La pasarela que unirá Palavea y Pedralonga, en A Coruña, estará colocada a finales de este mes de octubre. La estructura metálica, cuyo montaje está ya en fase final, será instalada a la altura del enlace viario entre la avenida de Alfonso Molina y la carretera N-550.

Esta es la primera de las tres fases del plan de adecuación y humanización de la avenida de Alfonso Molina (AC-11) impulsada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Unos trabajos que el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, definió como "la mayor transformación viaria en la ciudad de A Coruña".

Precisamente, Blanco acudió hoy miércoles a la nave de Coirós donde se ultiman los preparativos para que la estructura esté lista para su colocación. La obra cuenta con una inversión de 1,6 millones de euros y fue la primera iniciada en Galicia financiada por el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia.

La pasarela consta de dos tramos metálicos: uno central de 52 metros que atraviesa Alfonso Molina y otro lateral en la rampla sur, de 56 metros. Ambos tienen una sección transversal de 4,8 metros por 5,2 metros y la estructura metálica está formada mediante la unión soldada de tubos de acero laminado.

Los operarios de la nave de Coirós están creando dos grandes piezas por cada uno de los vanos, que serán llevadas a la zona de obra para unirlas con soldadura y crear una única viga metálica. La pasarela será posteriormente izada mediante maquinaria pesada de elevación y colocada sobre los pilares ya construidos en la zona, causando el mínimo impacto posible sobre la circulación.