…
Con una población tan dispar, y cuyo único punto en común hasta antes de la convivencia nacional es el judaísmo (pero no su interpretación), se cumple con creces el antiguo dicho judío: "Dos judíos, tres opiniones". Y, por lo general, son opiniones subidas de tono.
[Alianza terrorista contra Israel: Hezbolá y Hamás unen fuerzas en plena ola de violencia]
Durante estas últimas dieciséis semanas, esas opiniones han adoptado la forma de ruidosas manifestaciones en contra de las reformas judiciales del gobierno de Benjamin Netanyahu. Mucha gente se pregunta si una joven democracia como la de Israel aguantará esta embestida.
Los trepidantes tres cuartos de siglo de vida de Israel no han estado exentos de conflictos sociales, huelgas generales, movimientos como el de los Panteras Negras de los judíos orientales, conflictos por la conscripción obligatoria protagonizados por los judíos ultraortodoxos, manifestaciones por los precios de la vivienda e incluso un magnicidio, el de Isaac Rabin.
"El ayatolá iraní Alí Jamenei dijo hace poco, al hilo del conflicto interno israelí, que el país no llegaría a celebrar su 80 cumpleaños"
Pero también una lista larguísima de invenciones en todas las áreas del conocimiento (desde el riego por goteo hasta el disco USB o la depiladora Epilady), una explosión de startups (en la actualidad hay más de 6.000 en Israel), una economía vibrante y una vida cultural que empieza a abrirse de forma consistente al resto del mundo.
Desde los primeros días de existencia del país, la mayoría judía ha vivido entre desacuerdos sobre asuntos como el de si se debían aceptar o no las reparaciones de Alemania en la postguerra por los daños infligidos por el Tercer Reich. También, agrios debates sobre la gestión militar de contiendas como la de Yom Kipur en 1973 y la guerra del Líbano de 1982. O sobre la hegemonía que ejercían los askenazí (judíos de origen europeo) sobre los mizrajim (judíos de origen oriental).
Y, aun así, Israel está cumpliendo unos saludables y prósperos 75 años de vida.
El ayatolá iraní Alí Jamenei dijo hace poco, al hilo del conflicto interno israelí, que el país no llegaría a celebrar su 80 cumpleaños.
Su predicción es sólo un deseo. Lo que nos remite a la recomendación de Danon: "Durante mis cinco años en la ONU me di cuenta de que nuestros enemigos no distinguen entre derecha e izquierda, entre laicos y religiosos. Por eso debemos darnos cuenta de la importancia de permanecer unidos".
*** Leah Soibel es CEO de Fuente Latina.