La Asociación de Emprendedores de Galicia (ASCEGA) ha denunciado que los empresarios de hostelería de la ciudad no han recibido ninguna ayuda por los cierres que han sufrido sus negocios este año y por las restricciones impuestas a su actividad. El vocal del Grupo de Hostelería, Diego Lis, ha calificado en rueda de prensa la situación del sector como “desesperada” y califica de “abandono” el trato por parte de las administraciones que, dijo, prometen ayudas que no llegan.

"Lanzamos un grito de no podemos más", lamentó el hostelero, que recalcó que las subvenciones no se han recibido y que "el ingreso en sus cuentas es cero”. En cambio, recordó que "siguen soportando los impuestos y sus cuentas no dan para más” y alegó que es "imposible seguir con sus negocios". Lis hizo un llamamiento a elaborar un plan de rescate conjunto para el sector desde las instituciones porque de lo contrario sostiene que "se hundirán y desaparecerán y lo siguiente será el comercio y la ciudad quedará empobrecida". A su vez, los hosteleros reprochan que el plan municipal Presco anunciado en junio aún no ha llegado y se quejan de que las tramitaciones a nivel autonómico son “imposibles”. "Te piden más papeles, más documentación, pero el dinero no llega a las cuentas", acusó.

Según Lis, la única manera de sobrevivir sería que las ayudas fueran “ágiles, suficientes y proporcionales”. “Nos están proponiendo salvar nuestros negocios con ayudas insuficientes”, denunció, pidiendo que, cuando se tomen decisiones restrictivas con el sector, se avise con “anticipación” porque, en casos anteriores, se han registrado “cientos de cancelaciones”. “Siempre hemos dicho que la sanidad está por encima de todo, pero que nos avisen con tiempo”, reclamó.

Por su parte, el hostelero Pablo Gallego relató que durante las más de tres décadas que lleva trabajando en la hostelería “nunca ha vivido esta sensación de dejadez y de pasotismo por parte de las administraciones” y considera que existe una “política de escaparate” en la que las administraciones hablan de unas ayudas que “desaparecen”. Por último, la representante del sector del ocio nocturno, María de Lillo, denunció que a la hora de tramitar las ayudas “son todo dificultades” mientras que al sector se le pide “adaptarnos a las normas en dos horas”.

Asimismo, Lillo recordó que los locales como el suyo llevan cerrados varios meses y que la perspectiva es volver a abrir en mayo o junio del año que viene. “De 13 meses, habremos abierto uno y no hemos recibido ni un euro”, apostilló, a la vez que reprochó que la ayuda de la Xunta, que suma 2.500 euros, “no vale ni para un mes” y que solicitar préstamos como los ICO o del Igape “no son una ayuda sino una deuda”.