"Escribir me calmaba": El escritor gallego Jordi Cicely explica cómo combatió la ansiedad

El lucense Jordi Cicely supo que quería dedicarse a la escritura cuando, con 19 años, descubrió a Jack Kerouac y entendió que, como una de las frases de la célebre ‘En el camino’, "no sabía a donde ir excepto a todas partes". Porque la historia de Cicely habla del oficio de escritor, de los logros profesionales de este gallego que ha publicado su primera novela, pero sobre todo es una invitación a descender a los infiernos más profundos de Cicely que encontró en las palabras un salvavidas al que aferrarse cuando la ansiedad dominaba su vida.

Este gallego se vio, como tantos otros, en el paro con 26 años y sucumbió a una "terrible" crisis de ansiedad que no lograba combatir con nada y le hacía sentir "invisible" y no apto para una sociedad que seguía avanzando a velocidad de vértigo.

Fue entonces cuando Jordi recordó a todos aquellos autores de su generación predilecta, la beat. Ginsberg, Kerouac o Burroughs impulsaron al gallego a exorcizarse a través de la camarada palabra. Así, relata a este diario, comenzó a escribir sin más pretensión que la de sentirse mejor y así, sin darse cuenta, dio con la tecla.

De pronto, bloguero

Su llegada a Londres marcaría la vida literaria y personal de este gallego que, trabajando en el aeropuerto de Galwick, se encontró a sí mismo. "Pasas de ser un parado a sentirte en el centro del universo", detalla Jordi que relata que vivió un "torbellino emocional sin precedentes".

Hablar de Londres, confiesa el lucense, "me pone la piel de gallina porque saca de mí lo mejor". Allí sacó sus relatos del cajón y se dispuso a viajar y a empaparse de experiencias. La tumba de Tolkien, la visita al lugar en el que se encuentra la primera edición del ‘Alicia en el país de las Maravillas’ de Carrol, o el escenario en el que se arrojaron las cenizas de Mercury impulsaron a Jordi a reencontrase con las letras y a compartir su voz interior.

Se dispuso entonces a compartir a través de su cuenta de Facebook todo aquello que le llenaba e indica, "esto tienes que ponerlo", se cruzó, en una de sus jornadas de trabajo en el aeropuerto, con una ourensana que trabajaba en la red de fomento del empleo Eures. Ese programa, precisamente, había permitido a Jordi trabajar en el Londres de "mis amores" y ambos acordaron que el lucense escribiría una reseña sobre su experiencia para dar a conocer la iniciativa.

La publicación se hizo viral y eso conllevó que Jordi diese el salto a la red y abriese su blog ‘Cosas que te conté al oído’ que se convirtió en una suerte de consultorio sentimental para personas que no estaban atravesando un buen momento.

Su "escribir con el corazón" provocó que comenzase a recibir muchísimo feedback sobre sus relatos y, detalla Jordi, ha habido personas que le confesaron que se habían casado tras leer sus textos y, en este lapso de tiempo, nació ‘Mariela envenena mis sueños’.

La novela, revivir momentos duros

Cuando las editoriales comenzaron a fijarse en Jordi, desempolvó una historia que había comenzado tiempo atrás. La criatura en que se convirtió el borrador de ‘Mariela envenena mis sueños’ provocó que el lucense reviviese momentos duros porque, apunta, "escribía como vivía" y el proceso "me hizo más mal que bien", analiza.

El "libro me pasó factura" porque Jordi extrajo de todo este proceso creativo que aquel primer contacto que tuvo con el universo Kerouac, que le llevó a decir "yo quiero ser como este tío", tenía también sus sombras.

"Llegar con las palabras a la gente es muy complicado porque tienen un cascarón", detalla Jordi que en su novela habla de las relaciones humanas y de esas situaciones en las que todos nos hemos visto inmersos en algún momento de la vida.

‘Mariela envenena mis sueños’ está ya disponible en preventa y, tal y como detalla su autor, estará el próximo mes en librerías y distintas plataformas de venta online.

Ferrol, nueva novela y una "cura"

Jordi reside actualmente en Ferrol y en la urbe naval trabaja en una nueva novela que será, en cierto modo, una continuación de su primer trabajo. Resulta inevitable no preguntar por cómo está viviendo esta etapa creativa en una ciudad que se ha llegado a calificar como ‘Detroit gallego’.

No obstante, Cicely huye de este estereotipo y de esa tristeza crónica que achacan a Ferrol. Sabedor de sus puntos débiles, Jordi ha sabido ver la luz de la ciudad de la ilustración porque "no es el lugar, sino la paz que tienes".

"Ferrol está siendo una cura" y como la "niña del abrigo rojo de ‘La lista de Schindler'", el gallego intenta trasladar toda esa energía positiva que ha encontrado en su interior a un lugar que le está sirviendo de "fuente de inspiración".

Porque Jordi reflexiona sobre toda esa toxicidad que le ha acompañado y marcado y ahonda en la importancia de topar con el "origen" de los problemas porque, "aunque asusta", ahí reside la clave todo. Sin miedo y con todo el bagaje adquirido este lucense seguirá brindando su autenticidad a través de un oficio que le cambió la vida.