Putamen_t: "Trasladada de forma adecuada, a mucha gente le puede interesar la ciencia"
"El divulgador científico tiene la capacidad de masticar la información científica y traducirla al público de forma que se entienda", asegura la bióloga y experta en neurociencia Tamara Pazos
15 agosto, 2021 06:00"Divulgo ciencia porque de otra cosa no sé". Así explica Tamara Pazos la importante labor que realiza a través de su perfil de Instagram. Esta joven coruñesa aprovechó el parón que supuso el coronavirus en la vida de mucha gente para iniciar el proyecto de divulgación científica online Putamen_t, con el que acerca nociones de biología, neurociencia y salud con un toque de humor a sus miles de seguidores.
Pazos comenzó a divulgar incluso antes de saber lo que era. El Día de la Ciencia en la Calle que cada año se celebra en A Coruña era una jornada que disfrutaba de forma especial y cuando un año después de entrar en la carrera de Biología una profesora les propuso crear una asociación de divulgación no se lo pensó dos veces: ella quería formar parte de ese proyecto.
¿Cómo comenzó tu amor por la divulgación?
Ana Tizón venía de Granada, donde ya tenían una asociación de divulgación científica en la universidad, y quería iniciar una en A Coruña. Empezamos UDCbigbang y comenzamos a mandar nuestro contacto a los institutos y a conseguir ferias científicas en algunos ayuntamientos, charlas para colegios… Ahí fue donde empecé a hacerlo de forma más sistémica, por equipo. Nos especializamos por áreas y comenzamos a reflexionar sobre lo qué es la divulgación y por qué nos interesaba. Le dedicaba más horas al UDCbigbang que a las asignaturas de la carrera y tras acabarla, me especialicé en neurociencia porque me interesaba mucho el comportamiento, pero al final tomé el camino de la divulgación.
¿Qué estás haciendo en la actualidad?
Ahora estoy haciendo una tesis doctoral con unas profesoras vinculadas a temas de desarrollo de innovación docente de la universidad. Mi tesis va sobre la divulgación científica como una herramienta en la prevención de riesgos sanitarios y la empezamos en 2019, luego vino el Covid y dijimos "¡mira qué sentido tenía la tesis!". Vimos una explosión de personas en Internet explicándonos como funciona el Covid, cómo te pones la mascarilla, cómo te desinfectas, cómo funciona la vacuna… Es decir, la divulgación científica cobra un sentido precisamente en la prevención, lo vemos materializado.
¿Crees que existe una carencia en las universidades de cara a formar a futuros divulgadores científicos?
Por la vía académica estricta sí. Me fui de la universidad en 2016 y no tenía ninguna asignatura relacionada con la comunicación o con parte de pedagogía. Esto es curioso, porque aunque no vayas por divulgación científica, cuando haces la tesis doctoral tienes competencias pedagógicas: puedes dar talleres, seminarios, prácticas… Tiene sentido que en las carreras de investigación tengamos algún tipo de asignatura o formación de cara a explicar a otros lo que hacemos o lo que aprendemos, nociones de cómo traducir eso a un lenguaje que entienda una persona que no está en nuestro mismo punto académico, aunque solo sea de cara a la prensa.
¿Se confunde la figura del divulgador científico con la del periodista científico?
Lo tratamos una vez en mi perfil, porque encontré un artículo que decía que hay cierta rivalidad entre esas figuras. Creo que hay que trabajar de forma interdisciplinar, en equipo, y saber cuales son las fortalezas de cada persona. Luego hay mucha variabilidad individual. Puede haber un periodista científico que tenga un gran bagaje en ciencia, que sea una persona que sepa interpretar muy bien datos o resultados y que haya leído tantos papers como yo, y al final no tiene el título pero es una persona que está muy capacitada para leer e interpretar artículos. A la vez que puede haber personas de perfil científico que tengan muy buenas dotes de comunicación y ser muy buenas comunicadoras. No hay que encorsetarse, hay que pensar en un trabajo en equipo de ambas figuras y en el valor añadido de cada persona.
Entonces, ¿cómo definirías la figura del divulgador científico?
Es la persona que tiene la capacidad de masticar la información científica y traducírsela al público de forma que se entienda y que cale el mensaje. Tiene que saber seleccionar esos ingredientes clave de la información que quiere comunicar. Si tú ahora con las vacunas quieres que entiendan como funcionan, cuándo se pone la siguiente y qué medidas tomar, tienes que asegurarte de que estas cosas llegan. El divulgador es la persona que tiene esta capacidad.
¿Por qué crees que es importante esta figura ya no solo en temas de salud, sino también en otros ámbitos?
Es importante tener referentes, una persona que en estos casos de emergencia, de colapso de información y de redes sociales contraste y tenga una base detrás de lo que dice. Puede darnos tranquilidad, lo cual no quiere decir que no la pueda liar. En estas situaciones en las que hay un riesgo sanitario, el tener varias figuras de referencia y ver si hay consenso entre ellas nos puede orientar.
¿Crees que la gente tiene interés en saber sobre ciencia?
A mí siempre me dijeron que no intentase divulgar para la gente que no quiere divulgación, es decir, no intentes llevar la ciencia a quien no la quiere. En mi perfil lo que veo, y otros compañeros me han dicho cosas parecidas, es que hay muchas personas que me han dicho que nunca seguirían un perfil de ciencia y a las que al final les ha gustado. Trasladada de la forma adecuada, a mucha gente les puede interesar la ciencia y seguir a alguna figura de divulgación. Es una virtud que exista tanta variabilidad de divulgadores. Hay algunos que tienen un perfil muy serio, otros lo tienen más vinculado a infografía, otros hacemos vídeos con humor… Y entre todos podemos hacer que la gente se vaya interesando.
Comentas que usas mucho el humor en tus vídeos, ¿por qué decidiste decantarte por este estilo de publicaciones?
Es un proyecto personal que hago en mi tiempo libre, quería que me generase adherencia y hacerlo cómoda. El hecho de ser como soy en ese espacio hace que quiera pasar más tiempo ahí. Siempre que he dado charlas, inevitablemente he usado el humor y ves que mediante la risa hay contenidos que generan más impacto y de los que la gente se acuerda más. Es un recurso mnemotécnico.
¿Cuándo comenzaste con Putamen_t?
En la pandemia nos dijeron que no trabajásemos dos meses y que ya recuperaríamos horas. En casa estaba yo sola y como tenía muchas ganas de seguir divulgando, me planteé un formato vídeo en internet. Elegí Instagram porque es la aplicación que más uso.
¿Cuál es el perfil de tu público?
El 75-80% son mujeres, y debido a eso hablo muchas veces en femenino, y como he hecho algún vídeo relacionado con los derechos LGTBI también tengo muchas personas que me siguen de ese colectivo. En Instagram, el 11,3% de la audiencia es de Madrid, el 4,8% de Barcelona y 4,1% de A Coruña. Casi un 50% tiene un rango de edad de 25 a 34 años, gente de mi edad, la mayoría son de 18 a 44.
¿Qué temas tratas? ¿Los adaptas a tus seguidores?
Trato temas que me gustan porque atraes a gente que esté interesada en ellos, por lo que vas a tener más libertad a la hora de tratar lo que te interesa. Suena egoísta, pero al ser un proyecto personal en el que muestro mis opiniones políticas o sobre determinados temas, siento que la audiencia avanza conmigo. Como mujer, me va a interesar hablar de menstruación, anticonceptivos, síndrome premenstrual… pero también tengo vídeos sobre drogadicción sin serlo. Además, hago encuestas sobre los temas que interesarían a la audiencia y, como es muy parecida a mí, salen respuestas que me interesan muchísimo. Siento que tenemos un ecosistema que nos favorece y estamos muy a gusto.
Citas la menstruación, pero también hablas de la vitamina D, de cómo dormir mejor… Son temas muy variados.
Uso el paraguas de salud y dentro intento acotarme a temas que puedo tratar desde un aspecto biológico o biología y neurociencia. Intento no solapar psicología, porque no soy psicóloga. De hecho, como hablo de neurociencia, mucha gente me demanda contenido que debería ser tratado por un psicólogo y les paso la bola a otros compañeros que divulgan sobre estos asuntos. Ahora estoy trabajando en un vídeo sobre un directo que hice con Neuronacho sobre el alcohol en el que quiero reflejar todas las consecuencias de su consumo para que la gente pueda tomar decisiones informada.
¿Crees que la gente tiene más interés o se informa más sobre ciencia a raíz del coronavirus?
He visto más cuentas de divulgación. No sé si es porque los divulgadores nos aburríamos y abrimos cuentas, como es mi caso, o porque de verdad hay un mercado. También ves divulgadores que llevan muchísimos años ahí y que cada vez tienen más proyección. Quiero pensar que cada vez están ganando más popularidad esas figuras, que la divulgación se está poniendo más de moda, aunque también habrá un riesgo ahí.
Antes me hablabas de otros divulgadores como Neuronacho. ¿Cuáles son tus recomendaciones para los lectores de Quincemil?
En datos de coronavirus hay tres cuentas que yo tengo como referencia: Diario de una científica, que lo lleva Lucía; Luis Quevedo, que es divulgador en la televisión; y Alfredo Corell, que es inmunólogo, para mí el referente máximo porque no solo informa muy bien sino que está investigando en ese campo. Es importante subrayar que podemos divulgar sobre diferentes temas pero si hay un experto no hay que hacer falsa equidistancia, el experto es el experto y hay que darle más valor a su palabra. Está también Deborahciencia, que divulga mucho sobre el coronavirus, y en aspectos mental y emocional recomendaría a Alejandra Sierra Psicóloga, a Neuronacho y a Occimorons , que es psicólogo y comparte ilustraciones fantásticas.
Y tú, ¿por qué decidiste llamarle Putamen_t a tu proyecto?
Es un poco ambivalente. El putamen es una de las estructuras del cerebro que más me gustó estudiar en el máster y quedaba muy bien con el nombre de Tamara, podía hacer el juego de palabras de Putamen_t o putamente, según quiera el lector. Y yo, según sea el contexto, digo que es uno u otro, me muevo en la ambigüedad.