Por qué Álava es el Ohio de Euskadi

Mientras todos los partidos iniciaban ayer en Euskadi su pegada de carteles, Pedro Sánchez arrancaba su pegada de calaveras. Podría pensarse que las fotografías que ilustran esta mañana las portadas a uno y otro lado del río fueron hechas a traición, con el objetivo de perjudicar al presidente. Las miro y pienso: ¡ha tenido que hacerle las fotos el mismísimo Franco! Pero no.

Tal y como recuerda la crónica de ABC, fueron las cámaras de Moncloa las únicas que acompañaron a Sánchez en su visita sorpresa al Valle de los Caídos. Es decir: el presidente ha querido arrancar este ciclo electoral vestido de forense y ante una mesa donde reposan cientos de huesos de víctimas del franquismo.

Los medios más próximos a Moncloa llevan en portada esta noticia: el Gobierno va a llevar a la ONU y la Unión Europea la ofensiva de PP y Vox contra las Leyes de Memoria Democrática. Lo cuentan El País y La Vanguardia. El titular de La Vanguardia, no obstante, es un tanto irónico. Dice: “Revista a las exhumaciones de Cuelgamuros”. “Revista”, como si Sánchez fuera un general y los huesos estuvieran vivos.

En los medios más próximos a la oposición, en cambio, se da voz a las asociaciones de víctimas del franquismo y de la Memoria Histórica. Y se les da esa voz en portada no porque haya habido un brusco cambio de línea editorial, sino porque claman contra el Gobierno. Muchos de los familiares de los exhumados dicen que se enteraron por la prensa, en campaña electoral, de que el Gobierno iba a iniciar los trabajos y que a ellos nunca se les ha dejado ir a ver las obras en este tiempo.

La Razón cuenta que Moncloa, ante este aluvión de críticas, ha rectificado y va a permitir a los familiares realizar la visita que hizo ayer Sánchez por sorpresa a su llegada de Oriente Próximo. Muchos de estos colectivos perciben, y no entiendo por qué, un ánimo electoralista en Sánchez. EL ESPAÑOL ha hecho los cálculos: “Es la cuarta vez que el presidente del Gobierno recurre al Valle de los Caídos antes de las elecciones. Lo hizo en las generales de 2019 y 2023, y en las pasadas autonómicas y municipales”.

Compañeros, no me veis, pero lo digo con la mano en el corazón. Sánchez va a gobernar para siempre, pero yo jamás permitiré que os exhumen. La España que madruga podrá ser un día la España esfumada, pero nunca la España exhumada.

Ha arrancado aquí, en Euskadi, la campaña. Y se ha producido un gran consenso en los periódicos. Todos ellos hablan de lo “ajustado” que pinta el resultado. EL ESPAÑOL: “Las elecciones más ajustadas. PNV y Bildu están empatados, según el promedio de encuestas”.

El Confidencial: “El PNV alerta de que viene el lobo, pero el miedo a Bildu aburre a sus ovejas”. Yo leo oveja y pienso en el queso que comí ayer por la tarde en el Batzoki. Queso de oveja, cuajada de oveja, txakolí de oveja, un mus de oveja. O me paras o me da algo, patrón.

Ordeñando la crónica de El Confidencial leo que el miedo a Bildu es un concepto difícil para el electorado del PNV porque se ha acostumbrado a ver a los de Otegi “pactar las políticas sociales del Gobierno de Sánchez en Madrid con el apoyo del propio PNV”.

Es la campaña de la paradoja. Dos partidos que confían en la creación de un Estado vasco son mayoritarios, pero no hay rastro de independentismo. El País: “PNV y Bildu abren la campaña primando el eje social sobre el identitario”. Me divierte el editorial de La Vanguardia, muy nostálgico. Se titula: “Lo que preocupa a los vascos”. Y el tono es este: ¿os acordáis de cuando en Cataluña todavía los gobernantes pensaban en las cosas de comer?

El Mundo, para mí El Mundo es Euskadi. El Mundo: “Bildu se ve ganador y Otegi tiende la mano al PNV para un gobierno abertzale”. ABC: “PNV y Bildu abren la campaña en Álava, la provincia que puede decidir el ganador”. ¡Álava es el Ohio de Euskadi! Abrid bien el Ohio, compañeros, que esta es sólo la primera campaña de las tres que tenemos por delante.

*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.