Alberto Núñez Feijóo. EFE
Feijóo se ríe de los canes
La conciencia del entorno y el dominio de uno mismo sobre todo lo demás son, según Azorín, recetas elementales para triunfar en las elecciones y en la vida.
Azorín tituló así el capítulo XX de su muy recomendable obra El político. El Feijóo mencionado es el orensano ilustrado, no el contemporáneo, conocido por su Defensa de la mujer, discurso considerado feminista de 1726.
El libro 'Defensa de la mujer', de Benito Jerónimo Feijóo.
Fray Benito Jerónimo también reflexionó sobre la doctrina de Maquiavelo en su clásica relación de fines y medios. ¿Justifica el pragmatismo cambiar de posición para alcanzar los objetivos del Estado? Para Feijóo, el maquiavelismo "está en nuestra naturaleza y no ha de menester siglos".
Este año conmemoramos el 150º aniversario del nacimiento de José Martínez Ruiz, Azorín, tan conocido por libros de prosa sobre Castilla, los pueblos y España. El repaso de su manual para el buen gobierno sorprende y agrada por la actualidad de tantas recomendaciones. Tener fortaleza, vestir correctamente, cultivar la elocuencia, ser paciente, conocer a las gentes, evitar la exhibición, mantener la serenidad en la desgracia y ofrecer una faz serena. En fin, ser paciente, evitar el escándalo y nunca dudar de sí.
Portada de 'El político', de Azorín.
Selecciono ahora sólo algunas de las practiquísimas observaciones en la línea clásica de los espejos de príncipes, un arte de prudencia teorizado antes por Baltasar Gracián o Diego Saavedra Fajardo, dos españoles inteligentes contrarios a los mensajes del florentino Maquiavelo. Tan artificiosa polémica es tratada por Azorín al invocar a Feijóo, realista al reconocer que todos los políticos han de asumir algunos medios muy discutibles para lograr los fines ansiados.
Muy sorprendente en la azoriniana aproximación a la política es la visión pragmática y separada de abstracciones y teorías. Desaconseja leer libros en demasía y sí propone conocer los clásicos para hacer elegante la oratoria de manera imperceptible:
El estilo no pueden enseñarlo los clásicos: el estilo es el resultante de nuestras condiciones vitales, orgánicas.
"Cancerberos de las esencias ideales son los hipócritas que dicen lo contrario de lo que hacen"
La conciencia del entorno, las personas que nos acompañan, el dominio de uno mismo sobre todo lo demás son (desde los griegos hasta Azorín) recetas elementales para triunfar en las elecciones y en la vida.
¿Quiénes son los canes y quién es el zorro en la alegoría de Azorín? Cancerberos de las esencias ideales son los hipócritas que dicen lo contrario de lo que hacen. La vulpeja, según El político, "simboliza la astucia, es hábil, ligera, discreta". A veces se ostenta la fuerza y no es necesario variar la estrategia.
La cita de Cicerón y Plutarco, escrita por uno de los escritores más sabios de la lengua española, bien merece ser recordada, para aviso entre orensanos y deleite entre las personas sabias en el sutil arte de la política.
*** Ricardo Rivero Ortega es rector de la Universidad de Salamanca.
