Revista de prensa.

Revista de prensa.

La tribuna

Los vínculos de Putin con el Kremlin, qué dice la prensa

9 febrero, 2024 09:17

Veo la misma foto en casi todas las portadas: en La Razón, en La Vanguardia, en El Mundo... Aparecen varios agricultores navarros zarandeando un coche de la Guardia Civil en la carretera. Es como si estuvieran intentando cargar a pulso el coche para llevárselo a otro lado. Me han recordado al tío abuelo Ambrosio, que salió a dar un concierto de piano, tenía el piano lejos y en lugar de acercarse la banqueta… agarró el piano y se lo acercó.

Me gusta el titular de ElDiario, que es muy gráfico: “Agricultores navarros mueven dos coches de la Guardia Civil que les impedían avanzar con sus tractores”. No un coche, movieron dos. ¡Dios!

La cuarta guerra carlista lleva nombre de tractor y vuelve a enfrentar al campo con la ciudad. El lenguaje ya es el mismo que el de una guerra. El Mundo: “La protesta del campo se radicaliza y prepara su asalto a Madrid”. El País habla de 20 detenidos y casi 600 cortes de carretera en tres días… y escribe acerca de “la marcha sobre Madrid de mañana”.

En EL ESPAÑOL, un detalle bélico impagable: “Según señalan fuentes del propio operativo de antidisturbios, se tiene constancia de que la columna que este sábado tratará de entrar en Madrid intentará arrojar toneladas de estiércol por el Paseo de la Castellana”. La crónica dice que Marlaska va a desplegar a todos los antidisturbios disponibles, que los agricultores se defenderán con fango y pintura, y que se han conjurado para echar mierda, literalmente, sobre todo edificio oficial con el que se crucen.

Un punto importante en la crónica de El Mundo: no sólo se está blindando Madrid, también se está blindando Valladolid, que acoge mañana, el día de la gran marcha, la gala de los Goya.

La Razón pone el punto de mira en el comercio: “Calma tensa en los supermercados ante la protesta del campo”. La Vanguardia, lo mismo: “Los supermercados alertan de los problemas logísticos por las tractoradas”.

Para tractorada la de Estrasburgo. Ayer, hicimos mucho ruido en Europa. Se votó por abrumadora mayoría una resolución que clama contra las injerencias de Putin en la UE y que pide investigar a sus presuntos colaboradores, citando directamente a Puigdemont y al independentismo catalán. Lo mejor de todo, la resolución también cita con sorpresa que los representantes de un grupo de secesionistas catalanes de España que han mantenido relaciones con personalidades cercanas al Kremlin exigen que se les conceda una amnistía por sus presuntos delitos”. Y el PSOE votó… ¡a favor! Es “foggggmidable”, que diría nuestro llorado amigo Charles Aznavour.

ABC: “El Parlamento Europeo señala a Puigdemont y sus relaciones con el Kremlin”. El Mundo: “Europa exige a España investigar la conexión rusa de Puigdemont. La Eurocámara cita una reunión del expresident con un supuesto enviado de Moscú”. EL ESPAÑOL: “El voto de la Eurocámara sobre la trama rusa obliga a Sánchez a elgir entre Puigdemont y la Unión Europea”.

Ignacio Varela escribe esta mañana un análisis sobre la resolución: recuerda que por el texto, como sospechosos, además de Puigdemont, “desfila lo más granado de la extrema derecha europea”: “Le Pen, Salvini, los neonazis de Alternativa por Alemania…”. Los europeos, viene a dejar caer Varela, tienen que estar flipando: el gobierno más progresista de la Historia de España va a amnistiar a la extrema derecha catalana investigada por coquetear con Putin.

El País traduce así lo ocurrido ayer en Estrasburgo: “La investigación de la trama rusa del procés lleva años en la justicia sin resultados. El Parlamento europeo reclama que se indague el papel del Kremlin”.

Empieza a cundir el pesimismo tanto en el Gobierno como en Puigdemont. En La Razón y en El Confidencial cuentan esta mañana cómo el expresident catalán ya se prepara para afrontar la imputación por terrorismo del Supremo.

*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.

Vladímir Putin, disfrutando de la conversación con Tucker Carlson.

Tucker Carlson viajó a Moscú porque, con tanto periodista en prisión, alguien tenía que entrevistar a Putin

Anterior
Decenas de tractores aparcados en el centro de Pamplona.

Fin de emisión

Siguiente