A Coruña encara la recta final de unas fiestas atípicas. Lo hace con el deber cumplido por parte de sus majestades los Reyes Magos: que ningún niño se pierda la cabalgata. Todos los barrios de la ciudad pudieron disfrutar en varias ocasiones del paso de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Fue una jornada diferente. No hubo caramelos como medida preventiva para evitar la propagación del coronavirus. El lanzamiento de chucherías se sustituyó por animosos saludos y algún que otro baile sobre el autobús descapotable. Además, los Reyes Magos se realizaron con antelación una prueba PCR. Toda precaución es poca.

Concello da Coruña

Desde muy pronto, recorrieron las calles de la ciudad a través de tres recorridos ideados por el Concello para poder cubrir el mayor número de zonas posible. Antes de arrancar, fueron visitados en el Coliseum por la alcaldesa Inés Rey. Además, estuvieron bien acompañados durante toda la jornada por un equipo de Protección Civil y sus jóvenes pajes.

Durante todo el día se triplicaron los esfuerzos con tres carrozas diferentes para cubrir todos los barrios. La jornada dejó anécdotas, como la primera visita "oficial" de sus majestades al barrio de Novo Mesoiro, donde los vecinos organizaban todos los años su propia cabalgata. También se estrenó en zonas como Xuxán, Palavea o Feáns.

Una larga y agotadora jornada que cumplió con creces la misión de suplir a la tradicional cabalgata, imposible de organizar con la situación sanitaria actual. Todos los coruñeses esperan ahora que los Reyes les dejen sus regalos para poner fin a estas fiestas tan peculiares y marcadas por la pandemia.

La cabalgata, en redes