El incendio declarado el lunes por la mañana en la nave de almacenaje de aceites usados de Ingaroil en el municipio coruñés de Santa Comba fue dado por controlado a última hora de la tarde. Las tareas de extinción, sin embargo, no han finalizado: todavía quedan pequeños focos activos.

La nave de Ingaroil quedó totalmente calcinada y su techo colapsó, pero la rápida actuación de los Bomberos del Xallas y el 112 Galicia evitó males mayores: las llamas podían haber llegado a una segunda nave de almacenaje de pacas de hierba seca y fertilizantes potencialmente explosivos.

De este modo, los equipos de extinción se centró en minimizar los efectos del fuego sobre esta segunda nave, toda vez que las instalaciones de Ingaroil ardieron rápidamente debido al material almacenado.

Las pacas de hierba seca y los productos químicos fueron trasladados a un campo próximo, minimizando así los riesgos. Ahora tan solo quedan pequeños fuegos en la primera nave afectada que deben dejar de arder para dar por finalizada la extinción con la máxima seguridad.

Más allá de los daños materiales, tan solo hubo que lamentar dos heridos: una persona que sufrió un golpe en la cabeza y otra que presentaba síntomas de intoxicación por humo.

El operativo

El operativo arrancó al filo de las 11:00 horas del lunes, cuando el 112 Galicia recibió los primeros avisos por fuego. Al lugar se desplazaron los Bomberos de Comba, pero la magnitud del fuego llevó a que se fuesen sumando más medios, como los bomberos de Carballo y Cee.

También intervinieron miembros del Grupo de Emerxencias Supramunicipais (GES) de Brión, técnicos del Grupo de Apoyo Logístico (GALI) de la Axencia Galega de Emerxencias (Axega) con una motobomba con 25.000 litros, equipos de extinción de incendios forestales, agentes de seguridad local y Guardia Civil y voluntarios de Protección Civil.