La madre de Maya Schem sostiene una fotografía de su hija, secuestrada por Hamás y retenida en Gaza. Reuters
Lo que los europeos no comprendemos de la guerra contra Hamás
Publicamos los audios de la entrevista al politólogo israelí Alberto Spektorowski, miembro del equipo que negoció con los palestinos en Camp David en el 2000, donde defiende las incursiones en Gaza y define el islamismo como el nuevo nazismo.
En el episodio anterior, escuchamos al exministro de Exteriores israelí Shlomo Ben Ami avisar sobre el riesgo "apocalíptico" de un enfrentamiento con Irán. Apenas tres días después de que se emitiese el programa, la preocupación cobró un nuevo significado. Irán financió, preparó y autorizó el ataque de Hamás contra Israel. Y ahora amenaza con entrar en guerra contra la única democracia de la región, mientras agita a sus tentáculos del Líbano y otras organizaciones terroristas.
En este episodio, vamos a escuchar al profesor uruguayo-israelí Alberto Spektorowski, un hombre que asesoró a Ben Ami en las conversaciones con los palestinos, durante las reuniones de Camp David en el 2000, y que tiene un conocimiento profundo sobre la toma de su causa por los patrocinadores del terrorismo y las milicias islamistas.
También sobre la sensibilidad de la izquierda española con quienes luchan contra Israel. Estos días están siendo muy útiles para comprobar el buen ánimo de buena parte de las sociedades europeas para atribuir el mal absoluto a Israel, incluso cuando acaban de sufrir un pogromo de dimensiones colosales, de un sadismo retransmitido y celebrado. El autor de la barbarie es Hamás, como todo el mundo sabe: una organización terrorista que surgió a finales de los 80 y que rige desde hace casi dos décadas el destino de la Franja de Gaza. Hamás sólo tiene un cometido: destruir el Estado judío para instaurar, en su lugar, la sharia. Es decir, la ley islámica.
"Si Hamás se pasa al Estado Islámico, los tratamos como a nazis" (Alberto Spektorowski)
De aquella matanza queda el recuerdo de los más de 1.300 asesinados, los dos centenares o más de ciudadanos libres tomados como rehenes y transportados a Gaza. Desde entonces se están acumulando los avisos de bomba en toda Europa. Francia ha tenido que desalojar el Palacio de Versalles y el Louvre. Ha tenido que evacuar ocho aeropuertos, igual que Bélgica con Ostende. Y España no se libra de esta llamada a la ira. Ha tenido que sacar a toda prisa a los estudiantes, profesores y trabajadores de la Universidad Politécnica de Valencia por otra amenaza, finalmente descartada.
El islamismo es uno de los desafíos más urgentes de Occidente. Para muchos analistas, se trata de un desafío existencial. Quizá por eso cuando pregunto al profesor Spektorowski qué mensaje enviaría a los europeos desde Tel Aviv, no especula. Primero dice que hay que parar la revolución islamista en Oriente. Bajar a los túneles y acabar con Hamás. Y luego agrega que nos andemos con ojo, porque el islamismo no entiende de fronteras.
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