Durante 72 horas, y antes de que las autoridades detuvieran en Miranda de Ebro a Pompeyo González Pascual, el presunto autor de las cartas bomba remitidas a Pedro Sánchez y las embajadas de Ucrania y Estados Unidos en Madrid, Stanislav Shevchuk, miembro del Movimiento Imperial Ruso, fue presentado por la prensa internacional como uno de los principales sospechosos tras los envíos. EL ESPAÑOL | Porfolio lo halló y habló con él en exclusiva antes de que se supiera quién era el verdadero autor. Shevchuk es bien conocido en España por sus relaciones con la Falange o Democracia Nacional. A mediados del año pasado, fue también designado por la Casa Blanca como terrorista. Pero, ¿quién es realmente y qué hacen los líderes del MIR viajando con frecuencia a España y haciendo llamadas a una nueva Reconquista?
A Stanislav Shevchuk se le mencionaba en nuestro país hasta hace una semana como un miembro destacado de Movimiento Imperial Ruso, una organización con presencia en España e incluida por norteamericanos y canadienses en el epígrafe de supremacistas blancos, dentro de su listado de organizaciones terroristas globales. Toda su vida y su figura estaban envuelta en las brumas del misterio. La Secretaría de Estado estadounidense lo situaba vagamente a caballo entre Rusia, Bielorrusia y España, donde le atribuyeron una vida oscura, errante y clandestina, además de ciertas probadas amistades peligrosas con los líderes de Democracia Nacional, un partido creado en 1995 por antiguos miembros de CEDADE, la organización del nazi León Degrelle.
La situación se tornó todavía más rocambolesca cuando el pasado domingo, día 22 de enero, el diario norteamericano New York Times publicaba una información firmada por Edward Wong, Julian E. Barnes y Eric Schmitt donde se aseguraba que agentes de inteligencia del Kremlin se habían servido del Movimiento Imperial Ruso en nuestro país para enviar los paquetes bomba contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la embajada ucraniana en Madrid y otros cuatro objetivos. Supuestamente, los ataques eran un toque de advertencia a Europa. Los periodistas norteamericanos sustentaban su afirmación en dimes y diretes imprecisos que los diarios occidentales acataron sin reservas.
"Funcionarios americanos y europeos creen que la inteligencia militar rusa dirigió a sus asociados de un grupo supremacista blanco con base en Rusia para cometer los atentados", decían. ¿Pero qué funcionarios? Ni se citaban pruebas ni se precisaban los nombres de las fuentes que, según el New York Times, sugerían que Moscú o, más concretamente, sus asociados rusos en España, estaban tras lo acaecido.
La algarabía fue acallada de golpe por la propia policía española cuando a las diez de la mañana del miércoles, 25 de enero, se divulgó que las fuerzas de seguridad de nuestro país habían detenido a un jubilado de Miranda de Ebro, Pompeyo González Pascual, como presunto autor de los envíos. Ni siquiera se descarta que la filtración del NYT contribuyera a anticipar el operativo para poner fin al malentendido replicado por diarios de todo el planeta.
Nada hasta la fecha contradice la idea de que el antiguo funcionario burgalés actuó al estilo de unabomber, como un lobo solitario. Todo apunta, a su vez, a que las simpatías del antiguo enterrador del ayuntamiento vasco son más cercanas a la Rusia de los soviets que al Generalísimo o a los Romanov. Durante semanas, los investigadores españoles le habían vigilado sin encontrar ninguna prueba de que trabajara en connivencia con terceras personas o algún grupo organizado. Pero entonces, ¿qué pasa ahora con los rusos y qué pintan en la historia? El New York Times simplemente ha dado la callada por respuesta. Aquí no pasó nada.
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El problema es que el único asociado conocido del MIR en España es Shevchuk, de manera que, inevitablemente, los focos de la prensa lo apuntaron como quien dice a la sien de su mala reputación de supremacista blanco. Durante 72 horas, desde el domingo hasta las 10 de la mañana del miércoles, 25 de enero, la prácticamente desconocida y oscura figura de Stanislav Shevchuk había comenzado a perfilarse entre las sombras del misterio como "el radical ultranacionalista ruso de origen ucraniano" que movía los hilos en España del grupo terrorista al que funcionarios norteamericanos atribuían la autoría de los atentados. Muchos medios incluso omitieron el "presunto".
A la una de la madrugada del martes, nueve horas antes de que la Policía irrumpiera en la casa de Pompeyo, EL ESPAÑOL | Porfolio dio con Shevchuk y mantuvo un breve intercambio de mensajes de audio. El zarista del MIR no reveló en ningún momento su ubicación, pero sin ninguna duda, se encontraba en España, y muy probablemente en Barcelona o en sus aledaños. Su reacción inicial fue de estupefacción, no sólo por lo que ocurría alrededor, sino por el propio hecho de que hubiéramos conseguido hallarlo pese al celo que ha puesto en eliminar cualquier traza en Internet de su presencia en Cataluña.
"Buffff... Hay una tremenda confusión en esta historia y yo no tengo las respuestas. Fíjate que me dices 'os han perseguido' y ya me incluyes en un grupo, me incluyes en un movimiento [el MIR]. Por supuesto que no tengo nada que ver con las cartas. En caso contrario, ya me hubieran citado en calidad de testigo o de acusado", nos decía Shevchuk antes de que se supiera que, en contra de lo sostenido por el NYT, las pesquisas de la policía apuntaban en otra dirección.
"A mí, personalmente, [la Policía] no me ha hecho ningún seguimiento en España. No sé si han intervenido mi teléfono o mis comunicaciones. No habrán oído ni leído más que mis comunicaciones con mi novia. Yo escuché las noticias el otro día en un telediario y la telepresentadora aseguraba que la Policía Nacional sostiene que su investigación va por otra vía. Es decir, por un lado va la guerra mediática y por otro lado, la verdad. No confío en periodistas y reporteros. Yo creo que te he contestado a las preguntas así que voy a seguir con mi vida". Sólo dos minutos después, el zarista ruso nos precisaba en un mensaje escrito: "Yo no soy el representante de ningún grupo o movimiento".
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Que Shevchuk no se haya vinculado a los ataques en España con las cartas bomba es un hecho probado tras las actuaciones de la Policía, ¿pero de verdad no está vinculado al MIR o, tal y como él sostiene, no es o era el representante del MIR en nuestro país? Para empezar, es prácticamente seguro que la organización ha sido monitorizada por las fuerzas de seguridad, dado que, según las propias fuentes del ministerio del Interior, tras el envío de las cartas se puso todo el foco en los grupos prorrusos de extrema derecha y en los grupúsculos de nostálgicos de Stalin que operan en España. Otra cosa es que al final se demostrará que no tienen ninguna relación con lo acaecido.
De hecho, los zaristas rusos eran ya viejos conocidos de Interior. Según dio a conocer El Confidencial en abril de 2020, el ministerio capitaneado por Fernando Grande-Marlaska recibió hace tres años un informe de inteligencia que advertía de que se habían detectado mensajes de grupos extremistas que proponían realizar ataques para agudizar la crisis, y entre las organizaciones mencionadas en la investigación se hallaba el propio MIR.
El Movimiento Imperial Ruso es un partido monárquico, ortodoxo, tradicionalista, abiertamente racista, ultranacionalista ruso e imperialista con base en San Petersburgo. Fue fundado en 2002 por otro ruso también vinculado a nuestro país, Stanislav Anatolievich Vorobyov. A lo largo de los años, Vorobyov ha viajado a España al menos en una ocasión y ha mantenido relaciones con varios dirigentes de partidos españoles de extrema derecha con el claro objetivo de crear una "internacional" de formaciones de la órbita fascista, cristiana y tradicionalista. Shevchuk se hallaba siempre junto a él en sus visitas y nunca ahorra halagos a las gestas de los cristianos viejos que expulsaron a los mahometanos tras combatirles cerca de ocho siglos.
Los seguidores del MIR defienden la restauración del zarismo y son moderadamente críticos con Putin, pero sin cruzar ninguna línea roja. Entre el material que publican en las redes hay abundantes documentos de carácter racista, antisemita, contrario a la inmigración y negacionista del Covid. Son conocidos sus vínculos con otros grupos abiertamente neonazis aunque se sienten mucho más cómodos entre hisopos y llamadas a la "Reconquista".
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Desde julio de 2014, el movimiento comenzó a entrenar en su centro Partizan a voluntarios que después enviaban a combatir en apoyo de las repúblicas no reconocidas de Lugansk y Donetsk. Miembros de su Legión Imperial han combatido también en Libia y en Siria. Desde 2022, sus soldados forman parte de las tropas que han invadido Ucrania. En castigo por todo ello, el MIR fue designado terrorista global el 6 de abril de 2020 por el Departamento de Estado norteamericano. Específicamente, se listaban los nombres de tres de sus miembros como personas cuyos bienes debían ser bloqueados: Denis Valliullovich Gariev, Nikolai Nikolaevich Trushalov y Vorobyov, el amante de los buenos españoles.
El 3 de febrero de 2021, el MIR fue igualmente añadido por Canadá a su inventario de organizaciones terroristas y hace algo más de un mes, el 16 de diciembre de 2022, la propia Unión Europea lo incluyó junto a su brazo armado, la Legión Imperial, en las listas de sanciones, argumentando que este grupo participa activamente en la guerra de agresión contra Ucrania en nombre de la Federación Rusa. ¿Afecta esto a Stanislav Shevchuk como residente en nuestro país? Hasta la fecha, no existe constancia de que nuestro Gobierno haya adoptado medidas contra él en tanto que miembro probado del MIR, pero la amenaza de que ocurra podría explicar la vehemencia con la que niega en la conversación que mantenemos que sea el representante del movimiento en nuestro país, lo cual es abiertamente contradicho por los propios testimonios y documentos gráficos publicados por sus amigos españoles.
Representante o no, hay decenas de fotos que acreditan sus cercanos vínculos con el fundador Vorobyov, a quien acompañó en su viaje por España y con el que aparece fotografiado en varias ocasiones junto a líderes de La Falange y Democracia Nacional. De hecho, estos últimos partidos lo presentan en sus redes sociales y sus portales digitales de forma literal y explícita como "representante en España de Vorobyov y el MIR". Curiosamente, las fotos en las que aparecía Shevchuk durante el acto "España, foco de la revuelta" de Democracia Nacional, han sido eliminadas de su web. No obstante, EL ESPAÑOL conserva pantallazos de las imágenes y de todas las menciones, también removidas. Tampoco queda rastro en las redes sociales de las instantáneas obtenidas por este digital, donde aparece retratado junto a antiguos responsables de La Falange.
¿Qué dice el Departamento de Estado americano de Shevchuk en la ficha donde se le designa como terrorista global? Para empezar, que es de origen y de nacionalidad ucraniana y que en algún momento ha vivido o vive en Bielorrusia, al margen de que, eventualmente, pudiera residir de forma temporal en nuestro país. Fija asimismo su fecha de nacimiento el 19 de agosto de 1974. Lo cierto es que los servicios americanos de inteligencia no han acertado ni una, si atendemos a lo que dice el propio Shevchuk.
"El pasado mes de julio, un compañero tuyo escribió algo sobre mi vida en España en la que repetía un informe de las autoridades estadounidenses. Decía asimismo de su cosecha que yo llevo una vida oculta, cambiando de domicilio por todo el territorio nacional y que estoy siendo buscado. ¡Wow!", dice el zarista ruso cuando le preguntamos acerca de sus circunstancias biográficas.
"Ese informe está publicado en la página del Departamento de Estado de Estados Unidos así que comencé a leer a quién habían proclamado o designado como terrorista", prosigue. "Me encontré un nombre que coincide con el mío, pero no del todo. Luego, la nacionalidad. Caramba, pues la mía es diferente. Lugar y país de nacimiento: caramba, los míos son diferentes. Fecha de nacimiento: yo tengo otra. Domicilio: el mío es diferente. Este informe me coloca en Bielorrusia. Yo no conozco Bielorrusia. Y al final del informe se afirma que está basado en los descubrimientos de unos reporteros. Es decir, unos reporteros montan una historia y el Departamento de Estado americano la da por buena, la publica y luego los reporteros difunden la historia".
Y continúa: "Las autoridades españolas saben quién soy yo de verdad y saben dónde vivo. Por cierto, yo nunca me he ocultado por todo el territorio nacional. Llevo más de diez años empadronado en el mismo domicilio en España, tengo familia, etcétera. Entonces, por un lado hay una guerra mediática –y yo no quiero ser cabeza de turco pero parece que me han designado así– y por otro lado, está la verdad y la verdad es que no quiero comentar los sinsentidos de unos reporteros sensacionalistas porque tengo mejores cosas que hacer".
Se da la circunstancia de que, en junio del pasado año, la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos incluyó también de manera específica a Shevchuk junto al ruso Alexander Zhukovsky, igualmente miembro del MIR, y el supremacista blanco sueco Anton Tulin, en una lista de terroristas sancionados. Tulin es miembro del grupo neonazi Movimiento de Resistencia del Norte y estuvo involucrado en una serie de explosiones en Gotemburgo, en 2016.
Los medios suecos aseguraron que había sido entrenado militarmente en San Petersburgo por el MIR, en un campo de adiestramiento por el que han pasado nazis de todo el mundo. Tras su inclusión en su inventario de proscritos por el Departamento del Tesoro, todas las propiedades e intereses del ultranacionalista ruso que caigan bajo la jurisdicción de los Estados Unidos podían ser bloqueadas. Cualquiera que, bajo ciertas circunstancias, trate con él o realice transacciones económicas, puede ser igualmente sancionado por los americanos.
¿De qué se le acusaba a Shevchuk y a Zhukovsky? "De intentar construir una red global de grupos violentos que fomentan puntos de vista extremistas y subvierten los procesos democráticos", dijo el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian. E.Nelson. "El MIR y sus partidarios continúan exacerbando la guerra de agresión de Rusia en Ucrania a través de sus esfuerzos de recaudación de fondos. Continuaremos identificando oportunidades para interrumpir las redes de extremistas motivados racial y étnicamente que buscan capacitar, recaudar fondos o reclutar a través de las fronteras con el propósito de evitar que el sistema financiero internacional se convierta en una incubadora de actividades violentas".
Stanislav Shevchuk estaba en el radar de las autoridades norteamericanas desde que, en 2017, realizó una visita a su país en la que se reunió, entre otros, con el otrora neonazi Matthew Heimbach, fundador del Partido Tradicionalista de los Trabajadores que hoy se sitúa en la órbita de los nacional-bolcheviques. Durante su viaje, Stanislav se fotografió en varias ocasiones junto a Heimbach y otros supremacistas blancos americanos ondeando banderas de la Unión y junto al monumento al confederado Robert E. Lee, en Gettysburg. Algunas de esas fotos hasta la fecha inéditas son recogidas por EL ESPAÑOL en este reportaje.
Extraoficialmente, se dice que la principal razón por la que se persigue al MIR no es tanto que sus miembros tomen parte en las hostilidades contra Ucrania como que el que haya adiestrado en sus campos militares rusos a agentes de la extrema derecha que, como el citado Melin, han tomado parte en atentados terroristas. El propio Kremlin incluía a su grupo en un listado de formaciones radicales solo que desde comenzó la guerra ha reducido sus "estándares" de radicalidad, siempre y cuando los radicales a los que tolera ayuden al esfuerzo bélico. Los soldados del MIR han sido retratados en varias ocasiones, junto a los combatienes de Task Force Rusich, como los nazis de Putin. Borovyov, por su parte, ha dejado bien claro que no luchan contra el nazismo sino contra el separatismo.
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La actividad política de Shevchuk como ultranacionalista ruso y miembro del MIR en España quedó plenamente atestiguada tras su participación junto a Vorobyov y otros miembros de su partido en un encuentro celebrado en Madrid en 2015 con el entonces responsable de La Falange, Manuel Andrino Lobo.
Tomó asimismo parte por esas mismas fechas junto a sus jefes rusos en manifestaciones de las fuerzas españolas de la Extrema Derecha. Gracias a los lazos que allí se construyeron, se organizó, también en España, cuatro años más tarde, una conferencia internacional de líderes ultranacionalistas europeos en la que Shevchuk se retrató junto a Manuel Canduela y otros líderes de Democracia Nacional.
Canduela, fundador del grupo de rock División 250, hizo de cicerone de los rusos y se retrató junto a ellos en varios lugares icónicos para los nostálgicos de la dictadura de Franco, cuyas fotos cuelgan con frecuencia en VK los administradores de la cuenta del MIR. El propio Stanislav compartió una foto suya en el Valle de los Caídos. Son las imágenes en las que Shevchuk aparece durante esa reunión madrileña las que han sido recientemente eliminadas de su web por DN.
En el transcurso de aquella conferencia, el ultranacionalista ruso subió al podio e intervino como representante del MIR, hecho que ahora desmiente aunque sin proporcionar ulteriores aclaraciones. Líderes de la extrema derecha española y el MIR han coincidido asimismo en otros foros semejantes organizados en lugares como Francia. Estas relaciones son especialmente cordiales con Democracia Nacional, con quienes han intercambiado palabras laudatorias y vídeos de solidaridad ante ataques jurídicos a sus valores compartidos. En los últimos tiempos, La Falange ha desarrollado vínculos con algunos de sus enemigos y, en particular, con Ivan Vovk, uno de los rostros visibles de la Extrema Derecha ucraniana en España. Vovk se dejó ver, por ejemplo, en homenajes a la División Azul u Onésimo Redondo.
Stanislav Shevchuk habla en un perfecto castellano. Desde hace varios años, todos sus perfiles de las redes han sido destruidos. EL ESPAÑOL | Porfolio conserva, sin embargo, pantallazos de los datos que en su día consignó él mismo en distintos portales. De acuerdo a la información que proporcionó en las redes, ese domicilio donde dice haber vivido durante los últimos diez años se halla en una calle barcelonesa situada en el Eixample o sus proximidades.
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En su perfil de VK, aseguraba en 2020 que había estudiado Interpretación y Lenguas Extranjeras en la Universidad Autónoma de Barcelona. Hay decenas de fotos junto a su pareja en la Costa Brava y otros lugares de la Península. En Facebook consignó, por el contrario, que había estudiado en la Escuela de Gestión Empresarial de la Universidad Pompeu Fabra y en la UNED. De ser cierto lo que afirmaba en sus cuentas eliminadas, posee no menos de cuatro licenciaturas. En un tercer perfil, igualmente destruido, se presenta asimismo como "abogado ruso en Barcelona".
Varias fuentes más respaldan la idea de que Shevchuk realiza labores vinculadas al ámbito del Derecho, además de tareas de asesoramiento y traducción para compatriotas. Se puede colegir de su estancia en nuestro país que posee la nacionalidad española. Definitivamente, no se haya vinculado a los ataques con las cartas-bomba ni se ha pasado los últimos años viajando oculto por España.
Lo que no pueden borrar sus amigos españoles es la cercanía de sus vínculos al presidente mundial del MIR ni el hecho de que se haya presentado durante años como cabeza visible de ese partido en nuestro país. "¿Así que tú ves una fotografía y te lo crees? Estoy trabajando. Seguramente me ibas a preguntar sobre qué está pasando en Rusia. No sé qué Putin, no sé qué cartas, no sé qué agentes secretos. No tengo ninguna opinión sobre esto. A ver qué publicas mañana, seguramente, algo sensacionalista como todos los demás, pero yo no quiero tener nada que ver con ello".
Un día después de la detención de Pompeyo González Pascual, Stanislav Shebchuk nos remitió un breve mensaje donde puntualizaba: "Lógicamente, como puedes entender, yo confío en la Justicia española".