Tres generaciones de una familia de A Coruña unidas por un tatuaje de la Torre de Hércules
Javier, Francisco Javier y Sara son abuelo, padre y nieta de la familia Montero y esta semana han reforzado más su unión tatuándose juntos en el estudio coruñés Kattatomba, con el que mantienen relación desde hace más de una década
2 febrero, 2022 06:00Javier, Francisco Javier y Sara son abuelo, padre y nieta de la familia Montero y desde ayer estos coruñeses están aún más unidos gracias a un tatuaje de la Torre de Hércules que simboliza a las tres generaciones. Lo que surgió como una broma acabó haciéndose realidad en el estudio más longevo de la ciudad herculina, Kattatomba, y gran parte de culpa de este hecho inusual la tiene el responsable del negocio, Korti, cuyo padre y Javier ya tenían relación desde hace décadas y que con su labia acabó de convencer al abuelo de la familia de poner tinta en su piel a sus 69 años.
"Mi padre es un fanático de la Torre de Hércules y no se animaba a hacérselo porque es mayor. Para acompañarle decidimos hacernos lo mismo los tres pero cada uno a su estilo", cuenta Francisco Javier Montero, de 44 años. Se hizo su primer tatuaje hace 20 años en Kattatomba y presume orgulloso de no haber tenido que retocarlo aún y este martes aprovechó para hacerse la segunda parte de esa creación (además de la Torre), un corazón. Tiene seis tatuajes en total y en el que se ha hecho de la Torre ha añadido la figura de un adulto y un niño para simbolizar a su padre y a su hija.
"Cuando tenía 4 o 5 años tengo bonitos recuerdos en la Torre de ir con mi padre a pasear, a jugar en los campos al pie de la Torre y lo mismo hice después con mi hija. El tatuaje simboliza que siempre estamos juntos y disfrutamos, es como tener presente a la familia en el sitio que fuimos felices", cuenta. Por su parte, su hija Sara reconoce que le ha sorprendido que la idea de tatuarse con su padre y abuelo se haya hecho finalmente realidad y admite que "nunca se había planteado hacerse ningún tatuaje con nadie".
La joven tiene siete tatuajes (la mayoría hechos en Kattatomba) y acompañó su Torre de Hércules con 1952, la fecha de nacimiento de su abuelo. "La Torre simboliza la familia y a él le encanta y para mí es alguien muy importante", asegura. A pocos metros, su abuelo la miraba mientras estaba sentado y concentrado a la vez que terminaban el tatuaje de su brazo.
En concreto, se ha dibujado en la piel la Torre con A Coruña a sus pies porque creció al lado de este monumento coruñés, ya que vivió toda su vida en San Amaro. "La veía todos los días y me gusta tenerla cerca, por lo que surgió esta oportunidad con mi familia y aproveché", explica satisfecho mientras mira de reojo como ha quedado su brazo, ahora decorado para siempre por una buena causa.