Alberto Núñez Feijóo, Vinicius, Jeff Bezos y la princesa Leonor.

Alberto Núñez Feijóo, Vinicius, Jeff Bezos y la princesa Leonor. Guillermo Serrano Amat

EL BESTIARIO

Feijóo mira a la Moncloa, Leonor graduada y Vinicius como síntoma

Alberto Núñez Feijóo, Leonor de Borbón, Vinicius y Jeff Bezos; la autora comenta lo más destacado de la semana a través de sus protagonistas.

28 mayo, 2023 01:53

Alberto Núñez Feijóo

Alberto Núñez Feijóo.

Alberto Núñez Feijóo. Guillermo Serrano Amat

Es el nombre y el apellido de quien aspira a suceder al actual inquilino de Moncloa, amarrado al poder tras una moción de censura contra Rajoy que, en un visto y no visto, desalojó a este del despacho presidencial. Aquí y ahora el nuevo líder del PP carga contra Sánchez con la misma irascibilidad con que Sánchez carga contra Feijóo.

Ambos tienen perfiles políticos y personales contrapuestos. Sánchez es guapo y Feijóo no. El primero camina moviendo los hombros con desgana, como si no se atreviera a ser el maniquí que lleva in pectore. El segundo intenta no llamar la atención, por si acaso.

Después de muchos años de gobernar en Galicia, esta noche mirará los resultados de la jornada electoral como el escalón previo a su esperanza de gobernar para todos los españoles tras las elecciones generales de diciembre. Ahora estamos en las previas de mayo, después de una campaña que el gallego ha utilizado como presentación en sociedad de su candidatura a la Moncloa.

Con apellido de fraile ilustrado del siglo XVIII, ha recorrido la geografía nacional anunciando el fin del sanchismo con suave pero demoledora firmeza. Esta noche mirará con especial atención a los resultados en la comunidad valenciana, después de haber llenado hasta la bandera la emblemática plaza de toros de la capital. Oiga, parecía que los nacionales habían vuelto a entrar en Valencia. Pero la suerte no está echada todavía. De aquí a las elecciones generales, Feijóo y Sánchez se batirán en duelo. No se soportan, pero mantendrán el tipo, aconsejados por sus respectivas esposas: Begoña Gómez de Sánchez, y Eva Cárdenas de Feijóo.

Un turno para ellas:

Eva es licenciada en Economía. Comenzó a trabajar de ejecutiva en Inditex, y luego fue presidenta de Zara Home hasta que se incorporó como asesora externa a la empresa de cerámica Sagardelos. Quizás este último puesto de trabajo fue un compás de espera para mantener la vida familiar en caso de que Alberto tuviera que trasladarse a Madrid. El matrimonio tiene un hijo al que todos llaman Albertiño.

Begoña es la pareja de Sánchez y también trabaja, pero no se sabe muy bien en qué. Algunos la suponen enchufada en puestos afines al gobierno, aunque su trabajo más destacado es el de primera dama. Tras la investidura de su marido, a Begoña le tocó el gordo: fue nombrada directora del África Center del Instituto de Empresa. Lo dejó en 2020 para dirigir un máster en la Complutense sobre "transformación social competitiva" (¿mande…?). Begoña no solo es muy guapa, sino que ha tenido mucha suerte. El Gobierno le ha sacado tajada a Begoña. Y Begoña se la ha sacado al Gobierno. C'est la vie.

Leonor de Borbón

La princesa Leonor.

La princesa Leonor. Guillermo Serrano Amat

Hace un par de semanas (si llegan) los Reyes de España y sus hijas viajaron a Gales acompañando a la princesa de Asturias en la ceremonia de su graduación. Han sido dos años de bachillerato con internado incluido, en el UWC (Atlantic College). El núcleo duro de la familia (es decir, los Reyes y la infanta Sofía) asistieron a la graduación de la primogénita, que estaba rodeada de sus compañeros de clase. Leonor recibió el diploma de manos de su tutora, que elogió el amor de la princesa por las conversaciones profundas, así como su dulzura y sentido del humor.

Durante estos dos años de estudios, la heredera ha compartido aulas con alumnos de ochenta nacionalidades, entre los que seguramente se encontraba algún amigo que la prensa rosa no ha dudado en calificar de noviete.

[La emoción de Leonor en su graduación en Gales junto a los Reyes y la infanta Sofía: las dos fotos oficiales]

Al finalizar el acto, los Reyes y sus hijas pasearon por los jardines del colegio y la princesa Leonor aprovechó la ocasión para presentarles a un par de amigas. Era un día soleado, ideal para una sesión de fotos. Doña Letizia tomó el mando de los selfies, y don Felipe la secundó. Un profesor que se cruzó con ellos ofreció su maestría fotográfica para hacerles un par de posados que lucirán mucho en el álbum familiar.

La heredera llevaba un vestido fucsia muy favorecedor, pero apenas miraba a cámara. La infanta Sofía, por su parte, aprovechó para tomar buena nota de todos los rincones del colegio. Dentro de nada ella cursará el bachillerato en el mismo centro y podrá presumir de conocerlo todo.

A juzgar por las fotos que ha publicado la prensa nacional, nuestra Leonor tiene un aire europeo como una princesa belga o noruega. Lo malo es que ahora empezará su formación militar en Zaragoza y se le esfumarán las mechas y los aires europeos. Irá regularmente a clase con traje gris, y solo brillará en las festividades, cuando luzca su atuendo de gala, un uniforme compuesto de pantalón rojo y casaca azul marino, además de un sombrero ros español que le será la puntilla.

En Zaragoza, los cadetes dan color al paisaje urbano. Los días de fiesta es habitual verlos caminar en pareja arriba y abajo del paseo de la Independencia. Siempre vestidos con traje caqui, gorra de plato y guante blanco.

Vinicius José Paixaõ de Oliveira

Vinicius Júnior.

Vinicius Júnior. Guillermo Serrano Amat

La matraca que nos ha caído con Vinicius (São Gonçalo, Brasil, 2000) ha sido (y será) la cantinela del mes. El futbol tiene estas cosas. Si un día, en el Bernabéu o en el Camp Nou, bautizan a un futbolista con un burdo mote, se queda con el mote para siempre, pues vive Dios que no se lo quita nadie ni con agua bendita.

Puede que los españoles no seamos tan racistas como se dice, o puede que sí, pero de lo que no cabe duda es de que somos groseros y maleducados, ya sea en el estadio o fuera de él. Hay futbolistas que nacen negros, como los hay que nacen de color verde pistacho. No es cuestión de suerte ni de desgracia, pero sea cual fuere el caso, ya puede uno encomendarse a Dios porque no lo salva ni la Caridad.

El presidente del Madrid, Florentino Pérez, organizó en el nuevo Bernabéu un acto de desagravio al futbolista brasileño que siempre pone de los nervios al equipo contrario. Aquel día, todos los jugadores del Madrid llevaban una camiseta blanca con el número 20, que es el que lleva en la espalda el compañero agraviado. El futbol era lo de menos, decía un lema creado especialmente para la ocasión. Vinicius no salió al césped, pero fue el protagonista desde la grada, junto al "presi".

 Mientras, en Valencia, eran detenidos algunos de los protagonistas de los sucesos ocurridos en Mestalla. Por desgracia, la vergüenza y el decoro no se contagian con la misma fuerza que el grito del cafre y los aullidos de la manada en la parte del estadio clausurada por tres partidos. No pienso señalar a nadie, pues el Valencia C. F. somos todos. Pero estamos hartos de que el futbol siga siendo una reserva de neandertales. 

Jeff Bezos

Jeff Bezos.

Jeff Bezos. Guillermo Serrano Amat

Para quien no lo sepa, Jeff Bezos es uno de los hombres más ricos del mundo. El tercero, creo. Nació en Alburquerque (Nuevo México), descendiente de un abuelo español nacido en Villafrechós, provincia de Valladolid (Tierra de Campos), donde los vecinos le rezan al santo patrón para que el señor Jeff se apiade de ellos y los tenga presentes en sus oraciones. 

Cuando Bezos era joven y estaba tieso como la mojama, alquiló un garaje y creó Amazon, una empresa que hoy surte de toda clase de productos al planeta entero. Empezó Bezos vendiendo libros, pues ya lo decía él: "Hay más artículos en la categoría de libros que en todas las demás categorías juntas". Así fue como Jeff (antes Jeffrey) fue escalando puestos, categorías y fama global. Hasta que finalmente se convirtió en potentado. Hoy, Bezos no solo es famoso porque ha invadido el mundo de paquetes pintados con flechas sino porque se permite el lujo de ser estrafalario viajando al espacio en cohete como si fuera una silla voladora del parque de atracciones.

Los magnates tienen señas de identidad cosidas a la excelencia y la magnanimidad, que son cualidades aburridas pero adineradas, como sería el caso de Bezos si no viajara en cohete ni en jet privado y tampoco en yate de quinientos millones de euros. 

Por cierto, Jeff ha estrenado su yate. Un velero azul marino de tres palos con el propósito de darle un uso fundamental: celebrar el compromiso con la experiodista mexicana Lauren Sánchez, una especie de muñeca recortable, famosa por sus formas abundantes y rollizas.

[Jeff Bezos se compromete con la periodista Lauren Sánchez en Francia: el anillo de diamantes que le ha dado]

Terminada la fiesta del compromiso matrimonial, Jeff y Lauren navegaron en dirección a Cannes dispuestos a dejarse ver en el cierre del festival de cine. Todo hay que decirlo: dieron el cante, y también el pego, sobre todo la musa mexicana, pues Jeff, allá donde vaya, siempre será reconocido por su rosada cara de pajarito. 

La exhibición de Jeff y Lauren, navegando en un yate azul marino de tres palos, me recordó al barco de Steve Jobs, que antes o después de morir (quien sabe: a lo mejor sus descendientes pasearon el cadáver como en su día hicieron con el de Evita Perón)

El yate de Steve Jobs no era comparable al "Azza" del presidente de los Emiratos Árabes. Ni al "Solaris" de Abramovich. Ni al "Nabila" de Kassoghi. A todos ellos les daba cien vueltas en belleza el yate "Venus", obra de Jobs y Philip Stark, que también recalaba en Mallorca para envidia de todos Yo misma me pasaba las horas contemplándolo.

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