Para llegar desde Albacete a Villalgordo del Júcar (1.100 habitantes) hay que cruzar el río. Y lo más fácil es pasarse el cartel que indica la entrada. La mirada se va al otro lado, donde emerge, pegado al cauce, un frondoso y verde paraje. El agua y la riqueza que genera son el santo y seña de este pequeño pueblo de Castilla-La Mancha que vivió sus momentos de mayor esplendor económico a principios del siglo XX precisamente por la industria desarrollada al borde del Júcar.
En los años 20 de aquel siglo, esa misma carretera es la que recorría "el señor Solís". Así se refieren en la localidad al único forastero de la foto más famosa de esta villa: fue tomada por Luis Escobar, conocido en el pueblo en el que había nacido como Luis el Retratista. Frente a la cámara, 18 hombres posan serios: conforman la Agrupación socialista de Villalgordo.
Aunque no está claro, los historiadores fechan la foto entre 1920 y 1925. Más cerca del 21 o finales del 20. En la sede del PSOE de Albacete la sitúan en 1920, nos cuenta el que sería el Solís de hoy. A finales de ese año, recuerda Santiago Cabañero, actual secretario general de los socialistas de Albacete y presidente de la Diputación Provincial, hubo elecciones.
Según la biografía del fotógrafo Luis Escobar -que regresó a Albacete tras vivir en Valencia- se acercaría más a 1921, cuando Villalgordo rozaba los 1.800 habitantes. Ese año fue convulso en la política española. Tres hechos removieron los cimientos políticos y sociales de un país en el que el 60% de la población -el 70% en la provincia de Albacete- era analfabeta: el asesinato del presidente del Gobierno, Eduardo Dato, el 8 de marzo; el desastre de Annual en agosto y la escisión del partido socialista que culminó, en noviembre, con la fundación del Partido Comunista de España.
La de Villagordo era una de las 236 agrupaciones locales con las que los socialistas contaban en España en esa época. No es, en cualquier caso, la más antigua en un pueblo, honor que ostenta la de Alcalá de los Gazules (Cádiz), fundada en 1886. Sumaban, entre todas, 45.000 afiliados, según los archivos de la Fundación Pablo Iglesias.
La de Villagordo era una de las 236 agrupaciones locales del PSOE en España en esa época
Hoy, 100 años después, según el PSOE, que celebra este viernes su 40º Congreso, llegan a los 175.000 afiliados. Una alta cifra que suele ser puesta en duda, no sólo en el PSOE, también en el PP que habla de hasta 800.000 militantes peperos.
Pero, en el baile entre simpatizantes y afiliados, ¿quién audita el censo y el pago de las cuotas? En el PSOE, ya más allá de los números, la estructura de las bases socialistas está cambiando: las agrupaciones son menos activas y falta, sobre todo, savia joven frente a una militancia envejecida.
60 años de media
Y esto lo dice -y lo ha estudiado- uno de los gurús del partido, el criticado José Félix Tezanos, actual presidente del CIS. Da dos claves en su libro Partidos políticos, democracia y cambio social (Ed. Biblioteca Nueva) junto a César Luena: las agrupaciones cada vez se mueven menos y el afiliado de base socialista tiene una media de 60 años.
EL ESPAÑOL | Porfolio ha visitado Villalgordo para mirar cómo es hoy la agrupación socialista del pueblo. A través del objetivo de otro reputado fotógrafo albaceteño, Raúl Moreno. Y a través del filtro del último siglo. Desterrados los blusones manchegos y ya con mujeres en política, muchas cosas han cambiado tanto en esta zona rural como en España y en el PSOE.
Rodeada de calles estrechas salpicadas de encalados y custodiada en una de sus esquinas por la iglesia, emerge la plaza del pueblo por la que discurre el trajín diario. Hemos quedado en ella con el alcalde, miembros de la agrupación socialista, y familiares de los protagonistas de la foto antigua. Con ella en la mano, desgranan detalles de la instantánea mientras saludan por su nombre a todos los vecinos que cruzan la plaza. Se conocen todos.
Escolástico, 'el Rebelde'
Como conocen todos los nombres de los retratados. Y sus motes: Cacharra, Maleno, Pumas, Mondauras, el Tambor, Gallina... Son albañiles, agricultores, pequeños propietarios... Todos adultos en un tiempo en el que la esperanza de vida en Albacete rondaba los 40 años -hoy es del doble-, y el salario medio anual, las 1.000 pesetas -hoy 24.000 euros-.
En el centro de la foto de 1921, con barba, el masón Escolástico Correas, el Rebelde, barbero de profesión. Era el líder de la agrupación. Y aunque el apodo le sirve en lo político, según nos cuentan, le venía de niño: por revoltoso.
A su lado, con el periódico El Socialista en la mano, se sienta Solís. El único retratado sin mote (conocido), venía de Albacete y animaba a los villagordeños a sumarse a las filas socialistas. "Traía las noticias del partido", dice uno de los congregados en la plaza de Villalgordo. No actualizadas al minuto, eso sí. El periódico de la foto es de 1919 y su primera noticia está censurada.
El que fuera el gran medio de comunicación del partido, en el que su fundador, Pablo Iglesias, dejó escritas las funciones de las agrupaciones, se imprimió en papel por última vez en diciembre de 2018. Desde entonces, El Socialista se edita en formato digital.
Hace un siglo el periódico llegaba cuando llegaba y más de la mitad de los españoles no sabía leer. Hoy, erradicado el analfabetismo, todo está en un e-mail. Pero según Tezanos, "rara vez más del 15% de los militantes" abre los que envía el partido.
El Socialista es el espejo de los temas primordiales que en el último siglo han preocupado a los afiliados. En aquellos años 20 recogía la batalla por los derechos sociales, pero también el debate sobre el enfoque ideológico -que se acrecentaría tras la ruptura con los comunistas-, así como el de la forma del Estado español, tres constantes que se mantienen un siglo después.
Ilegalizado tras la Guerra Civil, la gran preocupación fue sacar adelante al partido. Desde las cárceles y desde el exilio. De México -donde se editaría El Socialista- a Francia, donde Felipe González saldría elegido secretario general en 1974 en Suresnes.
Tras la renovación y la victoria de 1982, las grandes preocupaciones de los militantes se centraron en lo social y económico: de la educación a la sanidad. Las pensiones, el terrorismo, los derechos de los gays y la igualdad de la mujer han pasado a marcar la agenda de los afiliados a la vez que la del partido.
En este siglo, la organización del partido ha ido variando. Del voto delegado a un representante se ha avanzado hacia el lema un militante, un voto utilizado en los procesos de las primarias. En este 40º Congreso se prevé cambiar incluso la forma de escoger a los delegados -hasta 2.000 podrían participar este fin de semana-, dando también más peso a los afiliados a la hora de elegirlos al frente de las federaciones.
La idea es que las bases decidan las directrices del partido en base a las preferencias de los afiliados. Y aunque con matices, el grueso de los temas coincide con hace 100 años: el enfoque ideológico, el estado del bienestar y la forma del Estado, debate de las autonomías incluido. También, de manera obsesiva, hacia dónde va España como nación. Y este siglo XXI, en Villalgordo, como en el resto de pueblos, preocupa y mucho, qué hacer con la España rural.
Abuelos y nietos
Nos vamos a la imagen en color. En la primera silla de la derecha (mirando a la foto), con un reloj en la muñeca, se sienta Emilio Asensio López (1951). Ocupa la misma posición que su abuelo -Emilio López Carretero, albañil- hace un siglo.
El nieto acaba de hacerle una visita en el cementerio de Albacete, donde el abuelo está enterrado junto con otros cinco vecinos del pueblo. "Al acabar la guerra, vinieron un día y se los llevaron". Los fusilaron. Ocho años después llamaron para decir que si querían darles sepultura. La opción fue un nicho común.
Emilio, ya jubilado, toda su vida laboral dedicada a la construcción como el abuelo, no ha estado nunca afiliado al partido. Y eso que sí ha ejercido en política.
Fue durante ocho años concejal en el pueblo. No con el PSOE, al que votó en las pasadas elecciones "por sacar a Franco [del Valle de los Caídos]", sino con el Partido Comunista -al que tampoco se afilió- surgido precisamente de la escisión del PSOE en 1921.
La escisión comunista
Desde 1918, El Socialista venía informado de la revolución bolchevique y de la división del partido en otros países como Francia e Italia. Pero, aunque el fundador del PSOE se oponía a la disgregación, en España se produjo en 1920, cuando en un Congreso Extraordinario socialista celebrado en la Casa del Pueblo de Madrid se votó "no" a la Internacional Comunista.
El divorcio se materializó al año siguiente: en 1921 nacía en España el Partido Comunista. Llegaría con él el primer descenso de afiliados y agrupaciones que sufría el partido.
Y aun vendrían tiempos peores: los socialistas llegaron a tener que reunirse de forma clandestina y el partido estuvo prohibido durante la Dictadura. Tras la refundación después de la muerte de Franco en 1975, hoy los problemas son otros. Falta gente joven en las agrupaciones y no suelen llenarse ni las reuniones ni los mítines.
Sólo ocho militantes
Nos lo cuenta el secretario general del PSOE en Villalgordo, José Luis Martínez Cano (1963), actual alcalde de la localidad, al lado de Escolástico el Rebelde en la foto moderna. Su diagnóstico coincide con el de Tezanos. ¿Menos afiliados? En la foto antigua hay 17 -aunque no hay documentación para comprobar quién estaba o no afiliado-. Hoy son ocho militantes en todo el pueblo.
¿Media de edad? Al menos tres afiliados superan el corte de los 60 años del que habla Tezanos con creces. Antonio Chicano -segundo sentado por la derecha en la foto actual- roza casi el siglo: nació en 1929. Son los históricos del partido, los que lo han sostenido durante décadas, incluidas las más complicadas. Hoy están preocupados, nos cuentan, sobre todo, "por la pensión y el precio de la luz".
En el otro lado, los jóvenes. Como la villalgordeña Arantxa San Bartolomé (1992), socialista activa en el pueblo. Posa con su hijo, al lado de su bisabuelo, pero aún no se ha afiliado. Ella asegura que lo hará. "En España, las Juventudes Socialistas han perdido un 20% de sus militantes en los últimos años y tan sólo un 30% de sus miembros pertenece al PSOE", desgrana Tezanos en su libro.
"Dejé de pagar"
"La gente joven, no sé por qué, pero no sabemos atraerla. Me preocupa, además, por el relevo", confiesa Pilar Escobar Risueño (1967), concejal socialista en el Ayuntamiento de Villalgordo. Desde el partido les recomiendan que hagan puerta a puerta, localismo y campañas de captación, nos dice el secretario de Organización de Villalgordo, Pedro Chicano (1964). Pero no basta.
Pilar se afilió al PSOE "más bien de mayor". Quería hacer cosas por el pueblo. Fue más o menos cuando nacieron sus hijas, hoy 23 y 20 años. La pequeña es muy del partido. Y hasta quería estudiar Políticas, pero finalmente se decantó por Economía. No está afiliada. Su madre, la concejal, tampoco. "Dejé de pagar, dejé de pagar y hasta hoy".
Su caso es de libro. Del de Tezanos: los llama simpatizantes. "Son antiguos afiliados que han dejado de pagar las cuotas por distintos motivos y que forman un sector inactivo del censo de afiliados", explica.
En Villalgordo, de cuatro concejales por el partido sólo dos están actualmente afiliados. ¿Por la cuota? "No es cara", explica el secretario de Organización del PSOE de Albacete, Fran Valera. El partido pasa un recibo de 75 euros, anual. Al mes, menos que una suscripción a Netflix. Con descuentos para estudiantes y jubilados, la cuenta puede quedarse en menos de la mitad.
El partido daba asistencia
El melón sobre el debate de las cuotas lo abre el propio Tezanos. "Eran un elemento crucial en la vida de los partidos de raíz obrera que ofrecían servicios a sus afiliados, tanto de carácter cultural y formativo como asistencia y de ayuda”. Eso antes. Hoy, primero, "con las cuotas sería imposible mantener esas actividades", recalca. Pero además "el Estado provee prácticamente de todos los servicios sociales y cubre todas las contingencias que antes eran atendidas por sindicatos y partidos de raíz obrera".
Los ingresos servían también para pagar las sedes y las Casas del Pueblo -la rural más antigua de España está en Montijo, Badajoz-. En Villalgordo no tienen. Actualmente cuando se reúnen, los que se reúnen –"llamas a la gente y no viene ni la mitad", nos cuentan-, lo hacen en un salón que les presta el Ayuntamiento. La última vez hace tres o cuatro meses. ¿Discuten mucho? No tanto. "Estamos gobernando", recuerdan. Hay más discusión cuando se está en la oposición.
Lo que le pasa al PSOE de Villalgordo con los jóvenes y con los afiliados no es exclusividad socialista. Lo sufren también otros partidos. Y lo padece la misma Iglesia. Nos lo explica el cura del pueblo, José Alberto Garijo (Albacete, 1965). "Aquí tenemos un grupo de scouts con la mitad de los niños del pueblo, entre 50 y 60, pero ya que venga alguno a misa es cosa rara".
Este párroco, que es también profesor en la Universidad Pontificia de Salamanca -donde pasa la mayoría de la semana-, incluso justifica el desapego de los jóvenes. "Hay que entender que a día de hoy es difícil que sean fieles a una institución al 100%, cuando eres joven hay cosas de las que no te das cuenta, lo que hay que hacer es intentar que les sirva algo de lo que nos sirvió a los demás".
Sin paro
Reconoce, en cualquier caso, que se trata de una localidad muy activa, que colabora con todas las campañas de la parroquia. "Aquí la gente es muy emprendedora y hay una gran tradición de trabajo cooperativo".
En Villalgordo, a diferencia de otros pueblos de la España rural, prácticamente nunca han tenido paro. A principios del siglo XX por la boyante industria papelera de la localidad. Tenían entonces la segunda fábrica de papel continuo de España. De hecho, fueron el segundo pueblo del país al que llegó la luz eléctrica.
Villalgordo fue el segundo pueblo de España al que llegó la luz eléctrica
La papelera durante la Guerra Civil se trasladó al País Vasco. Todo se abandonó, incluido el Versalles manchego, el Palacio de los Gosálvez -la rica familia que según se dice le puso el mote a el Rebelde, por serlo de crío-. El Palacio, con asociación propia para su defensa, está hoy pendiente de una restauración que prevé convertirlo en complejo turístico.
Como en tantos pueblos de España, el turismo rural es uno de los sectores crecientes en Villalgordo, pero el más boyante es el del champiñón. Mercajúcar, con socios locales, se presenta como la mayor cooperativa de champiñón de Europa. Da empleo a más de 220 personas. "La mitad de los champiñones que se venden en España salen de aquí", presume el cura.
La industria champiñonera empezó a montarse en la localidad en los 70. A la vez que el PSOE se reconstruía tras la dictadura franquista. José Luis Martínez, hoy alcalde, nunca olvidará el triunfo de Felipe González en las elecciones de 1982. "Yo tenía 19 años y era la primera vez que votaba".
Habían ganado los suyos. En su pueblo no lo vería hasta el 2003. Durante las primeras décadas de la democracia en Villagordo gobernó el Partido Comunista. En las siguientes, el Partido Popular. "Nosotros seguíamos ahí, el PSOE siempre estuvo, presentándonos, aunque no ganáramos".
Bono lo arrestó
Hasta que la lista encabezada por Fernando Moreno (Casasimarro, Cuenca, 1952) -a la derecha de la foto de 2021, con un polo blanco- quedó la primera, que no la mayoritaria, en el pueblo. "Gobernamos con apoyo de Izquierda Unida", recuerda hoy el primer alcalde socialista de la democracia en Villalgordo. El cargo le hizo coincidir con un antiguo compañero de la mili, José Bono: "Fue mi alférez en Aranjuez".
Dice el exalcalde del histórico presidente castellano manchego que "es mejor persona de lo que parece" y eso que no todo fue como la seda aquel 1971 en el Regimiento Acorazado Pavía 4. "Un día me arrestó, porque falté a tres listas: eran las fiestas del pueblo…". Cuando volvió a Madrid, el alférez Bono lo llamó a capítulo: un mes sin salir del cuartel.
A día de hoy, según la clasificación que hace Tezanos, al exalcalde Moreno, uno más en el PSOE de Villalgordo, se le considera un simpatizante del partido, porque ya no está afiliado. Su mandato, 2003-2007, fue el más esplendoroso en número de afiliados en la agrupación: rozaron los 50.
"Entonces sí se llenaban los mítines", recuerda Pedro Chicano, secretario de Organización en el pueblo y exteniente de alcalde. Es uno de los ocho afiliados que tienen actualmente y como todos, reconoce que "ya no es como antes, antes la gente se movía más".
Volver a moverlos es precisamente un objetivo del partido. Tezanos lo explicaba en su libro: "El principal reto de los partidos socialdemócratas es poner en hora su reloj del tiempo y volver a convertirse en auténticos movimientos sociales".
Al antiguo alcalde, sin embargo, no terminan de gustarle las nuevas maneras de los suyos. Nacido en la vecina Cuenca -Villalgordo se asienta en el límite de las dos provincias-, podría decirse que Moreno es un hombre transfronterizo. Se casó con una villalgordeña, por eso el traslado. En su casa su padre era de izquierdas, su madre de derechas. ¿Hijo de la concordia? "Si no hay perdón, no hay futuro. Cuanto las cosas más se remueven, peor. Mira si han sufrido los alemanes y han sido capaces de superarlo. Yo he trabajado mucho con ellos y nos llevan 60 años".
Los pactos de Sánchez
Lamenta que sus hijos, que dirigen hoy la empresa de carpintería y muebles que él montó a caballo entre Villalgordo y Benidorm, tengan que vivir en un ambiente políticamente polarizado: "Yo creía que las dos Españas ya no existían, pero a veces pongo la tele y me da vergüenza, ¿cómo es posible?". Como socialista asegura que al final, le duele más que lo hagan -lo de polarizar con dos Españas- los suyos.
También le duelen algunos pactos del PSOE de Pedro Sánchez: "No veo bien algunos acuerdos. Creo que el socialismo se está bajando los pantalones con algunos partidos minoritarios extremistas. Que el PP lo haría igual…", lamenta. "Muchos socialistas lo vemos así", asegura.
Y a pesar de todo, no quiere ser pesimista: "La sociedad española es más madura que sus políticos y tenemos que reconocer que vivimos en ella gracias a lo que hicieron nuestros padres y nuestros abuelos". Y ahí incluye, claro está, a los 18 de Villalgordo en 1921. El legado de los fundadores sigue ahí y por eso posan todos orgullosos tras acudir a la llamada de su alcalde y secretario general.
El PSOE 1921-2021.
- 1921. Ruptura en el PSOE: el ala comunista crea el PCE.
- 1925. Muere el fundador Pablo Iglesias.
- 1931. II República. Tres ministros socialistas: Largo Caballero, Indalecio Prieto y Fernando de los Ríos
- 1933. La CEDA gana las elecciones. El PSOE se divide en varias corrientes dentro de las mismas siglas.
- 1936-39. Guerra Civil. La presidencia del Gobierno de la República contó con la presencia de dos socialistas: Largo Caballero y Juan Negrín López.
- 1939. Pasa a la clandestinidad.
- 1974. Suresnes (Francia). El Congreso del Partido elige a Felipe González secretario general.
- 1977. Legalización del partido.
-1979. 28º Congreso Federal del PSOE. Felipe González retira su candidatura hasta conseguir que en un Congreso Extraordinario inmediato el partido deje de definirse como marxista.
-1982. Felipe González consigue mayoría absoluta en España con más de 10 millones de votos.
- 2000. 35º Congreso Federal: cuatro candidatos se presentaron a la Secretaría General del PSOE: José Luis Rodríguez Zapatero, José Bono, Matilde Fernández y Rosa Díez. El primero de ellos resulta elegido.
- 2004. Zapatero se convierte en presidente del Gobierno tras ganar las elecciones.
- 2016. El 1 de octubre, Pedro Sánchez dimite como secretario general tras un bochornoso Comité Federal.
- 2017. En las primarias que precedieron al 39º Congreso Federal del PSOE, en junio, Pedro Sánchez sale elegido como secretario general. Ganó a Susana Díaz y a Patxi López.
-2018. Pedro Sánchez logra la presidencia del Gobierno en una moción de censura a Rajoy.
-2019. Sánchez gana las elecciones en noviembre de 2019.
-2021. 40º Congreso Federal.