Decía Unamuno: "Es verdad, duermo más que la media, pero también es verdad que cuando estoy despierto, estoy más despierto que la media". Eso lo lleva a rajatabla Santiago Posteguillo (54) a quien, siempre que su frenético ritmo de vida lo permite, le gusta dormir nueve horas.
Una más que la media, pero el resto del tiempo le cunde. Es capaz de escribir 10 páginas en tres horas, cuando muchos autores aseguran que lo mejor es hacer una por día. Pero en la yema de sus dedos pululan cualidades extraordinarias que en 15 años le han permitido publicar auténticas proezas literarias.
Ahí están, saltando barreras idiomáticas y culturas heterogéneas, las trilogías sobre Escipión el Africano, Trajano y la historia de la literatura, así como la bilogía de Julia Domna, que conforman todos los títulos de su bibliografía.
Cuando por fin en enero de 2006 le publicaron el primer libro, Africanus: el hijo del cónsul (Ediciones B, que entonces pertenecía al Grupo Z) no se imaginaba que 15 años después sería ese peón romano que haría jaque mate en la última gran batalla de las letras entre dos de los imperios culturales más importantes del mundo, el Grupo Planeta (GP) y Penguin Random House (PRH).
En algún lugar de cuyo nombre prefiere no acordarse (o sí, porque de esta manera mantiene el contacto con la realidad), Santiago Posteguillo atesora todas las cartas de las editoriales que rechazaron sus manuscritos con un "no" tan imponente como el Coliseo (que tanto le impactó con seis añitos durante un viaje familiar a Roma) cuando quiso publicar su primera novela. Y hoy parece ser el primer autor español en firmar un contrato de un millón de euros.
Aunque nadie lo confirma oficialmente, la todopoderosa agencia Carmen Balcells empezó a gestionar hace un tiempo el nuevo fichaje de su cliente estrella. "No quisiera mojarme demasiado, pero según mis datos es el mejor contrato de las letras españolas", asegura un editor que por discreción prefiere no dar su nombre.
Las novelas de Santiago Posteguillo
El escritor valenciano ha publicado hasta la fecha 11 novelas:
Trilogía Africanus
- Africanus: el hijo del cónsul
- Las legiones malditas
- La traición de Roma
Trilogía de Trajano
- Los asesinos del emperador
- Circo Máximo
- La legión perdida
Trilogía sobre la historia de la literatura
- La noche en que Frankenstein leyó El Quijote
- La sangre de los libros
- El séptimo círculo del infierno
Bilogía de Julia Domna
- Yo, Julia
- Y Julia retó a los dioses
Menos mal que, lejos de amilanarse, Santiago Posteguillo se sintió aliviado cuando después de tantos rechazos editoriales, su padre, Isidro, se convirtió en su primer lector y le dijo: "Me ha gustado". Aquello le dio energía para seguir.
Isidro era maestro, al igual que su esposa, Amparo. Para ellos, la cultura era el mejor patrimonio que les podían dejar a sus cuatro hijos. Santiago es el menor de ellos y es licenciado y doctor europeo en Filología Inglesa por la Universitat de València. Sus tres hermanos se decantaron por la Historia, la Abogacía y la Economía.
Desde el principio, la trilogía de Escipión el Africano le puso en el punto de mira por cómo iba comiendo el terreno a otros autores de la competencia (ya lleva vendidos más de 1,5 millones de unidades), razón por la cual en 2011 cambió de uniforme para militar en las filas del Grupo Planeta. Según su página web oficial, es el mayor grupo editorial del mercado de habla hispana con más de 70 sellos.
Ese mismo año, Santiago Posteguillo fundó la empresa De Re Litteraria S.L. -con un capital social de 33.000 euros y radicada en Valencia- con el objetivo de explotar los derechos de propiedad intelectual, así como los de publicación, edición, distribución o exportación relacionadas con su creación artística y literaria. En 2018 se coronó al obtener con la novela Yo, Julia el Premio Planeta, dotado con 601.000 euros, de los que tuvo que pagar a Hacienda 300.000 euros y otros 100.000 a su agente.
Los expertos del ámbito literario aseguran que cuando se ha tocado techo, los autores pueden percibir hasta el 12% de las ventas; por eso sorprende que, tras ganar el Planeta, Posteguillo confesara que de los 22 euros del precio de una novela él obtenía 2 y que los tenía que repartir entre la agencia tributaria (1 euro) y su agente (10 céntimos).
La guerra del millón
En la denominada Guerra del Millón esa concentración de poder afecta negativamente a editores independientes que intentan sobrevivir en periodos de sequía. Pero esa es otra liga. Ante esta tesitura, vale la pena recuperar la cita de Posteguillo que dice que "a veces la más grande de las victorias se construye sobre muchas derrotas previas", una reflexión que cobra sentido cuando el autor de Planeta se ha ido a Penguin, concretamente al sello Ediciones B, volviendo en cierta manera a sus orígenes.
Sí, el tejado es el mismo, pero el terreno en el que se asienta esta casa editorial es infinitamente mayor, ya que edita 1.700 títulos anuales distribuidos en 40 sellos editoriales. En Roma, el conflicto estaba a la orden del día. Algo que no ha cambiado a lo largo de los siglos.
Hasta hace unos meses, Posteguillo siempre decía que su gran sueño por cumplir era publicar en inglés en Estados Unidos, país en el que estudió con una beca la especialidad de Literatura Creativa en la Universidad de Denison en Granville (Ohio).
Varias fuentes del sector literario aseguran que uno de los motivos principales que ha aducido para irse de GP y pasarse al enemigo PRH es que le han gestionado la primera traducción a este idioma con su próximo libro, que saldrá hacia la primavera de 2022 (posiblemente coincidiendo con el día de Sant Jordi) y del que en este momento se desconoce si estará relacionado con la Roma clásica o si formará parte de una bilogía o trilogía. ¿O quizás una tetralogía?
A raíz de toda esta polémica, en sus últimas declaraciones publicadas el 19 de octubre en La Vanguardia, el autor valenciano deja entrever cierto enfado tras el tsunami de Planeta porque, según él, nunca ha dejado de ser autor de Ediciones B. "No sé si se me puede considerar un fichaje, porque empecé con ellos a publicar (…)", afirma, y se escuda en que "podrían decir que mi próximo proyecto es en una editorial de la que siempre he sido autor".
Eso sí, ya está cargando municiones para convertirse en el emperador de las letras, porque al citado medio le ha confesado:"Ahora sí que voy en serio". Con el idioma de Shakespeare alcanzará un nivel de ventas mucho más elevado, que se incrementará además porque toda su obra se está traduciendo al árabe. En la actualidad se le puede leer en italiano, polaco, checo, búlgaro, turco, portugués, danés, francés, alemán y catalán.
El hombre discreto
Santiago Álvarez, director de los certámenes literarios Valencia Negra y Torrent Histórica, tiene una estrecha relación con Posteguillo y suspira y se queda pensativo ante la pregunta de si nos encontramos ante el contrato más suculento de España: "Es muy precipitado hablar de ello. Entiendo que sea atractivo para el público, pero no para el autor. No creo que Santiago quiera hablar de esto, porque es un tema que han de responder las editoriales (PRH y GP han hecho mutis por el foro) y, conociéndole como le conozco, es una persona muy discreta y con los pies en el suelo, así que dudo que lo haga".
"Estos temas son privados, es como preguntarle por su mujer. Lo que le queremos dar en los festivales es un sitio de cobijo para que esté a resguardo de temas ajenos a lo literario", añade Álvarez.
A Posteguillo aún le queda mucho camino por recorrer para convertirse en un megaventas (megaseller en inglés), palabra que designa a aquellos autores que han vendido más de 10 millones de ejemplares con un solo título. En lengua castellana, ese honor corresponde a Carlos Ruiz Zafón y su primera novela, La sombra del viento (Planeta, 2001) que, según datos de la prestigiosa auditora privada Nielsen, ha vendido más de 15 millones y ha sido traducida a 50 idiomas.
El presentador del programa cultural Página Dos de La 2 de TVE, Óscar López, que ha entrevistado a Posteguillo en un par de ocasiones, asegura a EL ESPAÑOL | Porfolio: "En las distancias cortas es amable, exquisito, atento, muy profesional y apasionado por su trabajo. En Italia está muy bien considerado y ya es difícil que los italianos consideren a alguien de fuera que habla del Imperio romano. Es un obseso de la documentación y, por lo que me cuentan, es difícil que se le cuele algún gazapo en lo referente a documentación histórica del Imperio romano".
Esta revista también ha contactado con Francisco Polo Pina, catedrático del Departamento de Ciencias de la Antigüedad de la Universidad de Zaragoza y erudito a nivel mundial sobre la historia del período tardío de la República Romana.
El experto comenta que no puede valorar cabalmente al autor valenciano porque no dispone de mucho tiempo libre para leer novela histórica. No obstante, y "como reflexión general", señala: "No creo que aporte mucho al conocimiento del mundo romano en términos novedosos, pero es que esa no es su función. Él escribe novela, no libros de investigación. Y creo que hay que valorar su obra en esos términos. Y lo mismo sucede con el cine. No tiene mucho sentido evaluar Gladiator, por ejemplo, solo desde la perspectiva de los errores históricos que comete, que naturalmente lo hace, porque es ante todo un espectáculo que puedes disfrutar o no".
Durante su proceso creativo, Posteguillo suele tener de fondo las composiciones de Mahler y Rajmáninov que le ayudan a calmarse, pero en algunos momentos encuentra también el sosiego en el silencio del que disfruta rodeado por la naturaleza. Pero, como es de gustos variados, también le van los temas de Coldplay y Springsteen y los últimos fenómenos superventas en las voces de Nicki Nicole o Billie Eilish.
A veces se distrae con su perra Nika, que corretea por el amplio terreno de 690 metros cuadrados que rodea su casa de 105 metros cuadrados en Algar de Palancia (Valencia) comprada en 2013, donde vive con su mujer Ana Gil, traductora-intérprete jurado de rumano con doble nacionalidad (española y estadounidense), a la que conoció en un tren de cercanías.
Ese es el medio de transporte en el que se siente más a gusto para acudir a la Universitat Jaume I de Castellón (UJI), donde imparte clases desde hace casi tres décadas como profesor titular en el Departamento de Estudios ingleses-Filología inglesa. También da seminarios sobre ficción histórica en varias universidades de Europa y América Latina.
Los últimos movimientos sísmicos acaecidos tras el 70 aniversario de la creación del Premio Planeta por José Manuel Lara (fundador de la editorial) han puesto de relieve un nuevo mapa literario. Los ganadores del galardón este año, Antonio Mercero, Agustín Martínez y Jorge Díaz -que se presentaron con el seudónimo de Carmen Mola, autora de la novela ganadora, La bestia-, fichan con este movimiento por Planeta y dejan Alfaguara, de PRH, donde publicaban antes.
Varios agentes literarios ajenos a nuestro protagonista aseguran que todo lo que está sucediendo es una operación estratégica que altera sobremanera el mercado de fichajes estelares, como en el fútbol. El contrato del trío de autores recuerda al movimiento que en 2019 hicieron Javier Cercas, que pasó de PRH a Tusquets (GP) tras ganar el Planeta con Terra Alta, o Manuel Vilas (finalista del Planeta con Alegría) que dejó Alfaguara (PRH) por Planeta.
Ese mismo año, GP tuvo una fuga cuando Matilde Asensi fichó por La esfera de los libros. Otro trasvase valioso fue el traslado de la obra del fallecido Roberto Bolaño de la editorial Anagrama a Alfaguara (PRH).
A Santiago Posteguillo no le gusta el ruido. Quiere mantenerse alejado de polémicas. Estar rodeado de gente sencilla es lo que más le interesa. No quiere que la fama y el dinero se interpongan en cosas mundanas como el precio del pan, un café o una entrada al cine. Santiago y Ana son padres de una hija que nació unas semanas antes de la publicación de su primera novela, en enero de 2006. La vorágine en la que se ha encontrado en los últimos tiempos le ha impedido disfrutarla como es debido, aunque confiesa que ha compartido momentos divertidos viendo por televisión la serie Élite.
Aunque podría permitirse no dar clases con la fortuna que ha ganado escribiendo, el autor valenciano valora mucho el contacto humano con los jóvenes porque existe una simbiosis energética muy interesante donde ambas partes siguen aprendiendo y evolucionando.
Posteguillo se muestra muy crítico con la sociedad actual a través de unos personajes ubicados en la Roma de hace 2.000 años donde se hablaba con normalidad de eutanasia, incesto, violaciones, conspiraciones por el poder, xenofobia, el valor de la mujer y de cómo sus habitantes usaban el sentido común para subordinar a la clase política ante la sabiduría de los médicos que luchaban contra diferentes pandemias.
En Entre Bastidors, programa de la televisión autonómica valenciana, Posteguillo se convertía en un altavoz de lo que muchos piensan por lo bajini: "Realmente tengo la sensación de que hay un esfuerzo coordinado de toda la clase política porque la gente sea lo más inculta posible. Lo que pienso es que la clase política esencialmente quiere gente que sea fácilmente manipulable. Yo creo que novelas como 1984 y Rebelión en la granja están totalmente de actualidad. Por eso se las mando leer a mis estudiantes". Por eso le gusta tanto Arturo Pérez-Reverte, porque siempre dice lo que piensa.
Lector compulsivo donde los haya, suele releer con frecuencia a Virginia Woolf y Jane Austen y es un fan de María Dueñas, Luz Gabás, José Luis Corral o Dolores Redondo. Obviamente, una de sus grandes influencias es Mary Beard, ganadora del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales en 2016 y catedrática en Cambridge, que está considerada una autoridad mundial en la Antigua Roma. Con tanto revuelo generado alrededor de su persona en los últimos días, menos mal que Santiago Posteguillo tiene a mano un buen tinto de verano y la siesta, que ya eran muy populares en la Roma de Trajano, Julia y Adriano.