Estaba todo preparado para el despegue del vuelo en Fuerteventura que según lo previsto partiría de la isla canaria con destino a Santiago de Compostela ayer sobre las 20:20 horas.

La aeronave de la compañía Vueling se encontraba ya en la pista de despegue cuando saltaron las alarmas entre la tripulación. Habían encontrado una nota manuscrita en la que se advertía de que el avión portaba una bomba. Una nota que además llevaba firma: "el terrorista".

Según relató Branca Rodríguez Pazos, pasajera en el vuelo afectado, a La Voz de Galicia, explicó que el propio comandante fue el que informó de la existencia de una amenaza de bomba, "sin entrar en más detalles".

En seguida se procedió al desembarque de todos los pasajeros, a los que llevaron de regreso a la terminal mientras las fuerzas de seguridad realizaban una inspección en profundidad de la aeronave.

Otro de los pasajeros, Ramón Castaño publicó fotografías en su cuenta de Twitter en las que se puede ver cómo los 180 pasajeros abandonaban la aeronave con relativo orden.

Fue necesaria una espera de más de una hora hasta que finalmente la Guardia Civil informó a los pasajeros de que podrían regresar al avión ya que habían podido "identificar" al "terrorista" que había escrito la nota que los tenía en vilo: un niño de 11 años que había realizado el vuelo anterior.

Una "broma pesada" que supuso también un alivio para los pasajeros y tripulación, que finalmente vieron retrasada su llegada unas dos horas al aeropuerto de Lavacolla.